domingo, 6 de enero de 2013

Colaboraciones, 7-1-2013



Cuando la casa -el interior de cada uno- está limpia uno ya no quiere nada más. Estar limpio es no tener ansiedad, esfuerzos para conseguir vencer e imponerse. Entonces, hay la paz del amor.



Real es la naturaleza, el cuerpo, el paso de la noche al día, los problemas, que son producidos por los conflictos entre 'tu' y 'yo', entre 'nosotros' y 'ellos'. El problema se agrava cuando dos personas dicen que lo que dicen es la real, estando en contra una de otra. Ahí lo real, es ceder, informar con compasión, tener todo el tiempo para escuchar y responder si es preciso. Porque, Luli, lo más real que existe es el conflicto, que lo genera la división, que trae todas las desgracias, la brutalidad, la crueldad, la violencia.



La mente está condicionada para resolver problemas. Así que ella todo lo que ve hace de ello un problema, por lo que todo lo que ve son problemas.



Alfredo, un momento todo parece complicado hasta que vemos lo que es. Si ves un animal salvaje que se acerca a ti, ¿verdad que hay una acción instantánea para ponerte a salvo? Donde el ‘yo’ ya no opera ni está. Pues ese mismo paradigma es el que ha de ser para resolver todos los retos. En este caso del animal salvaje, reaccionamos instantáneamente. Pero, ¿por qué no reaccionamos con la misma intensidad y energía en todos y cada uno de los retos que nos llegan? ¿Es por qué estamos medio dormidos, somos perezosos, indolentes, indiferentes al dolor?



Arturo un hecho es lo que te sucede a ti. Si tú te tuerces el tobillo, ¿sientes dolor? Olvídate de lo que hacen o dicen los otros, sus libros, sus ejercicios, su norma,  su obediencia o rebeldía. ¿Sientes dolor, sí o no, ante una luxación del tobillo y no puedes en cuanto a penas caminar? Pues, eso es un hecho. No hay escape posible para los hechos.



Pongamos que no puedes caminar, por  la torcedura de tobillo. Esa situación no te deja operar como lo haces cada día, te sentirás frustrado, desmerecido, deprimido al no poder ir a comprar, al trabajo, a por la novia, etc. Y todo eso te genera sufrimiento y dolor. Y todo esto, altera toda tu vida: tanto el cuerpo, como la mente. Por eso, la mente y el cuerpo tienen una estrecha relación, son una misma cosa, que se afectan mutuamente.



Pero ves como tu realidad -no la de los monjes, que cuestiono sus supersticiones, etc.- se convierte en un hecho del que no puedes dejarlo de lado, como has dicho de los monjes sobre que el dolor físico no les altera su actividad física. La única realidad es la tuya, la de cada uno. Los libros pueden decir lo que quieran, los que explotan a las personas también pueden decir lo que deseen. Pero cada uno tiene que cuestionarlo todo, ser escéptico a todo lo que nos llega -incluido lo que te estoy diciendo-.



Si no estás drogado, o hipnotizado, el dolor físico y psíquico estará ahí. ¿Tan difícil es esto de ver?



He visto la entrevista que me has enviado. La he encontrado interesante, pues la ética global que sea adoptada por todos, sería un gran paso. Todo es cuestión del paradigma imperante en cada lugar. Las mujeres, en algunos sitios son muy marginadas, tratadas de manera inmoral. Aunque hace trescientos años, decían que la mujer no tenía alma. Y lo mismo decían de los negros esclavos.

Todo eso obedece a convenciones sociales, que están sujetas a las conveniencias mercantiles, egoístas, de dominio. Pues, intentar cambiar algo, para que todo sea más igualitario, es una pérdida para los que viven con privilegios. Ahí en América lo sabéis de sobra, por aquello de la invasión por los europeos y su negativa a conceder la libertad e independencia. Pues decían, para oponerse, que existía el imperio de la ley. Pero, era la ley del rey, que ellos mismos habían inventado para siempre beneficiarse. Por lo que todo es tan infantil, superficial, descarado, cruel.

El problema, como siempre, es de moralidad en el sentido de no querer hacer daño a nadie. Y eso es muy difícil a la hora de ponerse de acuerdo. Por lo que el trabajo, tan importante como es un cambio, lo ha de hacer cada cual. Porque obligar a alguien a hacer algo que no quiere, ya es un maltrato, hacer daño.



Somos nuestras acciones. Y también donde vivimos, donde nacimos -la familia, el ambiente, la economía-, lo que comemos, lo que leemos, lo que nos han dicho en la escuela, el instituto, la universidad. Es decir, estamos condicionados, por la religión dominante, por la política dominante, por el clima, por el cuerpo que nos ha sido dado. Y también en el momento histórico que vivimos. Pues vivir algo tan dramático como una guerra, con todo lo que la antecede y le sigue, es algo que marca e influye a todos.



Seguimos siendo salvajes en el aspecto negativo: crueles, insensibles e indolentes.



¿Y si no puedes caminar? Tendrás que depender de alguien, tu negocio estará desasistido. ¿Tendrás bastante energía psicológica-espiritual para no frustrarte ni deprimirte?



Sí, sí, el problema no es tuyo, Javier. El problema lo tiene Arturo, que cree en la magia contra los fenómenos físicos implacables.



Javier, es tan evidente que si no te mueres te harás viejo y entonces, ¿a quién llamarás, qué libros leerás, que magia aplicarás? No sé la edad que tienes pero pareces muy infantil, aunque con buenas intenciones.



Luli, la solución no está en la psicología, aunque tiene su importancia para ver cómo somos y funcionamos. Porque todos los conflictos se generan internamente. Y una vez visto cómo actúa la mente, la psicología ya no sirve. Por eso, la solución es el amor. Porque el amor va más allá de todo lo que se puede ir.



Entonces, Arturo, si me permites que te pregunte, ¿estás completamente libre de tu condicionamiento de una persona que está viviendo en el año 2013?

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