miércoles, 19 de diciembre de 2012

Escritos y publicaciones, 20-12-2012



Disculpa, Pedro Juan, que te diga que sigues sin captar todo esto que estamos investigando.
El punto, la raíz de todo problema -el aborto, la insensibilidad, la crueldad, la violencia-, es la división interna, que al exteriorizarse genera el conflicto. ¿Qué podemos hacer cuándo vivimos en conflicto, ya sea con la esposa, el compañero en el trabajo, un vecino, etc.? Solamente podemos proseguir con ese conflicto que nos hace vivir en defensa y ataque, ¿no es cierto? Y entonces ese conflicto se va expandiendo y lo abarca todo.
Mira lo que pasa en EE.UU.: recurrentemente, alguien se pone a asesinar indiscriminadamente a las personas. Y las autoridades, las personas se horrorizan y empiezan a buscar culpables: dicen que la culpa la tienen la profusión de armas y lo fácil de conseguirlas, dicen que también los culpables son desequilibrados mentales. Pero, todo eso es una visión superficial del problema. Pues no se dan cuenta que es el país más agresivo e intervencionista militarmente. Ayer leí en el The Guardian un artículo que hablaba de que los drones habían asesinado a unos niños con sus bombardeos. Y que no tenían el mismo tratamiento que los niños muertos en Newtown.
¿Qué pasa entonces, cuáles son los resultados y las consecuencias de esa manera de vivir tan bélica, agresiva? Pues esa violencia, se contagia a todos los ámbitos de la sociedad. Ya que el mensaje que se da es que matar a unas personas, ya sean dos o mil, no importa porque lo vienen haciendo desde siempre; y creen que es preciso para poder proseguir viviendo de la misma manera como lo hacen.
Y lo mismo pasa con el aborto, que todo es más sencillo a la hora de matar y destruir. Nos creemos que podemos tener una doble vida: una que dice que está contra la violencia, pero que la usa para poder funcionar y subsistir de la manera que lo hacemos. Y mientras ese paradigma de lo mío siempre es correcto, pero lo tuyo siempre es incorrecto y negativo, como es divisivo va a generar conflicto. Y el conflicto es desorden. Y el desorden es hacer lo que quiero, lo que necesito para vivir con la abundancia, con el despilfarro, con la vanidad y la codicia, con la persecución del placer.
Y amigo, es desde ahí donde nace el aborto. Así que si queremos que los abortos no sean, hemos de cambiar el paradigma de división y conflicto, que generan el desorden y la anarquía.
Con afecto y con cariño.

La liberación del 'yo' llega cuando comprendemos el deseo, el tiempo psicológico, que son sus inventos. Hay quienes creen que con ejercicios corporales y mentales para dominar la mente, con devoción, con soledad y silencio, con toda clase de torturas, van a deshacerse y liberarse del 'yo'. Pero todo esto es una ilusión, ya que retroalimenta y vigoriza al 'yo'.

Alfredo. Todo deseo genera desorden en el ámbito psicológico. No así cuando es en el ámbito físico y material, pues al cuerpo hay que darle aguan cuando tiene sed. Si deseamos algo: hacer un viaje, adquirir una bonita casa, o ser más intelectual, más rico, ese deseo, que es del ámbito psicológico, lo proyectamos. Y entonces al identificarnos con eso que queremos y deseamos, es cuando generamos el desorden y el conflicto, entre lo que soy y lo que quiero ser. Si no proyectamos ningún deseo, fin del conflicto, fin de los problemas que el conflicto genera como irritabilidad, codicia, avaricia, frustración, brutalidad, crueldad, violencia.

Kenneth, si no te liberas de Jiddu Krishnamurti –no quiere decir que lo rechaces o descartes- te condicionarás de manera que serás como una cotorra que repite lo que su dueño le enseña. ¿No te parece?

Gracias, Xavi, por tus afortunadas y bonitas palabras. Pero eso si se vive, es cuando es realmente vivificante, gratificante y el gozo de esa maravilla que es el ciclo de la naturaleza. Cuando hay un cambio de estación, la naturaleza se hace más palpitante, es como si fuera un nacimiento que va a crecer rápido, ya sea en oscuridad o con luz y claridad. Con todos los cambios y acontecimientos que se suceden, tan precisos y necesarios para que el orden pueda ser.

Amigo Alfredo, el principio de todo no lo podemos saber porque eso se trata del infinito, lo que no tiene fin. O sea, que uno tiene que parar -si quiere claro-. Pero, con respecto a una posible explicación, solo podemos decir, que todo eso que nos hace vivir, que acaba en la muerte, es la conciencia. Todos los seres vivos, y también todo lo que existe está participado por la conciencia. Nosotros cuando más conscientes somos de todo, es cuando más sensibles podemos ser, porque captamos el dolor y el sufrimiento. Cuando más sensibles, más percepción para descubrir y ver todos los procesos mentales, las maneras cómo funciona la vida.
Así que todo empezó cuando despertamos a la conciencia y dejamos de ser como son ahora los animales. Es decir, cuando vamos más allá de la animalidad, que es nuestro condicionamiento, es cuando llega eso que no tiene explicación posible. Que no tiene nada que ver con lo conocido, porque nada tiene que ver con el 'yo', que es lo viejo y repetitivo, el condicionamiento, la programación como si fuéramos ordenadores. Por eso, nuestro trabajo está en que eso desconocido, que no ha sido tocado por la astuta mente, pueda florecer. Y si llega eso que es lo desconocido, entonces la vida es una bendición, un gozo, el orden operando.

Buda quiere decir, conciencia pura, liberada -Nirvana-. Si es que eso puede ser.

El amor es limpieza mental, del corazón, donde las palabras se usan las precisas. Por eso, el hombre limpio está quieto, sereno, tranquilo, abierto y vulnerable.
Gracias, Rain, por tu trabajo tan eficiente.

El amor al ser todo, incluye todo. El amor lo transforma todo, cualquier situación o eventualidad. Es por eso que destruye el conflicto, como si fuera una medicina, una droga. Donde todo lo feo y desagradable cobran sentido. No importa lo que sea: descabellado y caótico, fuera de lugar y sin sentido. El amor es la transformación del conflicto en armonía, sin lógica ni comprensión. Pero ahí, está el orden que es, que sucede. El máximo orden posible.

Señor, Wisse, mientras no esté en conflicto puede hacer lo que quiera. Porque entonces, lo que hagamos es lo que tenemos que hacer. El problema está en transformar el conflicto -la mala energía-, en armonía -la buena energía-.

JeXu. Google no me envía –como lo hace a veces- los aportes como este, que se publican en el grupo. Y como hay alguna urgencia –fuera del grupo-, he de atenderla.
Disculpa por el símil. Pero la realidad, si la respetamos y respondemos a ella, tiene sus maneras -exigencias, presiones, urgencias-.

Por duro que nos parezca, es que lo que nos hace iguales, es porque todos -sin exclusión- somos iguales. Lo que cambian son los retos  a los que uno tiene que responder en su vida.

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