domingo, 16 de diciembre de 2012

Escritos y publicaciones, 17-12-201



Decirlo es una cosa, pero si te pasara directamente no sería lo mismo. Es como decir que yo sufro cuando veo a un hambriento al borde de la mente, estando muy bien alimentado.
Hablar de Dios es tan inabarcable como decir quién creó a Dios. O, ¿dónde se ubica lo que ubica al universo? Por lo que todo es una especulación. Y las especulaciones son cosas de tontos.
¿Quieres decir, Ajay, qué si yo me corto un dedo y siento dolor, tú lo sientes también? Espiritualmente, esotéricamente, puedes decir que eso llega a ti. Pero realmente, ¿cómo es posible sentir lo que tú no ves, ni vives?

"Si una parte de la humanidad sufre, entonces el resto sufrirá también incluso si no se ve directamente afectado". ¿Esa declaración qué quiere decir, va a resolver el dolor de los demás, el hambre, la explotación, el racismo, la crueldad, van a desaparecer de tu vida?
No podemos zanjar la cuestión diciendo que uno sufre como el que ha sufrido en su carne un desahució y se queda sin casa, sin muebles, sin ducha. Eso es demasiado infantil. ¿No creen que si eso que dicen fuera verdad, nuestras vidas cambiarían?

“¿Toni... es posible pensar... sin saber ningún lenguaje...?”
¿Es posible pensar sin saber ningún lenguaje? Vamos a verlo. Cuando vaciamos la mente de todo su contenido -que es todo lo conocido-, ¿verdad qué no hay imágenes ni palabras ni referencias, ni nada? Solo está el ver, observar lo que sucede.
Las palabras son la manera lenta de comunicarse: es como cuando vamos muy rápidos en coche y no vemos casi nada de lo que tenemos de inmediato, a los lados y delante. Si disminuimos la velocidad, entonces empezamos a ver todo lo que hay a nuestro alrededor. Y si fuéramos a pie, veríamos más cosas.
Por tanto, el lenguaje tiene su utilidad. Pero no es imprescindible para la comunicación. Pues existe la comunicación no verbal, que es la que usan los animales.

¿Hay alguna diferencia entre tú y yo como seres humanos, Behnam? No la hay, ¿verdad? Pues ese mismo paradigma rige con respecto a todas las religiones, supersticiones, ídolos, dioses. Pues, mi condicionamiento de miedo y temor, es el mismo para todos, ya seamos hindúes, americanos, africanos, europeos.

"Los ojos ven, los oídos escuchan, toca la piel, hay otras sensaciones en el cuerpo y surgen pensamientos. "Usted" no puede ir más allá".
Cuando uno ha visto todo el engaño que es el 'yo' –‘usted’-, toda la trama de la ilusión cesa.

'La libertad consiste en no tener ningún amo'. Pero si eso no fuera posible -teniendo un amo- uno también puede ser libre. Pues la libertad es -como el amor, ya que son lo mismo-, no está sujeta a condicionamientos físicos o temporales.

Somos lo que somos. No hay más cera que la que arde. Así que hemos de atenernos a que somos seres humanos. Somos: quiero y no puedo. Pero, aquí está la paradoja y la maravilla de la vida: asumiendo que quiero  y no  puedo, es cuando sí que puedo ser algo más que un vulgar y superficial ser humano.

Pues venga, vamos a hacer algo interesante: empecemos por conocernos realmente quiénes somos cada uno. Porque, es cada uno el que tiene que empezar para resolver el único y  verdadero problema que tiene, que es su vida. Y eso pasa por ver y comprender cómo funciona nuestro pensamiento, descubrir qué es la vida.

Ser serio no quiere decir tener la cara de piedra, sino encarar los retos de una manera sincera, sin ser hipócrita, banal, infantil, superficial.

Toldos los problemas están relacionados entre sí. Ya sean económicos, intelectuales, de represión o de hiperactividad sexual, dónde vive uno, qué es lo que come.

“Adán y Eva estaban en el paraíso, y el cuento de hadas dice que la serpiente "mala" convenció al hombre de comer la manzana del Árbol del Conocimiento. Y el castigo fue que Eva debería sangrar y él tendría que trabajar ¿Pero qué tenía de malo querer tener conocimiento? Por ello, el cristianismo es una religión anti-intelectual. No quieren que seas inteligente. Así que sé un estúpido imbécil y tienes el cielo ganado”.
Pero así y todo, a pesar de ese condicionamiento cultural, intelectual, religioso, político, hemos inventado y hecho tantos prodigios. Porque siempre lo interno se impone a lo externo. Ninguna ley ni sistema ni idea o teoría, se puede imponer de fuera hacia dentro. Sino que es lo de dentro lo que se impone a lo externo, lo de fuera.

“Después de todo, Dios escribió el libro, ¡y en él dice que nos hizo a su semejanza! Así que si somos tontos, entonces Dios es tonto, y si tal vez un poco feo como yo”.
No, el tonto es el hombre por inventar y querer hablar de Dios. Pues, de algo que no se conoce no se puede hablar de ello. Cuando no se conocían las bacterias no podíamos hablar de ello; cuando no sabíamos nada de América, no había manera de poder hablar de ella. Así que por mucho que se quiera decir lo que es Dios, quién es, etc., al ser lo infinito, lo desconocido, lo que está más allá de todo –conceptos, ideas, teorías-, no es posible hablar de eso que llamamos Dios, afirmándolo o negándolo, describiéndolo.

La estupidez es la ignorancia. Y la ignorancia puede ser muy atrevida.

Hay algo que es real y verdadero: la misma vida –energía- que cuida de ti, es la misma que te va a matar. Por tanto, hagamos lo que hagamos –vivamos solos o en grupos, seamos buenos o malos, listos o estúpidos-, hemos de morir. Y para morir, hay que morir de algo: de viejo, enfermedad, accidente, una pelea, haciendo el mal o haciendo algo bueno.

Gracias, Drona, por tu perspicacia y sagacidad a la hora de exponer tus visiones de lo que es la vida.

No señor Behnam. Todos los dioses son lo mismo, son igual: salvavidas inservibles, que nos dividen y hunden. Son el producto de una mente ignorante, miedosa, temerosa. ¿Tú por qué dependes de algún Dios? Porque tienes miedo, no te aclaras, ¿no? Pero tu dios, no te va ayudar a resolver tu problema que es tu vida y cómo la vives.

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