domingo, 2 de diciembre de 2012

Escritos publicaciones, 2-12-2012



Cuando el pensamiento no crea ningún conflicto, es que es plano, insensible, no vulnerable. Y esto crea más conflicto. Porque la vida es conflicto y no el conflicto. Si no está el ‘yo’ viene lo nuevo.

Cuando el mal es tan obvio, o peligroso, uno está en mejores condiciones de responder.
Porque entre el mal y uno no hay espacio, ni división ni conflicto. Porque el amor es.

Alguien que realmente ha visto la verdad, ¿puede ser obediente? No lo puede ser. Lo más dramático y peligroso es que el mal está organizado y es visto como bien por la mayoría. Que es lo que sucede ahora. Pero, ¿puede ese mal desaparecer o se convierte en otro mal más suave y asequible para un momento dado?

No es posible no equivocarse. Sólo un demente podría no equivocarse. Pero, ¿un demente puede considerarse cómo una persona: sensible, capaz de ver el daño que todos provocamos?

Todo lo que existe –o pueda existir- está relacionado con todo de una manera fatal, es decir, para bien y para mal.

La separación no existe. Pero, vivimos separados. ¿Puede alguien no ser perturbado y alterado por esa separación por el resto de su vida, hasta la muerte?

Todas las mentes están conectadas entre sí. Lo que tú, y otros, penséis y hagáis ahí en India va a llegar a mí y a todos. Por tanto, todos los pensamientos divisivos que generan odio, avaricia, codicia, deseos de destrucción, de violencia, va a llegar a todos los otros, quieran o no, sean conscientes o no.
Otra cosa es, que uno se percate y descarte esos pensamientos, según van viniendo. Por eso en India, cuando se refieren a la verdad, a lo verdadero, y alguien lo menciona y dice lo que es, los más desarrollados mentalmente dicen: 'Eso no es, eso no es'. Y siempre es: 'Eso no es, eso no es'.

Y tanto si un libro o una relación se queman, eso ¿qué importa? ¿Por qué nos aferramos a las personas, a los objetos? Si uno está abierto a la vida, las personas, los libros, los objetos, van y vienen. No podemos elegir lo que hay dentro del río de la vida, pues van viniendo, van pasando, van desapareciendo. La vida no se puede ni controlar ni manejar.

Cuando uno se agarra a lo viejo y conocido, siente un cierto alivio. Pero ese alivio es pasajero. Porque nadie ni nada nos vas a librar de la soledad ni del dolor. Sólo podemos verlo e ir más allá de todo eso.

Gracias, Emilio, por tu exposición.
La realidad puede ser lo que creemos que es. Por ejemplo, los judíos, los musulmanes, los cristianos, etc., creen en un solo Dios; los hindúes creen en muchos dioses; y cada uno dice que eso es la verdad. Los capitalistas, los comunistas, los socialistas, etc., cada uno tiene también su verdad en la que creen. Y así, en todo lo que hacemos y creemos, decimos que eso es la verdad.
Pero, hay algo que es muy retador: ¿Puede la violencia, la crueldad y la brutalidad extrema, ser justificada diciendo que eso es la verdad? Por eso, en India, los que tienen la mente más desarrollada, cuando alguien se refiere a la verdad, siempre dicen: 'Eso no es, eso no es'.

Ese es uno de los problemas de Israel: que sin tener espacio, ya que el país es pequeño, generan el efecto llamada. Por lo que, los que se sienten como judíos que hay por todo el mundo, son atraídos hacia Israel, teniendo que ocupar e invadir a sus vecinos de Palestina. Eso de llamarse y sentirse como árabe, latino, vikingo, ario, sajón, anglo, judío, indio, etc., es una de las tonterías que nos dividen, nos ponen en conflicto y en guerra.
Uno es un ser humano como otro, que tiene sus necesidades básicas que cubrir -comida, ropa, albergue-, que sufre por lo que la vida nos brinda y nos duele, por todo lo que es la vida. Y todo lo demás, son tontería nacionalistas y raciales, que han generado y generan genocidios. Y si uno es cuerdo, inteligente, ha de ver la manera de que ese sufrimiento y dolor no nos devore y devore a los demás.

El corazón cerrado se puede abrir cuando vemos lo absurdo que es querer forzar los hechos, las cosas, las situaciones, la vida, para abrirlo. Gracias, Judith.

Cuando comprendemos que uno no es el hacedor, las responsabilidades y todos sus problemas, y complicaciones -el karma-, desaparecen. Y entonces esa energía total para poder solucionar los problemas llega en su totalidad.

Todo es como un cuento. El problema está cuando ese cuento nos hipnotiza de manera que lo hacemos tan importante que nos arrastra y dirige.

Es preciso estar muy atentos para no ser arrastrados por la corriente de la superficialidad. Gracias, Balakrishna.

El que se preocupa por el pensamiento es el 'yo'. Por lo que, al querer arreglar la situación es cuando se reinicia todo el proceso del desear cambiar. Por lo que volvemos a generar conflicto. Y ese es el círculo donde estamos encerrados.
Entonces, si veo que cualquier cosa que haga me va a dejar en conflicto, solamente miro, me doy cuenta del juego del pensamiento, y no hago nada. Y así, voy más allá del conflicto.

El ego, el 'yo', no hay que ni matarlo ni domarlo. Solamente hay que ver en su totalidad todo su proceso desde que se origina, comprenderlo, e ir más allá de él.

Decir que existe o no existe la rencarnación, es una creencia. No es un hecho. La materia si que se transforma en otra materia. Pero, el 'yo', que son todos los recuerdos de hace un millón de años, todo finaliza con la muerte. ¿Qué son los recuerdos de ayer, o de hace doscientos mil años, sino nada, que las células cerebrales vuelven a dar vida, a rememorar?
Drona, ¿dónde van el caballo, la vaca, los pájaros, el perro, gato, o el gorila, cuándo mueren? ¿Dónde van los millones de animales y personas que mueren cada día? Nosotros, también somos animales, aunque muy desarrollados y evolucionados mentalmente. Pero, el animal sigue estando aquí. ¿Por tanto qué pasa con los animales cuándo mueren? Lo voy a decir tentativamente: van de donde vinieron, de la nada. Sé que parece triste, oscuro, como un timo, después de tanto aparato, el universo, con su física y química.

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