La química ha de tener su lugar,
como lo tiene lo psíquico, para que funcione el sexo, ¿no? Porque somos materia
y espíritu-psicológico.
¿Y si ya tienes delante la verdad
y no la ves? La verdad es darse cuenta que para que sea, no ha de haber ni
división ni conflicto alguno en la acción, en lo que hacemos a cada momento.
Por tanto uno tiene que verlo instantáneamente, o tiene que indagar por qué el
pensamiento se divide y entra en conflicto ante un reto. Y los retos son la
vida toda.
Gabo, ¿tú cómo lo sabes? Lo que
fue Jiddu Krishnamureti, para que lo fuera, no solamente fue cosa de una
persona ni de alguna organización espiritual o psicológica, jugaron muchos
otros factores y personas para que ello fuera posible. Igual como te sucedió a
ti y a todos. Nosotros, todo no lo podemos captar ni saber. Además cuantos
menos nombres de organizaciones y personajes, y su condicionamiento -pues todos
tenemos nuestro condicionamiento-, tanto mejor pues así somos más libres y
descondicionados a la hora de encarar los hechos y los retos. Eso no quiere
decir que uno ha de ser un inculto y cerrar los ojos a la realidad. Pero, lo que se cuenta de alguien puede que
no sea la verdad, ya que cada uno que lo cuenta
o falsea o añade algo que no es cierto.
Tal vez ese deseo de conocer
creencias, organizaciones, etc., todo es vanidad -lo que se llama también
mundanalidad-. Y nos perdemos porque la vanidad, es insaciable y no tiene fin.
Así que, uno tiene que ir a la raíz de esa vanidad, que todos tenemos, y ver si
podemos ir más allá de ella y sus problemas que genera.
Gracias, Patricia. Si, la vida
misma es el mayor milagro que existe. Y los milagros siempre serán un misterio.
Y los misterios no se pueden desvelar, porque dejarían de ser misterios. Por
tanto, la sencillez, otro milagro, es lo que puede hacer los mayores milagros:
vivir una vida sin conflicto.
Las despedidas, son sencillas
hasta que interviene la emoción. Y la emoción y el sentimentalismo, son
peligrosos pues nos alteran y hacen desaparecer la inteligencia.
Pero. Paul, el amor no puede ser
un invento. Ha de ser una realidad. ¿Cómo sabremos qué lo que hacemos es
verdadero? Sólo hay una manera de saberlo: para que haya amor ni la división ni
el conflicto tienen que estar.
La felicidad es negación. Porque
esa negación limpia y purifica de responsabilidades, de deseos contrapuestos. Y
en el negar, aunque siempre se puede negar ese negar, siempre da el mismo
resultado: la ausencia de conflicto.
José. La meditación implica no
pensar. Pero la meditación también abarca el pensar. Porque el pensamiento no
va a desaparecer. Y si lo hacemos desaparecer vamos a generar conflicto. Uno en
meditación lo que hace es observar todo el juego de los pensamientos que se
suceden unos a otros. Y es entonces cuando aparece la mente, que es toda la
unidad del cerebro, el pensamiento y el cuerpo. Por eso la meditación existe
cuando existe esa unidad indivisible de todo lo que sucede, tanto dentro como
fuera, internamente como externamente.
Creo que es una de las cosas más
extraordinarias que he visto en video, por su alta definición y la música
armonizada con las imágenes. Los orientales son muy extremos, y a la hora de
ser sencillos, lo consiguen llevándolo al extremo, lo cual es una virtud.
Siempre que no se imponga a los demás. Gracias, Patricia.
Si decimos que toca vivir y nos
desentendemos de todo lo que hacemos, de todo lo que está sucediendo, entonces
ese comportamiento es meramente el de un animal: comer, dormir y reproducirse.
Y así estamos bloqueados. Cuando sí que hay una posibilidad de que todo eso que
sucede de conflictos y enfrentamientos cambie. Esto implica que uno tiene que descubrir cómo funciona el
pensamiento y su invento que es el ‘yo’. Pues sin comprender de qué manera
funcionamos, no podremos deshacernos de lo viejo para que llegue lo nuevo.
El miedo es el miedo. Es decir en
un miedo están todos los miedos, Vicky. No hay un miedo más importante que
otro. Pues todos tienen la misma raíz: la división interna y el conflicto que
le sigue.
Los jóvenes han de ser revolucionarios. Y los viejos
también. Todos han de ser revolucionarios. De lo contrario nuestras vidas se
irán a pique. Es decir seremos tragados por la corrupción y la inmoralidad.
Enghelbert. Como no está del todo claro, voy a ponerlo más
inteligible: El problema es que nosotros lo vemos y no actuamos así de
inmoralmente, como lo hacen ellos. Pero,
¿por qué ellos no lo ven? Al igual que no ven que las millones de misas que se hacen diariamente por los
difuntos también valen millones y millones.
“No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a
traer la paz, sino la espada. Porque he venido a enfrentar al hijo con su
padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra; y así, el hombre
tendrá como enemigos a los de su propia casa. El que ama a su padre o a su
madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más
que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de
mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará.
El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a aquel
que me envió”.
Es un lenguaje rudo, bélico, implacable, fantasioso y
delirante, pero verdadero, estas palabras de Jesús.
Todo empezó con los poderosos que mandaban y sus inventos
para dominar a los demás -los nacionalismos, las ideas igualitarias, las
dictaduras, dios, la ciencia-: una vez la bola de nieve empezó a rodar se hizo
gigantesca e inmanejable. De manera que salvo unos pocos son capaces de
cuestionar.
No lo captas, digo: ¿Por qué tú y otros vemos que lo
negativo es negativo, y hacemos algo, y ellos -la jerarquía religiosa- no lo
ven y no hacen realmente nada para que la pobreza y el hambre no prosiga?
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