jueves, 8 de noviembre de 2012

Escritos y publicaciones, 8-11-2012



La química ha de tener su lugar, como lo tiene lo psíquico, para que funcione el sexo, ¿no? Porque somos materia y espíritu-psicológico.

¿Y si ya tienes delante la verdad y no la ves? La verdad es darse cuenta que para que sea, no ha de haber ni división ni conflicto alguno en la acción, en lo que hacemos a cada momento. Por tanto uno tiene que verlo instantáneamente, o tiene que indagar por qué el pensamiento se divide y entra en conflicto ante un reto. Y los retos son la vida toda.

Gabo, ¿tú cómo lo sabes? Lo que fue Jiddu Krishnamureti, para que lo fuera, no solamente fue cosa de una persona ni de alguna organización espiritual o psicológica, jugaron muchos otros factores y personas para que ello fuera posible. Igual como te sucedió a ti y a todos. Nosotros, todo no lo podemos captar ni saber. Además cuantos menos nombres de organizaciones y personajes, y su condicionamiento -pues todos tenemos nuestro condicionamiento-, tanto mejor pues así somos más libres y descondicionados a la hora de encarar los hechos y los retos. Eso no quiere decir que uno ha de ser un inculto y cerrar los ojos a la realidad.  Pero, lo que se cuenta de alguien puede que no sea la verdad, ya que cada uno que lo cuenta  o falsea o añade algo que no es cierto.

Tal vez ese deseo de conocer creencias, organizaciones, etc., todo es vanidad -lo que se llama también mundanalidad-. Y nos perdemos porque la vanidad, es insaciable y no tiene fin. Así que, uno tiene que ir a la raíz de esa vanidad, que todos tenemos, y ver si podemos ir más allá de ella y sus problemas que genera.

Gracias, Patricia. Si, la vida misma es el mayor milagro que existe. Y los milagros siempre serán un misterio. Y los misterios no se pueden desvelar, porque dejarían de ser misterios. Por tanto, la sencillez, otro milagro, es lo que puede hacer los mayores milagros: vivir una vida sin conflicto.

Las despedidas, son sencillas hasta que interviene la emoción. Y la emoción y el sentimentalismo, son peligrosos pues nos alteran y hacen desaparecer la inteligencia.

Pero. Paul, el amor no puede ser un invento. Ha de ser una realidad. ¿Cómo sabremos qué lo que hacemos es verdadero? Sólo hay una manera de saberlo: para que haya amor ni la división ni el conflicto tienen que estar.

La felicidad es negación. Porque esa negación limpia y purifica de responsabilidades, de deseos contrapuestos. Y en el negar, aunque siempre se puede negar ese negar, siempre da el mismo resultado: la ausencia de conflicto.

José. La meditación implica no pensar. Pero la meditación también abarca el pensar. Porque el pensamiento no va a desaparecer. Y si lo hacemos desaparecer vamos a generar conflicto. Uno en meditación lo que hace es observar todo el juego de los pensamientos que se suceden unos a otros. Y es entonces cuando aparece la mente, que es toda la unidad del cerebro, el pensamiento y el cuerpo. Por eso la meditación existe cuando existe esa unidad indivisible de todo lo que sucede, tanto dentro como fuera, internamente como externamente.

Creo que es una de las cosas más extraordinarias que he visto en video, por su alta definición y la música armonizada con las imágenes. Los orientales son muy extremos, y a la hora de ser sencillos, lo consiguen llevándolo al extremo, lo cual es una virtud. Siempre que no se imponga a los demás. Gracias, Patricia.

Si decimos que toca vivir y nos desentendemos de todo lo que hacemos, de todo lo que está sucediendo, entonces ese comportamiento es meramente el de un animal: comer, dormir y reproducirse. Y así estamos bloqueados. Cuando sí que hay una posibilidad de que todo eso que sucede de conflictos y enfrentamientos cambie. Esto implica  que uno tiene que descubrir cómo funciona el pensamiento y su invento que es el ‘yo’. Pues sin comprender de qué manera funcionamos, no podremos deshacernos de lo viejo para que llegue lo nuevo.

El miedo es el miedo. Es decir en un miedo están todos los miedos, Vicky. No hay un miedo más importante que otro. Pues todos tienen la misma raíz: la división interna y el conflicto que le sigue.

Los jóvenes han de ser revolucionarios. Y los viejos también. Todos han de ser revolucionarios. De lo contrario nuestras vidas se irán a pique. Es decir seremos tragados por la corrupción y la inmoralidad.

Enghelbert. Como no está del todo claro, voy a ponerlo más inteligible: El problema es que nosotros lo vemos y no actuamos así de inmoralmente, como lo hacen ellos.  Pero, ¿por qué ellos no lo ven? Al igual que no ven que las millones de  misas que se hacen diariamente por los difuntos también valen millones y millones.

“No piensen que he venido  a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada. Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra; y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa. El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá;  y el que pierda su vida por mí, la encontrará. El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a aquel que me envió”.
Es un lenguaje rudo, bélico, implacable, fantasioso y delirante, pero verdadero, estas palabras de Jesús.

Todo empezó con los poderosos que mandaban y sus inventos para dominar a los demás -los nacionalismos, las ideas igualitarias, las dictaduras, dios, la ciencia-: una vez la bola de nieve empezó a rodar se hizo gigantesca e inmanejable. De manera que salvo unos pocos son capaces de cuestionar.

No lo captas, digo: ¿Por qué tú y otros vemos que lo negativo es negativo, y hacemos algo, y ellos -la jerarquía religiosa- no lo ven y no hacen realmente nada para que la pobreza y el hambre no prosiga?

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