domingo, 4 de noviembre de 2012

Escritos y publicaciones, 5-11-2012



La realidad lo abarca todo, toda la vida. Si se excluye algo nos dividimos y fragmentamos de la realidad, de lo que es.

Los reinos -las monarquías- aunque administren un cierto bienestar -siempre hay excluidos y pobres-, no por ello dejan de ser inmorales. Pues, su manera de vivir es corrupta, donde derrochan de todo: privilegios, inmunidad, toda clase bienes materiales. Además hay una trampa, lo que una persona considera bienestar -porque vive en pobreza- otro no lo ve como bienestar sino como pobreza. En Europa, vista desde África o Latinoamerica, todo parece bienestar. Pero los que viven allí no participan de esa riqueza que es presentada en la prensa del establishment. Hay pensiones de miseria, brutalidad y corrupción en todos los ámbitos. Y las prestaciones sociales no son las que se esperaban para que fuera realmente la sociedad del bienestar. E incluso en las libertades hay un estancamiento o retroceso.

No seamos inocentes. ¿Quién dice qué Fredy, Huberto u otros, ya están en el Nirvana o completamente liberados? ¿Hay una junta calificadora quién determina el grado de libertad y realización? Todo eso es nuestro condicionamiento, como lo tienen los comunistas y su estado perfecto, los cristianos y musulmanes, etc., y su paraíso, cielo.

Quien se dedica a buscar, el deseo se desboca. Y se hace un fanático de la búsqueda. Por lo que, uno está clavado en el suelo del devenir, del tiempo, del futuro. Por lo que se divide del presente, del ahora. Y todo lo que encuentre será lo mismo que tiene ahora, aunque sea con un diferente ropaje.

Por todo ello, es más importante vivir las enseñanzas que difundirlas.

Eso que dices Ajay, es miedo, placer y deseo para conseguir ese placer. Porque nos hacemos adictos. Y entonces, llega la animalidad. El animal no quiere cuestionar nada. Sólo lo quiere todo para él.

Hoy es un buen día para morir. Pero, ¿y si no morimos? La vida sigue ahí. Por tanto, seguimos con la cuestión: ¿cómo llegaremos a esa unión como si hubiéramos tomado una pastilla, mescalina o un trip? ¿Abrazándonos a eso qué nos da miedo? ¿O descartando eso que nos genera el miedo?

¿Qué podemos esperar si vivimos condicionados para experimentar placer? Y el placer es lo más caro. Pero como nos hemos hecho adictos al placer, puede más la corrupción que la moralidad. El placer son dos casas para vivir, derrochar en ropa, coches, viajes, cambiar de un sitio a otro sin parar, destruir comida y todo lo necesario para poder sobrevivir. Y claro, para descartar todo esto, se incluye el trabajo de ser diligente y no corrupto. ¿Podemos vivir sin ser inmorales e indolentes, derrochando?  Y no hay nadie que se escape de esta actitud corrupta, porque hemos de comer. Y para comer hay que hacer algún daño a alguien –corrupción-, ya sea un animal o a una persona aprovechándonos de ella para poder sacar un beneficio, etc.

Espero que hayas evolucionado y no seas nacionalista centralista fascista español. El dictador Franco también lo era y por eso cometió tantos asesinatos y represalias contra los que cuestionaban su nacionalismo. Tú tenías algo del dictador Franco. Ese nacionalismo centralista, se cree que todavía existen las colonias como las que tenía en Latinoamerica.

La pregunta más adecuada sería: ¿Por qué ha sido creada la vida? ¿Por qué hemos sido creados?

Hay algo que está muy claro: Donde hay riqueza, ha de haber pobreza. La riqueza siempre es a costa de otros, que son los más débiles. Es como vivir con una persona muy poderosa: si no tiene compasión y amor, te va a explotar de una manera o de otra. Es decir, que un poderoso aunque sea pobre, si no es compasivo y con amor, también te va a explotar. Esa es la fatalidad de la vida.

Allí y aquí es lo mismo. El que lo cambia y  hace la diferencia contrastando y cotejando es el pensamiento.

"Un intelectual es una persona que ha descubierto algo más interesante que el sexo”.
Pero el sexo siempre estará ahí: manifiesto y activo o latente y quieto.

Cuando se descubre y se vive que el pensador y el pensamiento son lo mismo, se termina el trabajo mentalmente. Porque todo es como si habláramos a solas creyendo que estamos hablando con alguien que no está presente.

Y, ¿tú qué dices Fredy? Porque, ¿quién sabe lo qué digo o no dijo Buda? El problema de nuestra vida es nuestro y solamente nosotros lo hemos de resolver -cada cual por su cuenta-.

Describe tú. si quieres, qué es el nirvana, Fredy.

¿Por qué nombrar la palabra dios? Si eso lo va a complicar todo, porque no sabemos lo qué es dios.

Describe, si quieres, con palabras claras e inteligibles, como si en la tienda te lo preguntara una persona, qué es cuántica, Enghelbertb.

Si es cierto todo lo que dices, Robert. Pero, ¿eso que dices lo vivimos o son sólo palabras que escribimos o leemos? Porque eso llega y pasa fugazmente. Y volvemos a lo de siempre: la división, el conflicto, el miedo. ¿Podemos estar más allá del conflicto y el miedo?

La respuesta está, pero también el dolor -miedo, enfermedad, brutalidad y violencia, la vejez y su deterioro implacable e irreversible, la pérdida de los momentos de gozo y alegría, etc.- ¿Todo esto qué sentido tiene, Patricia?

Pero eso no nos libera del dolor.

El dolor es igual a amargura, confusión, falta de unión, aislamiento, desorden y pérdida de lucidez y claridad a la hora de hacer algo.

Pero qué culpa tiene uno de traerlo aquí a esta vida en esta tierra, ¿para qué?

Desde la raíz, no tenemos ninguna responsabilidad.

No culpamos, sino qué preguntamos.

No hay respuesta posible, Por lo menos escrita aquí, o hablada. La vida es como es.

Querido, Ulta, eso sólo son palabras, no hechos.

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