domingo, 25 de noviembre de 2012

Escritos y publicaciones, 26-11-2012



Tú, Neto, tampoco puedes huir del dolor, ¿no? Cuando llega el frío intenso ahí está sin poder hacer nada para que se vaya. Y tal vez, como la mayoría, no puedes huir. Todo lo que existe está al alcance de los demás que también existen. No importa el dolor que nos causen o causemos, ya sea comiendo carne, vegetales, pisando la vida que hay por los suelos, en los parques, en el campo, atacándonos a nosotros una hormiga, un mosquito, una abeja, un pájaro, un perro, etc. Vivir es destruir y construir a la vez, a cada uno le toca destruir y que lo destruyan. Ese es el paradigma de la vida, de la existencia.

Si es cierto eso que dices, James. Es como la no-violencia que algunos proclaman y promueven, como si fueran santos incapaces de hacer algún daño. Eso no es cierto ni verdad, pues todos tenemos la violencia dentro de nosotros. Aunque sea por el comer carne. Y porque estamos divididos y en conflicto. Que es la esencia y la raíz de donde se desarrolla toda violencia: ya sea en defensa o en ataque, para alimentarnos, para conseguir un buen empleo, para ganar un partido de fútbol, para conseguir una buena mujer u hombre. Todo es competitividad con su esfuerzo y crueldad. No hay escape. Todo lo demás es una ilusión.

Lo intemporal es la nada. ¿Por qué los gurús y los maestros les cuesta tanto decir la nada, el vacío? Ellos dicen el Ser, la Iluminación, lo Eterno, el Nirvana, lo Absoluto, lo Total, el uno sin dos, el silencio, etc., pero todo eso es la nada. Pero parece ser que no quieren asustar a sus seguidores y discípulos con la palabra nada.

Tú mismo te resistes a decir: solamente lo que hay al final de todo, al final de la existencia, es la nada. Cuando nos morimos es como si muriera un caballo, una vaca, un perro. ¿Tanto cuesta esto de comprender y de decir?

Salida, ruta y el final es lo mismo. Es decir, nacer, crecer y morir. Seguimos con la nada que está al final cuando llega la muerte.
Ahora, tú y otros decís que todo lo manifestado, todo lo que existe, también es la nada. El Śūnyatā, ¿no es la nada, la vacuidad, el no-'yo', de la realidad, lo que existe? Pero, resulta que esa vacuidad, sin el 'yo', no nos deja libres de tener una desgracia, romperte una pierna, o que alguien te quiera robar y matar. Es entonces cuando habrá que ver esa vacuidad si es verdadera o solamente son palabras.
Creo que todo son palabras, pues tu mente recibe lo que hay en mi mente y la de tus vecinos, la de todos los que están vivos. Y tú, ¿cómo puedes pretender que las ondas mentales no lleguen a ti? Entonces, es cuando han inventado la concentración, los mantras, la música, la meditación, la actividad sin cesar, etc., para bloquear la mente de manera que no sea receptiva a la mente global, universal. Por lo que todo es una tontería, una ilusión, un tapón, una muralla, represión como se reprimen los frailes, los yoguis, las monjas, etc.

Tim. ¿Tú eres capaz de dar la vida por alguien que se está ahogando en medio del mar y te llama a gritos para que le ayudes? Por eso, lo definitivo es ver si las palabras son hechos o son no-hechos. Las palabras no son los hechos. Por eso tienen tan poca importancia, ningún valor.
Pero a nosotros nos gusta comprometernos, hablar diciendo: 'Te quiero, no te fallaré, pide lo que quieras'. Pues el hombre es quiero y no puedo.

Esas historias de los paraísos, en el que habían vivido los hombres, es un señuelo para las personas que controlan y usan las religiones. Y es por eso, que esas religiones que usan esa fantasía, su teología es tan pobre y superficial. Porque esas historias imposibles, se convierten en mentiras y falsedades, que obstruyen la libertad. Pues la libertad no admite ni mentira ni engaño.

He leído tu entrevista de hoy. Gracias por tus informaciones y comentarios.
Tú dices que no te fías de nadie. Yo tampoco me fío de ti ni de nadie.
Por eso, te digo que Israel sigue cometiendo un genocidio contra los árabes en Palestina, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando llegaron los judíos donde no vivían allí. Una pregunta: ¿Por qué yo si soy judío y vivo en Argentina, tendría que ir a vivir a Israel? No me digas que no soy judío y no lo entiendo: eso es fanatismo, fundamentalismo, y la llamada del gobierno para ser muchos y hacer el Gran Israel que llega hasta Irak. Ese el principal problema: allí no hay sitio para todos. Y ahora os habéis amontonado como animales -y ya estamos como siempre, viviendo con la imagen mala de los judíos-. Y por eso robáis, asesináis indiscriminadamente. Y seguís con vuestro genocidio.
Decís que queréis poner orden, pero lazáis proyectiles desde el aire para asesinar a alguien extrajudicialmente que va por la calle y matáis también a los inocentes que pasan por allí. ¿Eso qué orden es? Eso es la acción de alguien enloquecido porque esos asesinatos  se hacen  recurrentemente desde hace veinte o treinta años. Comprando la información sobre las víctima  a traidores palestinos por lo que aumentáis la confusión, el odio y el desorden en la zona.
Dices que no te crees que Israel tiene la bomba atómica. Pues, todos los dicen. ¿Es qué estás mal informado o pretendes engañarnos con tus artimañas?

La nada de ahora no es la misma que la de después de la muerte. Ahora hay percepción, ver y observar. La nada que viene con la muerte es la nada sin nada que ver ni mirar ni percibir, como cuando dormimos profundamente.

Tú sabrás, Alfredo, si estás más allá. Yo no lo sé. Explícalo, por favor, cómo es eso de que siempre estuvimos allí.

El ir más allá, Alfredo, no se refiere a algo esotérico, mágico, un lugar físico o no. Más allá quiere decir: si uno tiene sed ha de ir más allá de la sed, es decir, ha de beber agua. Ese es todo el trabajo que hay que hacer. Si uno no quiere la guerra, ha de ir más allá de ella. Y para eso, ha de descubrir qué es la guerra, dónde está su raíz, qué es la violencia, etc.

Para terminar con algo, solamente hay que ver que es negativo e ir más allá de eso.

La santidad, ¿es ello posible? Es otra ilusión y vanidad de los desgraciados hombres. Si es que reconocemos que santidad es la abstención de hacer algún daño. Por eso santo que respira, no vale. Y el muerto tampoco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario