Decir que una cosa será en el
futuro -salvo la muerte-, no es lo real ni lo verdadero. Porque el que dice que
sabe es que no sabe. La totalidad -que es infinita-, ¿cómo la podemos abarcar?
Es verdad que la mutación sucede
con el pensamiento plenamente activo. La única condición para esa mutación, es
que no haya interferencia ni división ni conflicto, con lo que sucede.
La mente no se puede dominar. Sólo
podemos mirar su actividad sin interferir en ella. Y la meditación es ir más
allá de la actividad de esa mente. Es decir, la meditación, es la no dualidad
de bueno y malo, del conflicto entre los opuestos. Gracias, por tu aportación,
Jesús.
Hemos de atenernos a los hechos.
Y no inventar no-hechos.
La raíz de todo el desorden y
confusión, está en la división y el conflicto interno. Todo queda arreglado, el
desorden y la confusión, cuando ya no hay división interna. Ahora bien, ¿cómo
llego a la conclusión de que el conflicto y la división es tan dañino,
peligroso y el causante de todas las guerras y sus matanzas, los genocidios,
etc.? Porque, uno tiene la percepción del peligro que es esa división, de la
misma manera que uno ve el peligro del fuego que quema y se aparta. Mientras que,
lo que nos genera división, y sus conflictos que la acompañan, no nos queme no
podremos tener esa percepción que nos hace ir más allá de todo el caos de la
violencia, de la contienda, del enfrentamiento, de los lanzamientos der misiles
encima de las ciudades llenas de personas.
Es el miedo, la ignorancia, el
que hace que el pensamiento trabaje a pleno rendimiento, agarrando y
aferrándose a lo conocido que es el pasado. La guerra, sin el pasado no podría
ser. Porque la guerra todo son reproches, exigencias, cambiar la realidad para
acomodarla a cada contendiente. Cuando la solución está en ir más allá de todo
eso que es lo viejo y conocido, el pasado.
En las telas se pueden ver hilos
o telas solamente. Todo depende de como lo miremos. Y eso pasa en todo, una
manada de centenares de pájaros es un pájaro y todo el grupo a la vez. Y lo
mismo con la humanidad.
Un momento, Fernando, todo es muy
sencillo. ¿Qué importa quién ve que el fuego va a quemarte la mano y por eso la
apartas? ¿Qué importa cuando nos enfrascamos en una discusión y subimos el tono
de manera que hablamos sin dominar ni controlar lo que decimos? Lo importante
es que sucede. Y eso es lo sagrado, porque no se puede manejar. Ello sucede y
desaparece, ese es el hecho.
¿El hecho de qué el fuego te está
quemando la mano, se puede cuestionar, es eso falso?
Pablo, desafortunadamente nos
movemos por el dolor. Si no hubiera dolor seríamos fieras enloquecidas, lo
arrasaríamos todo, más que ahora todavía.
En el momento que vamos más allá
del tiempo y el espacio, no hay nada, ni 'yo' ni 'tú' ni 'nosotros' ni 'ellos',
nada. Solamente hay una percepción, un darse cuenta sin opción, sin deseo, de
lo que sucede.
Pablo. Digamos lo que digamos, si
no hemos comprendido que la división es la causa de todos
Si tú ves que un tigre te muerde,
¿aún dudarías de qué eso es un invento, una ilusión? ¿Deberías
probarlo para poder ver realmente qué sucede?
El 'yo' aparece cuando esa
intensidad, esa pasión que no es fanatismo, desaparece. Cuando no estamos
atentos con toda nuestra energía, la sangre, los nervios, con todo nuestro ser,
es cuando el 'yo' opera.
En todo ese fanatismo religioso
se esconde un beneficio material, un conservadurismo. Los muy pobres no llegan
a ese fanatismo religioso, porque saben que eso –la religión organizada- es
cosa del poder, del establishment, que está de una manera o de otra relacionada
con ello. De lo contrario no lo consentirían, porque van a favor de su
corriente: creencias, poder piramidal, autoridad, obediencia, etc. Es decir,
los creyentes y fanáticos religiosos lo son porque temen algo que perder.
Matar es demasiado dramático e
importante, para usarlo de otra manera que no sea precisa e imprescindible. Esa
decir, matar es matar a un ser viviente.
Las fantasías y los delirios no son hechos. Sino
supersticiones y fanatismo, beatería, un negocio. Pues al final, y desde el
principio, la vida es un negocio, nuestro negocio, el de cada uno.
Pero ese porqué para poder vivir -que es salvaguardar
nuestra vida-, no ha de ser un dogma ni la base desde donde nazcan todas
nuestras decisiones y acciones. Si no seríamos meros animales, sin poder ir más
allá de nuestros condicionamientos y programación.
Para poner el pensamiento en su lugar, hay que renunciar,
ir más allá de todo eso que nos da seguridad y placer. Ese el verdadero
problema donde estamos atrapados.
Todos los ríos son sagrados, ¿verdad? Son libres y activos.
Si a un río lo aceleramos o queremos retener su corriente, generamos desorden y
confusión, ¿no? De la misma manera, la mente-pensamiento si nos inmiscuimos con
ella, si queremos huir de ella, alterar su natural fluir, también generamos
desorden y caos. Que es el mismo desorden y caos que hay ahora en todas partes
donde el hombre está.
¿Por qué se genera ese desorden y caos? Porque al querer
alterar la realidad, lo que es, nos dividimos de esa realidad, inventando otra
realidad que más me gusta y satisface. Por lo que, provocamos conflicto entre
lo que quiero y lo que es. Y si hay conflicto, el dolor y el sufrimiento están
ahí dentro de nosotros. No lo acepte sin más, indaga, investiga, cuestiona y
descubre por ti mismo. De lo contrario no serás libere, sino un seguidor que
repite. Y el amor está en lo nuevo y prístino, lo que nunca antes había sido. Y
de todo eso llega la dicha del vivir. Gracias, Shw Bhardwaj.
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