lunes, 19 de noviembre de 2012

Escritos y publicaciones, 19-11-2012



Decir que una cosa será en el futuro -salvo la muerte-, no es lo real ni lo verdadero. Porque el que dice que sabe es que no sabe. La totalidad -que es infinita-, ¿cómo la podemos abarcar?

Es verdad que la mutación sucede con el pensamiento plenamente activo. La única condición para esa mutación, es que no haya interferencia ni división ni conflicto, con lo que sucede.

La mente no se puede dominar. Sólo podemos mirar su actividad sin interferir en ella. Y la meditación es ir más allá de la actividad de esa mente. Es decir, la meditación, es la no dualidad de bueno y malo, del conflicto entre los opuestos. Gracias, por tu aportación, Jesús.

Hemos de atenernos a los hechos. Y no inventar no-hechos.

La raíz de todo el desorden y confusión, está en la división y el conflicto interno. Todo queda arreglado, el desorden y la confusión, cuando ya no hay división interna. Ahora bien, ¿cómo llego a la conclusión de que el conflicto y la división es tan dañino, peligroso y el causante de todas las guerras y sus matanzas, los genocidios, etc.? Porque, uno tiene la percepción del peligro que es esa división, de la misma manera que uno ve el peligro del fuego que quema y se aparta. Mientras que, lo que nos genera división, y sus conflictos que la acompañan, no nos queme no podremos tener esa percepción que nos hace ir más allá de todo el caos de la violencia, de la contienda, del enfrentamiento, de los lanzamientos der misiles encima de las ciudades llenas de personas.

Es el miedo, la ignorancia, el que hace que el pensamiento trabaje a pleno rendimiento, agarrando y aferrándose a lo conocido que es el pasado. La guerra, sin el pasado no podría ser. Porque la guerra todo son reproches, exigencias, cambiar la realidad para acomodarla a cada contendiente. Cuando la solución está en ir más allá de todo eso que es lo viejo y conocido, el pasado.

En las telas se pueden ver hilos o telas solamente. Todo depende de como lo miremos. Y eso pasa en todo, una manada de centenares de pájaros es un pájaro y todo el grupo a la vez. Y lo mismo con la humanidad.

Un momento, Fernando, todo es muy sencillo. ¿Qué importa quién ve que el fuego va a quemarte la mano y por eso la apartas? ¿Qué importa cuando nos enfrascamos en una discusión y subimos el tono de manera que hablamos sin dominar ni controlar lo que decimos? Lo importante es que sucede. Y eso es lo sagrado, porque no se puede manejar. Ello sucede y desaparece, ese es el hecho.

¿El hecho de qué el fuego te está quemando la mano, se puede cuestionar, es eso falso?

Pablo, desafortunadamente nos movemos por el dolor. Si no hubiera dolor seríamos fieras enloquecidas, lo arrasaríamos todo, más que ahora todavía.

En el momento que vamos más allá del tiempo y el espacio, no hay nada, ni 'yo' ni 'tú' ni 'nosotros' ni 'ellos', nada. Solamente hay una percepción, un darse cuenta sin opción, sin deseo, de lo que sucede.

Pablo. Digamos lo que digamos, si no hemos comprendido que la división es la causa de todos

Si tú ves que un tigre te muerde, ¿aún dudarías de qué eso es un invento, una ilusión? ¿Deberías probarlo para poder ver realmente qué sucede?

El 'yo' aparece cuando esa intensidad, esa pasión que no es fanatismo, desaparece. Cuando no estamos atentos con toda nuestra energía, la sangre, los nervios, con todo nuestro ser, es cuando el 'yo' opera.

En todo ese fanatismo religioso se esconde un beneficio material, un conservadurismo. Los muy pobres no llegan a ese fanatismo religioso, porque saben que eso –la religión organizada- es cosa del poder, del establishment, que está de una manera o de otra relacionada con ello. De lo contrario no lo consentirían, porque van a favor de su corriente: creencias, poder piramidal, autoridad, obediencia, etc. Es decir, los creyentes y fanáticos religiosos lo son porque temen algo que perder.

Matar es demasiado dramático e importante, para usarlo de otra manera que no sea precisa e imprescindible. Esa decir, matar es matar a un ser viviente.

Las fantasías y los delirios no son hechos. Sino supersticiones y fanatismo, beatería, un negocio. Pues al final, y desde el principio, la vida es un negocio, nuestro negocio, el de cada uno.

Pero ese porqué para poder vivir -que es salvaguardar nuestra vida-, no ha de ser un dogma ni la base desde donde nazcan todas nuestras decisiones y acciones. Si no seríamos meros animales, sin poder ir más allá de nuestros condicionamientos y programación.

Para poner el pensamiento en su lugar, hay que renunciar, ir más allá de todo eso que nos da seguridad y placer. Ese el verdadero problema donde estamos atrapados.

Todos los ríos son sagrados, ¿verdad? Son libres y activos. Si a un río lo aceleramos o queremos retener su corriente, generamos desorden y confusión, ¿no? De la misma manera, la mente-pensamiento si nos inmiscuimos con ella, si queremos huir de ella, alterar su natural fluir, también generamos desorden y caos. Que es el mismo desorden y caos que hay ahora en todas partes donde el hombre está.
¿Por qué se genera ese desorden y caos? Porque al querer alterar la realidad, lo que es, nos dividimos de esa realidad, inventando otra realidad que más me gusta y satisface. Por lo que, provocamos conflicto entre lo que quiero y lo que es. Y si hay conflicto, el dolor y el sufrimiento están ahí dentro de nosotros. No lo acepte sin más, indaga, investiga, cuestiona y descubre por ti mismo. De lo contrario no serás libere, sino un seguidor que repite. Y el amor está en lo nuevo y prístino, lo que nunca antes había sido. Y de todo eso llega la dicha del vivir. Gracias, Shw Bhardwaj.

No hay comentarios:

Publicar un comentario