miércoles, 14 de noviembre de 2012

Escritos y publicaciones, 14-11-20121



'Toda la idea de espíritu o psiquis es falsa. Me sorprendí al descubrir que no había tal cosa como materia en absoluto'. Entonces, si no hay materia ni psiquis. sólo queda la percepción. Pero, esa percepción, ¿no queda alterada por la psiquis y la materia de una manera o de otra? El problema es: ¿Puede el 'yo' cesar para siempre para que sólo haya percepción como la tienen los animales?

Gracias. Tao.  Por ofrecer el video. Por muy impactante que sea lo que se anuncia, todo eso es una repetición, ya que ha pasado otras veces -con la tierra llena de vida como ahora-. Pues el infinito destruye toda idea o teoría. Porque hay infinitas posibilidades de que vuelva a suceder, suceda, como que no.

Pregunta: ¿Puede desaparecer definitivamente para siempre el 'yo'? Respuesta: ‘Si, Toni, cuando dejemos de ocupar el cuerpo’. Es verdad, Rolando. Fin de la cuestión.

Eso del Ser, es mucho decir. Es como decir iluminación, liberación, santidad, Nirvana. Sólo  palabras, Rolando, nada más.

Gracias, Amodeo. No lo he podido escuchar todo. Aunque lo que dice el que habla en la grabación, respecto a que cuando una vez salían de la presencia de Jiddu Krishnamurti, en sus pláticas, volvían a la vulgaridad y la superficialidad del 'yo', sus miedos, deseos, frustraciones, etc. Eso mismo nos pasa a todos, porque cuando estamos absortos en algo que nos interesa, el 'yo' desaparece, porque hay atención total. Cuando lo que nos genera ese interés -atención total- desaparece vuelve el 'yo'. JK, también le pasaba lo mismo: cuando no estaba platicando o absorto en algo, estaba receloso, tenía miedo, se frustraba, deseaba, etc. Y tenía que vérselas con todo eso. Eso mismo les pasa a los que entran en trance, donde no hay nada, ni el que percibe ni la percepción. Sólo el flujo de la vida sin dirección. Pero cuando salen del trance, todo vuelve a lo de siempre. Por lo que, la cuestión es: ¿Es posible vivir con atención total, con el interés que la genera, por siempre?

Las opiniones personales, Yevakte, nos confunden y nos llevan al desorden, Uno sólo sabe lo que otros escriben y dicen, pero de su vida privada, cómo vive, etc., no sabemos nada. Así que lo más adecuado es atenernos a lo que escribimos y decimos.

La fe y la creencia no tiene sentido. ¿Para qué tengo que tener fe en el teclado del ordenador que me sirve para escribir esto? En cuanto a lo que está más allá, menos evidente y tangible, ocurre lo mismo: cuando vemos que algo es lógico, verdadero, real -incluso yendo más allá de la lógica-, ¿qué necesidad hay de la fe, de la creencia? Lo que es, es. Lo demás inventos y supersticiones. La prueba está en que lo verdadero es la ausencia de conflictos y problemas, que desencadenen en más problemas en una dinámica que no tiene fin.

Rolando. Por eso, como es inviable la no-mente para la vida cotidiana, que es la única que podemos vivir -hacer algo para poder comer, etc.-, ¿para qué mencionarla y hablar de ella: la liberación total, la iluminación, la no-violencia, el nirvana, dios, etc.? Cuando todo eso es una ilusión, un entretenimiento.

Las abstracciones no son los hechos. Y los hechos, son los hechos. Y con los hechos salen otros hechos. Eso es todo, Rolando.

Lo que quiero decir, es que eso que transmitía Jiddu Krishanurti -esa energía tan arrolladora e intemporal-, es lo que trasmiten también cualquier líder, gurú, el último cantante de moda, que sus seguidores y oyentes disfrutan también de ellos. Otra cosa es lo que transmiten.

Si decimos que no creemos en Dios, es la misma creencia que decir que creemos. Creer y no creer, son lo mismo: creencias. Y la creencia es divisiva, genera desorden y conflicto con su opuesto.

Alguien le preguntó si haría Huelga General. ‘Si la hago me juego mucho’. Dijo, que el dueño le informó que si hacía huelga tendría que exponerse a las consecuencias: ‘Sabes que si paso la página enseguida tengo otro para sustituirte’. El hombre siguió contando: ‘De todas maneras estoy mal. Hace unos días me quitaron el iPod –ordenador de bolsillo- y dinero de la furgoneta. Pues la cerradura salta y se abre ella sola. La dejé aparcada y cuando volví ya no estaban. Se lo informé al dueño y él me dijo que ese era mi problema. También le dije que arreglara la cerradura y él no hizo caso. Así que lo que haga todo saldrá mal’. Cuando acabó de decir lo que le quemaba, tenía los ojos rojos a punto de llorar. Era un hombre de unos treinta años, alto y fuerte. Uno le dijo que mal por mal, si vas a salir perjudicado haciendo huelga, y tú no quieres perjudicarte, no tendrías que hacer huelga. Otra persona le dijo, un tanto avergonzada, que tendría que hacerla. Él contestó: ‘No sé lo que haré’.

Fernando. Un hecho: que caiga un rayo, no depende de la memoria. Un hecho está más allá de nuestros deseos. Por otra parte, la memoria cuando hay atención total y profunda, funciona. Pero no se interfiere con lo que está sucediendo, porque el 'yo' no está operando. Mientras no asumamos, veamos claramente, que donde hay atención el 'yo' no es, iremos con pasos tambaleantes. El único problema es el 'yo', que es generador de división y conflicto. Y mientras haya conflicto, enfrentamientos y contienda, hagamos lo que hagamos, nos llevará a la violencia y a la guerra.

Todos los dioses que crea el hombre han de ser a su semejanza. Pues los hombres sólo hacemos lo que conocemos.

Un hecho es tu ahora. Si te quedas ahí no habría problemas. Pero, querido Fernando, ¿puedes quedarte hasta el día que te mueras ahí en el ahora? Ese es todo el problema. Que no lo es, porque no tiene solución alguna. Y lo que no tiene solución es un hecho.

Donde hay esfuerzo, ¿puede haber amor? Y si no hay amor, nada de lo que hagamos vale, no tiene sentido verdadero alguno.

Cuando llega el amor, todo desaparece: el karma y todas las cosas ya sean negativa o positivas. Por lo que el amor -y su justicia- están más allá de juicios, explicaciones e indagaciones.

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