He leído tu entrevista de ayer.
Gracias.
Y encuentro que dices muchas
vaguedades y superficialidades. Cuando dices que es mejor estar unidos con los
que te maltratan y humillan, te quitan lo que es de uno, etc. Te pregunto, ¿los
nativos norteamericanos, que eran los dueños de toda Norteamérica –usando el
término que usan los políticos, etc.-, cuando llegaron los europeos tan
poderosos, podían unirse a ellos, pactar con ellos, fiarse de ellos? Hicieran
lo que hicieran, siempre perdieron, hasta encerrarlos en campos de
concentración. Pues, ese es el paradigma por el que nos regimos las personas.
Por lo que no somos de fiar, porque el más poderoso roba, maltrata, humilla, al
que es menos que él. ¿Entiendes lo que te estoy diciendo?
Tú lo puedes ver con EE.UU., que
ha hecho –y todavía hace- lo que le da la gana con el mundo. Cuando quiere
declara una guerra, invade un país y lo arrasa. Cuando quiere, siente la
necesidad, actúa como un vulgar terrorista para asesinar al que creen que es su
enemigo. En el salvaje oeste, dicen que era sagrado que el alguacil –el
Marshall- protegiera de la multitud al acusado de un delito grave, asesinato,
robo de caballos, etc., hasta que fuera juzgado por la autoridad de un juez, que
podía ser ejecutado o no. Pues eso, parece que se ha acabado, si es que alguna
vez funcionó.
Y eso mismo, pasa también con
Palestina que ha sido invadida por Israel y sus colonos judíos que llegan de
todas partes. Y, ¿qué hace EE.UU, que es como el alguacil del mundo? No hace
nada. Cierra los ojos, bloquea las resoluciones de la ONU, que condenan a
Israel para que cumpla sus resoluciones, para que no colonice más territorio
palestino ocupado, para que se creen dos estados independientes y soberanos.
¿Ves como seguimos con el mismo
paradigma del más poderoso que no respeta? ¿Puede Palestina –los palestinos-
fiarse de Israel y de EE.UU.? No pueden. Porque son como los nativos indígenas
norteamericanos que fueron aniquilados por los europeos que fueron allí. Y eso
pasa en todos los sitios. Tal vez, si tú estuvieras en el bando perdedor lo
comprenderías al vivirlo en tu propia carne. Mientras tanto, nada nuevo bajo el
sol, cambia algún detalle. Pero solamente es un rascar en la superficie del
problema, que es la vida de los hombres.
Sea lo que sea, esa comparación
de la materia con la mente no puede ser adecuada. Por lo demás, debemos
atenernos a los hechos y no perdernos en lo que debería ser, nos gustaría que
fuera. El problema, está en el presente, el problema es ahora. Nos gusta jugar
con palabras que nos distraen: liberación total, Nirvana, realización, no-violencia
-su ausencia-. Todo eso son no hechos. Y por tanto, son una distracción que nos
deja en el desorden y en la confusión. La mente, es capaz de inventar, de ver y
oír, lo que le conviene, o no le conviene.
¿En el ámbito
psicológico-espiritual se puede decir: 'La corriente cesa poco a poco'? En el
ámbito de la liberación uno o es libre o no lo es. Es como la mujer embarazada:
o lo está o no lo está.
Pero la libertad, tiene sus
peligros que hay que asumir, saber que pueden estar a la vuelta de la esquina.
De todas maneras el vencedor es
más cruel que el vencido. Pues el vencido, ya no se puede defender porque está
muerto. Aunque si viviera, seguramente haría lo mismo que le hizo el vencedor:
matarle.
Eso ya ha sucedido algunas veces.
Por eso, unos a otros se odian tanto. Para los que no lo saben, eso no es de
ahora, tiene varios cientos de años.
Hay quienes se llaman
intelectuales, que dicen que necesitan la libertad para operar ellos. Pero
cuando los demás quieren la libertad, se vuelven nacionalistas centralistas
fanáticos. Es su locura nacionalista.
No hay persona más idiota que
alguien que se oponga a la libertad, a la compasión y el amor. Todo son escusas
egoístas y crueles.
La división es el verdadero
problema que tenemos. Pues al estar dividido internamente se manifiesta en todo
lo que hacemos. Aunque eso, no se puede erradicar. Todos tenemos algo que nos
divide de los otros. Y si reprimimos esa división, ella se acentúa y
acrecienta. Por lo que sólo podemos mirarla atentamente, aceptándola. Y desde
ese estado de aceptación que es atención, ir más allá de ella.
Los nacionalismos inglés, alemán,
norteamericano, francés, español, vasco, flamenco, valón o catalán, son
expresiones de esa división interna. ¿Puede alguien hacer algún daño a uno que
está más allá de la división? Es decir, ¿si Francia no está dividida, puede
recibir algún daño de Inglaterra? Si tú, Vicky, no estás dividida, ¿puedes
recibir algún daño de mí que quiera hacerte? Esa es la cuestión.
La unión no genera barreras ni
fronteras ni problemas. Lo sufre como si no existieran.
La insensibilidad, la indolencia,
la crueldad, de los cristianos seguidores de Jesús: los ricos no ven lo que
tienen delante, tienen el corazón seco, sólo se aman a ellos, a los del clan, a
su familia y amigos. Los otros a escurrirlos como trapos y que trabajen y callen. Y por eso, el
desorden y el caos, sigue aumentando. Las autoridades eclesiásticas deberían
bramar y tronar, pues sus ovejas son maltratadas: sus vecinos parroquiales, sus
hermanos en Cristo, viven en la precariedad, en la pobreza, en la miseria de no
tener nada ni ser nada. Podrían vender todos los palacios arzobispales, la
residencia veraniega del papa, los palacios romanos, el oro abundante, los
tapices, los cuadros, las acciones en empresas armamentísticas y bancarias,
etc. Para así estar en paz con su alma y su precepto de amor fraterno de dar
todo lo que no se necesite. ¿Por qué no lo hacen? Porque son humanos. Quieren
ser santos, pero no lo son. Son como todos
somos: queremos pero no podemos.
Te envío este texto para que te
clarifique tu mente y puedas actuar con compasión y amor. Es decir no ser corrupto
ni inmoral, que es ser injusto, fanático y ciego ante la realidad de lo que son
las cosas. Yendo más allá de la ley del papel cuando haga falta, para entrar en
la ley que no está escrita, que es la del amor.
Pero uno no está siempre no
dividido. Cuando tú discutes con alguien, ¿hay división en ello? Lo bonito
sería que nunca nos dividiéramos, ¿pero es eso posible, Vicky?
Pero lo bonito, y terrible, es
que él también era un mentiroso. Por lo que, ¿qué hacemos si todos decimos mentiras,
si todo lo que vamos a decir son mentiras?
Le dice el gato a la rata, que la
tiene en su boca para comérsela: ‘Ten paciencia'
No creas que eres el único. Pues,
cualquier persona sensible, que ha visto lo que es la vida, le ocurre lo mismo.
Ahora bien si consientes ir al extremo, mediante actitudes y actos que te van a
aislar más, entonces se convierte en un problema. Sin una buena relación con las personas, ya
sean cercanas o lejanas, nada tiene sentido. Y si nada tiene sentido, queremos
hacer lo que nos de la gana. Y la reacción de hacer lo que nos de la gana, es
que los demás no lo aceptan y nos rechazan. Y nosotros rechazamos a ellos.
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