lunes, 29 de octubre de 2012

Escritos y publicaciones, 29-10-2012



Por supuesto, Jorge, el 'yo' es divisivo y por tanto genera aislamiento. Y por supuesto que alguien puede estar en un cine, o discopub, rodeado de personas y sentirse aislado. Pero, el aislamiento más grave es cuando uno huye de las personas y lo que hacen.

Si tú ves que estar dividido es negativo y falso, ese mismo hecho de ver te libera de la división. Ahora bien, ¿quién miraba la división y su negatividad, Daniel? Al no huir de ese hecho divisivo, termina la división. Porque el no huir, que es atención total, genera la inteligencia. Así que ir más allá de algo negativo, es percibirlo y sin huir transcenderlo. ¿Por qué quieres añadir más palabras para describir lo que no se puede hacer con palabras?

Solamente en Inglaterra. ¿Y Holanda, Bélgica, Francia, etc. que están a diez kilómetros de distancia?

Ese es la cuestión: un drogadicto, uno que vive como un loco, uno que conduce a tope, uno que se emborracha, no solamente es su problema, porque va generando problemas que nos afectan a los demás. El que va demasiado de prisa puede atropellar, el drogadicto pierde la cabeza, el borracho lo mismo. Los que viven con su más y más, lo destruyen todo pues su velocidad es devoradora e inhumana. Luego están los gastos médicos y de hospitales, de los estragos que generan. Por eso una persona seria, todos los problemas de los demás son suyos también. Y eso requiere una gran sensibilidad, una gran pasión que no es fanatismo.

Gracias por el aporte, Enghelbertb.
¿El problema es realmente el hombre o es qué la naturaleza lleva su ritmo implacable? Nosotros hacemos algo para alterar la naturaleza. Pero, ¿es eso suficiente para alterarla irreversiblemente? O de todas maneras los procesos climáticos y sus cambios son indescifrables para nosotros. Pues cuando no existían los hombres hubo glaciaciones, hecatombes como la tierra bombardeada por grandes piedras, etc.

No solamente en occidente estamos obsesionados por la palabra dios, los musulmanes, hindúes, etc., también tienen la misma obsesión. Eso es así, porque tenemos miedo y no entendemos todo lo que nos rodea. Pues aunque hay un cierta calma relativa, sabemos que puede suceder algo trágico y desgarrador: un terremoto, huracanes e inundaciones, sequías, revueltas y guerras, muertes de personas cercanas a nosotros. Y todo eso, es muy aterrador y perturbador, por lo que inventamos a dios, nos dirigimos a él para tener algún consuelo, esperanza e ilusión.

Lo más triste es que el gobierno lo tolera, lo alienta, lo subvenciona. Y dice y proclama que es la fiesta nacional de España –la tortura y los asesinatos violentos de los toros-. ¿Puede ese espectáculo macabro y cruel ser tolerado, subvencionado y aplaudido, etc., por una persona sensible? Los políticos tienen mucho poder, y los que mandan también, y si no lo rechazan será porque a ellos también les gusta y disfrutan con la crueldad y el sadismo de la tortura. Pues se les ve en esos salvajes espectáculos riendo y gozando.

Ah, Rodolfo, ahí está tu éxito -que te lo crees tú-, decir: 'A mí dios, no me desempare'. O sea, que has convertido una creencia en un muleta, en un terreno solo para ti. Pero eso, no funciona. Porque, te divides de los demás y entras en conflicto. Cuando uno va a hacer una ofrenda a dios al altar, se le dice: '¿Qué haces aquí? Antes de hacer la ofrenda, ves y haz las paces con tus enemigos'. Y los enemigos llegan cuando te divides y estás en conflicto, porque no estás en paz contigo mismo. Y si tiene que haber paz interna, has de estar vacío de toda idea y teoría por sagrada que nos parezca.

Hola Francisco. Ayer os vi en el programa cuando intentabais poneros de acuerdo sobre la usura. Creo que fue una pérdida de tiempo para la mayoría de los telespectadores del programa. Pues, la mayor parte del tiempo la invertisteis en detalles técnicos-religiosos-jurídicos. Una lástima.
El problema de la usura es que esta semana pasada en Granada -España- una persona que iba a ser desahuciada, se ahorcó en su casa antes de que entrara la policía a echarlo a la calle. Ese es el verdadero problema. Además, ¿no somos cristianos? Jesucristo, si hubiera estado ayer en la conversación, se hubiera aburrido o se hubiera marchado. Sobran palabra, opiniones, informes históricos, la vanidad y avaricia del 'yo'. Y falta amor. Mucho amor y compasión.

Hola José Manuel. Ayer se hizo una pregunta que creo es de las más interesantes y provocadoras de las que se han hecho en el programa: '¿La Virgen María debería pedir perdón de algo?'
Todo ser viviente, para poder sobrevivir, ha de comer. Y comer quiere decir matar a otro ser vivo. Por tanto, se quien sea, siempre tiene que pedir perdón por que vive a costa de otro. Incluso si no comiera, como algunas raras personas han sobrevivido -una católica austriaca estigmatizada y una hindú- al tenerse que mover y caminar destruyen toda clase de insectos que hay por los suelos, y al tener que depender de otros, de una manera o de otra también les causaban molestias y penalidades. Por eso, vivir es dolor. Y ese dolor nos lo causan los otros; y también la dinámica implacable de la vida.

Esta mañana te he visto en el programa... de TV.
Puede que no alcances lo que siente una persona que quiere liberarse de otra. Empiezo así, porque abordar el problema de alguien que quiere independizarse, si no te olvidas de su familia, quién es ese que quiere independizarse, etc., los prejuicios y el condicionamiento no nos dejarán ver claramente.
Así que tú tienes pongamos treinta años, pero por las razones que sean siempre has vivido con tus padres, o con unos mismos amigos y amigas como una familia también. Pero llega un día que tú te quieres ir, porque a pesar de que son tus padres o amigos hay una incomprensión entre vosotros a causa de las diferencias culturales, de modernidad, de visión ante la vida. Entonces, ¿por qué los otros si no es por celos y envidia, o porque son unos tiranos dictadores, carcas, te van a  impedir que te vayas? ¿Verdad qué parece absurdo? Pues ahora transpórtalo a todos los demás ámbitos.
Y es que vivir en libertad, tener afecto por los otros, tener compasión y amor, tiene sus imperativos. Yo no puede decirte que soy amante de la libertad, que sin ella no puedo vivir, pero al momento empezar a prohibirte que hagas cosas que son personales y tuyas. ¿Puedo forzarte a ti a qué tú me quieras? Eso no tiene sentido, ¿verdad? En la vida necesitamos orden -por eso tú eres un político activo que quiere orden y no anarquía-. Y, ¿cómo puede haber orden entre los dos si nos obligamos, nos empujamos o forzamos?
Los retos siempre están ahí, por lo que hay que resolverlos, si se pueden. Y ver que no se pueden ya es resolverlos. Por eso, quien quiera la libertad, o más libertad, ¿quién somos nosotros para impedírselo? Dejémoslo que viva su destino, ayudémoslo. Y así él nos ayudará de una manera o de otra a nosotros. Al menos estaremos en paz internamente.

Sólo tenemos la percepción que se da cuenta de lo que sucede dentro y fuera de nosotros. Podemos decir: 'Yo Soy', 'Lo no condicionado', pero eso ¿qué valor tiene realmente? ¿No son sólo palabras? Es muy importante que comprendamos y no repitamos lo que dice el maestro tal u otro. Uno tiene que estar atento a todo lo que sucede, sin querer cambiarlo ni huir. Y entonces, todo el conflicto que son los problemas, la inatención, los deseos de codicia y avaricia, desaparecen. Porque los problemas tienen su raíz en la división, que genera los conflictos, por lo que si no hay división entre lo que está sucediendo y nosotros es cuando la armonía llega y el fin de los problemas.

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