miércoles, 24 de octubre de 2012

Escritos y publicaciones, 25-10-2012



Para comprender como somos hemos de mirar en todas direcciones. Vamos pues, Patricia: ¿Si ahora las mujeres se convirtieran en hombres, no harían lo mismo que hacen ellos? Por tanto, el problema es del diseño original. Por tanto, el que lo ve ha de tener la sensibilidad para ser compasivo. Y ser compasivo no quiere decir estar a la espera de una debilidad para la venganza, para recabar complicidades y promoverla, ni ser brutal y cruel con alguien que uno le puede. Por eso, el problema es psicológico: el que tiene cualquier poder ha de saber que va a generar envidia, celos, resentimiento, etc. Y el que no tiene el poder, siempre está a la espera de poder tener ese poder que no tiene. Es lo que hacemos todos -políticos, amigos, vecinos, compañeros de trabajo- . ¿Por qué queremos el poder que no tenemos? Y, ¿por qué el que tiene el poder no lo quiere compartir? Tal vez, es mucho pedir para nosotros tan poca cosa. Por lo que, lo que necesitamos es amor. Y el amor es lo nuevo, lo que está más allá de palabras y explicaciones.

He leído tu entrevista de ayer en el diario…, Gracias.
No sé si os habéis involucrado en el genocidio de los árabes en Palestina. Pero, si os habéis involucrado no habéis conseguido nada. Porque hace unos días, un proyectil lanzado desde el aire a una calle, mató a un niño y a un hombre que pasaban por allí.

Engehelbertb, las preguntas importantes se tienen que resolver ahora o decir simplemente que no sabemos, ¿no? La pregunta es -yo no tengo la respuesta-: ¿si se juntan la vida y la muerte, porque se acelera todo el proceso de la vida, en su máxima posibilidad, qué queda, vida o muerte, o ni vida ni muerte?

Uno puede estar ahíto de información-conocimiento y seguir en la confusión.

Si no hay deseos, allí está la espontaneidad, Enghelbertb.

Los deseos y los motivos, ¿no son lo mismo?

Quien no quiere aceptar un conocimiento, también puede ser que esté tan lleno que no puede más. De lo contrario, eso también puede llevar a la confusión y al desorden, al seguir llenándose de conocimiento.  Aunque cada uno tiene una capacidad, pero el mismo paradigma afecta a todos: si nos pasamos, llega el desorden.

Patricia, ¿eres consciente qué si te volvieras hombre, con todo lo que ello conlleva, actuarías como lo hacen ahora los hombres? Porque el cuerpo tiene sus exigencias. Y a menos que no vayamos más allá del cuerpo -que es lo animal-, seguiremos siendo brutales y despiadados, ya sea que seamos mujeres u hombres. Dicho esto, el animal no puede estar siempre encerrado o atado. Porque, eso generaría conflicto y desorden. Hay que ver lo falso cuando llega para que no nos pueda desequilibrar ni hacer algún daño.

Veo un bonito coche, me acerco a él, lo miro, disfruto. Pero llega el pensamiento y dice: 'Como me gustaría tenerlo, etc.' Y enseguida ese motivo, que es poseer y conducir ese coche, me desencadena toda clase de deseos. Por lo que, el motivo es el que desencadena el deseo. ¿Tú, cómo lo ves, Enghelbert? El motivo es a causa de la percepción. Aunque en la percepción no hay ningún problema. Pero cuando aparece el pensamiento, que es memoria, surge las ganas de volver a sentir el placer por eso que tanto me atrae.

Enghelbertb, cuando una pregunta es como un fuego que te quema. Entonces ese fuego, se tiene que descartar o tiene que llegar hasta el final, que sería la comprensión. Y la comprensión integra también ver la imposibilidad de comprensión.

En ese momento en el que no hay nada, lo que decimos mente es la percepción.

Ese temor, Greeg, es sensibilidad. Es como ver la confusión desagradable: esa es la respuesta del condicionamiento que dice que la confusión es desagradable. Pero si vamos más allá de ese condicionamiento, no hay temor alguno. Porque el 'yo' no opera, no puede enraizarse.

Pero, aunque tú no quisiste enterarte de lo que te ofrecía ese foro, tal vez, otra persona más fresca e inquisitiva podría haber dicho: 'Voy a ver estas personas que es lo que informan y explican'.  Todo depende de las ganas, el apetito que tengamos. Tú seguro que te has metido en cualquier infierno con tal de ver eso qué era.

Somos iguales, cada uno tiene sus necesidades. Y es con eso con lo que tenemos que vivir. Siempre el más compasivo, en el ámbito espiritual, psicológico, de orden y no confusión, es el más sublime. En el ámbito de la vulgaridad y superficialidad, será visto como un bicho raro, peligroso y enloquecido, que se desprende con facilidad de lo que los otros tanto les cuesta o no quieren deshacerse.

Todos estamos y no estamos. Esa es la vida, Ronz, y lo demás son todo palabras.

Esa es tu opinión para esa situación. Y lo encuentro adecuado y correcto para ti en esos momentos.

Me temo que no hay excepción alguna, JeXu Tin. Pues hemos de salvaguardar el cuerpo, darle de comer, cuidarlo, etc. Y también hemos de alimentar al 'yo', con el placer que necesita. Y todos somos adictos a ese placer: poder, triunfar, experiencias de toda índole: sexuales, aventureras, de avaricia, etc. Y si no tenemos esas experiencias, esa adicción a ellas, nos genera dolor -el mono de los drogadictos-. Y ante el dolor, nosotros podemos hacer bien poco para que no nos torture.

¿Qué es lo verdadero y que es lo falso? Si descartamos lo falso -división y su conflicto-, lo que quede será lo verdadero.

Eso es la descripción científica-técnica. Psicológicamente como espiritualmente no hay lugar a la diferenciación entre seres humanos. Pues todos gozan, sienten alegría, como sufrimiento y dolor. Y todo esto es lo que hace que actúe de la manera que lo hace.

Todo ese deseo de ser, de seguridad, es a causa del miedo y el temor. El miedo a no ser nada, a la muerte, es lo que nos conforma la vida como la vivimos. Cada uno tiene que encararse con ese miedo y ver qué puede hacer con él.

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