miércoles, 17 de octubre de 2012

Escritos y publicaciones, 18-10-2012



La libertad es sin opción. Cuando uno ve algo que está en peligro, uno actúa sin optar. Cuando uno se da cuenta que está preso en su empresa trabajando sin poder salir de allí, uno no opta a eso. Sino que lo hace, sigue allí para poder subsistir. La madre que ama a su hijo pequeño, no opta cuidarlo o no. Igual el que ama a las personas no opta atenderles, respetarles, ser compasivo con ellas. Es cuando se abre la brecha entre lo que tengo que hacer y lo que me gustaría hacer, cuando invento lo que me gustaría que fuera, cuando nos dividimos y llega el conflicto.  La libertad es algo muy serio y dramático, donde uno vive a su máxima potencia al no haber división ni fragmentación.

“Cuando hay elección, no hay libertad real”.
Eso es. Porque la elección es lo que hace la mayoría: uno opta respetar a los animales o no, uno elige echar la comida a la basura o no, uno elige cortar arbustos y flores para llevarlos en la mano, uno elige rechazar a los sencillos y humildes. En todo eso no hay libertad, porque esa actitud es generadora de división, de desdicha.  Cuando alguien ve claro algo no tiene que hacer ningún esfuerzo. Uno mismo está unos treinta años sin comer carne y  nunca para mí ha sido un esfuerzo, aunque viva con personas que si que la comen. Uno vio todo lo que implicaba y se acabó la carne. La esencia de la decisión fue la compasión por los animales.

He leído tu entrevista de hoy. Gracias.
Cuando dices: 'Usted, si no tiene lectores, es un mal profesional'. Debería de haber añadido: ‘Un mal profesional para ganar solamente dinero’. Porque, ¿crees qué un escritor, algún periodista, etc., que diga la verdad de la corrupción y la inmoralidad, de la manera brutal, cruel, como se comportan los que desean más y más beneficios económicos, va a tener algún apoyo, lo van a leer la mayoría que son superficiales, banales, vulgares, como tú?
Vosotros estáis al servicio de esa manera corrupta de vivir. Y por eso necesitáis militares y policías, necesitáis guerras unas detrás de otra, para imponer vuestros productos, dominar vuestros mercados. Eso es demasiado viejo, es tanto como el hombre. Habláis de libertad pero estáis armados, tenéis bases militares por todo el mundo. ¿Qué cuesta todo esa maquinaria de guerra en dinero, en dolor, en sufrimiento, en muertes? ¿Obligar a los demás a que vivan para consumir y derrochar, es eso libertad? Puede que para ti lo sea, pero para otros no. Y ese es el problema. ¿Dónde queda el respeto, la honestidad, la compasión, el amor? La vida no es solamente trabajar, ganar dinero, gastárselo en caprichos y derrocharlo. Hay algo que tiene mucho más valor: el ser honesto y no corrupto. Y la corrupción es hacer algún daño a los demás.

¿Quién miente? Si lo hacemos todos. Creer que uno es diferente es ignorancia y genera división y conflicto. Eso de lo que estamos tan llenos.

La verdad, lo que cuenta, es lo que uno tiene. Tener millones de dólares y querer ser buena persona, no corrupto, etc., ¿es verdad o mentira?

Susi. Si te polarizas sólo en dos personas, que te alteran mucho, no verás la verdad de que acumular riquezas genera corrupción, es inmoral.

Susie, ¿tú no has trabajado alguna vez para otro, para el dueño de una oficina, una empresa o negocio? Eso está muy claro, cuando uno vive como un rico derrochador, teniendo varias viviendas, destruyendo comida, ropa, coches, etc., porque le sobra el dinero y no presta atención para cuidar lo que se necesita para vivir, porque vive en desorden y confusión, tú y otros que trabajáis para él, os tenéis que conformar con la estrechez de vuestro sueldo. Esa es la corrupción e inmoralidad.

Para Andreas Pinkwart, decano de la HHL Leipzig Graduate School of Managament.
He leído tu entrevista en el suplemento dominical, 'DINERO' del diario..., 14-10-2012. Gracias.
Y dices: 'Si quieres tener éxito tienes que trabajar duro'. Es decir competir, para ser el mejor. Pero la pregunta es: ¿Si todos somos duros trabajando y competimos, entonces será siempre lo mismo: ganará el más cruel y astuto, no? Lo que quiere decir, estimular la corrupción, la inmoralidad. Porque la mayoría quieren ganar. Y para ganar, has de recurrir a todas las armas. Por lo que nos hacemos insensibles al sufrimiento y al dolor que es lo que está sucediendo ahora. Y como siempre ha sucedido.

He leído tu entrevista que ha publicado…, hoy.  Gracias.
Siento decirte, que encuentro todo lo que dices superficial y banal. Por otra parte esto es lo que hacen las novelas, sino ni las premiarían ni las editarían ni las leerían.

He leído tu entrevista de hoy, publicada en…
Gracias.
Todo lo problema que tienen las mujeres hacia los hombres -y al revés-, es porque no saben ir más allá de ser una mujer o un hombre. Esto, es como el nacionalismo prepotente y el nacionalismo pequeño, ambos deben ir más allá de lo que son. Tú puedes decir es que ellos no lo hacen, no van más allá de ellos. Muy bien, ahí pues no se puede hacer nada. Pero, tú si que puedes ir más allá de tu condición de mujer y hembra.  O, ¿no puedes tampoco?

El que exista un dios, que es la inteligencia universal, no quiere decir que la nada desaparezca después de la muerte para el que muere.

Eso de respetar a los demás es tan difícil como todos los deseos que queremos dominar. Antes de conseguir un deseo, creemos que lo dominaremos –para bien- pero al conseguirlo todo cambia porque queremos conservar y expandir eso que hemos conseguido. Lo maravilloso, y no tanto, es que esa fuerza del deseo, no se puede extinguir.

Eso que parece tan bonito, ¿por qué le tenemos que dar un nombre, que implica unas connotaciones de rechazo y aprobación?  Porque ese nombre va a generar división y conflicto: los que lo quieren y aceptan y los que no.
Después, algo tan extraordinario, ¿por qué darle una referencias con el pasado –con la Grecia de hace miles de años- si allí era legal tener esclavos que eran usados para las más abyectos deseos?

La esencia de todo poder malvado está en la explotación de unos contra otros, para sacar unos beneficios para poder vivir mejor que los explotados, engañados, dominados, esclavizados, etc. Y eso se ve en todas partes: para unos tener una vida de lujos y caprichos, hay otros que tienen que sufrir la injusticia, la dominación en toda su crueldad. Es decir, si hay ricos ha de haber pobres. Ese el drama terrible, porque ninguno de los dos quiere perder: unos quieren seguir siendo ricos y los pobres, que les sirven y ayudan para que lo sean, no quieren ser pobres. Quieren ser ricos también.

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