lunes, 15 de octubre de 2012

Escritos y publicaciones, 15-10-2012



Ayer te vi en el programa... Gracias.
Y te olvidaste de decir, que muchos de los males son debidos a la abundancia y del despilfarro en que vivimos. La pobreza es una desgracia. Pero la abundancia también lo es. La abundancia nos lleva a la degeneración en todos los ámbitos. Porque esa abundancia y despilfarro, quiere decir que estamos divididos de los demás, de los que maltratamos y humillamos, que son los que nos sirven, de los pobres. Y como esa división es degeneración, tanto moral como física, todo lo que venga ha de ser confusión y desorden, caos. Y ahí están los jóvenes que escupen a todo lo establecido, el establishment, corrupto e inmoral. Los que comen mucho y los que no comen -la bulimia y la anorexia-, son enfermos desequilibrados, porque es tanta su frustración ante la vida que uno se rebela en cada una de las circunstancias a las que se ve obligado de alguna manera.

Siento decirte, Sibyla, que hablas como una nacionalista, destilando odio, diciendo toda clase de tontería que solo un ignorante mal informado y fanático se las puede creer. ¿Por qué no pones paz, das amor a todas las personas, incluyendo a los que crees que son tus enemigos? ¿Tú eres cristiana? Pues el cristiano ha de ser como Jesús, que dijo: por vuestras obras os conocerán.

Pero eso que te molesta, ¿es un motivo para echar gasolina al fuego? Es que parecéis niños jugando en la calle con vuestra pandillita diciendo: 'Este me gusta, ese no, aquel tampoco. Que se queden solo los que yo quiero'.  Y como comprenderás esto no es un juego de niños, estamos intentando poder convivir con todos. Y para poder convivir con todos, hay que ser muy claro, no deshonesto aunque tengamos que perder.

Jiddu Krishnamurti, hace cavar un pozo que no tiene fondo. Cuando uno se da cuenta el cavar llega a su fin.

¿Tiene algún sentido sentirse conmovido por un hecho dramático, que nos horroriza especialmente, y hacer una protesta manifestándose en la calle o por escrito? Hace unos días, también se lanzó un proyectil desde un aparato desde el aire para matar en plena calle de una ciudad a una persona en especial y pereció un niño y otra persona.
Por tanto si protestamos por alguien especial para nosotros, vamos a generar más confusión porque los otros se van a sentir agraviados, menospreciados, faltos de comprensión. ¿Ya nos hemos olvidado, que todo tiene que nacer desde dentro de nosotros porque hemos comprendido lo que es la vida, la realidad?
Se dice que antes de hacer una ofrenda, uno tiene que estar en paz con sus enemigos, sus hermanos, etc.

Siempre he pensado que las personas que creen tanto en la justicia escrita, que suelen ser los que más mandan, cómo pueden creer en algo que sus amigos y conocidos no respetan y nadie les hace que cumplan esas leyes que ellos consideran tan sagradas. Por eso, las palabras tienen muy poco valor, pues lo que se dice no es lo real, lo narrado no es lo que se describe.

Si, Sibyla, pero ese juego es el de los políticos y los que les siguen: hoy dicen una cosa porque les conviene, mañana dicen otra sin importarles hacer el ridículo. Pero ese juego a nosotros no nos interesa, porque quereos vivir sin conflicto, sin amenazas de contienda. Queremos mirar a los ojos ya sea al policía, a un joven, a un rico o a un pobre y miserable, a la persona que va por la calle. Y eso, sin afecto, sin tener paz interna, no puede ser. Porque lo que tenemos dentro siempre va a salir afuera, al exterior mediatizando todas nuestras relaciones. Entonces, la pregunta es: ¿Por qué nos llamamos rusos, ingleses, españoles, catalanes, americanos, etc., si todos padecemos de lo mismo: que es esta vida con sus momentos de alegría y de angustia, de dolor, esa terrible soledad que nada lo llena? Tal vez, es que estamos lanzando nuestra frustración de la vida a otro para así sentirnos aliviados descargados. Porque cuando acabamos con un conflicto, empezamos con otro y así hasta la muerte. Por eso, es preciso conocernos realmente quienes somos, no lo que queremos ser, y ver la posibilidad de ir más allá de esa cosa tan fea que es nuestra vida de lucha y de agonía del estar lo unos contra los otros.

Ese deseo de que se aplique la ley solamente en una dirección, qué sentido tiene. Todo está empantanado. Y parecéis mudos o tontos. Eso es porque sois como mercenarios al servicio de vuestro jefe y sus necesidades y caprichos. La libertad no es solamente para ti, para tu grupo, tu familia, tu clan. La libertad -para que sea- ha de ser para todos. Porque, ¿qué libertad es esa que está rodeada de enemigos, que necesitemos policías y hombres armados para que nos defienden ese privilegio que decimos libertad? Si uno quiere libertad ha de tener paz. Y la paz es la ausencia de conflicto interno, porque al salir al exterior va a generar lo que tenemos dentro. Sólo el hombre inteligente es el que no quiere conflicto, por eso no miente, es justo sin ninguna concesión, no corrupto, no reteniendo ni identificándose con lo que cree que es suyo.

La duda la tenemos cuando hemos de acusar a alguien de algo, cuando alguien nos dice que te tenemos que hacer daño, porque tú lo quieres hacer a otros. Pero a la hora de favorecerte, quitándote algo de delante de ti para que no tropieces, ahí no hay duda en absoluto. Pero, Rodolfo, las palabras son inadecuadas para transmitir lo que está más allá de las palabras. Y eso que he estado intentando que comprendieras, desde el principio, es el vacío. Donde no hay nada más que la acción que llega con lo nuevo. Y lo nuevo, siempre es el amor, donde la mente mezquina y torpe no lo puede tocar.

No captas, Etania, la esencia del asunto. Porque es que los otros también tienen una lista de agresiones, etc. Entonces, ¿queremos seguir en el juego de tú más, de lo mío siempre es mejor y lo tuyo peor? Y todo ese juego es tan infantil, tan ineficaz a la hora de que no vayan los conflictos a más. Yo me niego jugar a esa superficialidad.

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