Ayer te vi en el programa...
Gracias.
Y te olvidaste de decir, que
muchos de los males son debidos a la abundancia y del despilfarro en que
vivimos. La pobreza es una desgracia. Pero la abundancia también lo es. La
abundancia nos lleva a la degeneración en todos los ámbitos. Porque esa abundancia
y despilfarro, quiere decir que estamos divididos de los demás, de los que
maltratamos y humillamos, que son los que nos sirven, de los pobres. Y como esa
división es degeneración, tanto moral como física, todo lo que venga ha de ser
confusión y desorden, caos. Y ahí están los jóvenes que escupen a todo lo
establecido, el establishment, corrupto e inmoral. Los que comen mucho y los
que no comen -la bulimia y la anorexia-, son enfermos desequilibrados, porque
es tanta su frustración ante la vida que uno se rebela en cada una de las
circunstancias a las que se ve obligado de alguna manera.
Siento decirte, Sibyla, que
hablas como una nacionalista, destilando odio, diciendo toda clase de tontería
que solo un ignorante mal informado y fanático se las puede creer. ¿Por qué no
pones paz, das amor a todas las personas, incluyendo a los que crees que son
tus enemigos? ¿Tú eres cristiana? Pues el cristiano ha de ser como Jesús, que
dijo: por vuestras obras os conocerán.
Pero eso que te molesta, ¿es un motivo
para echar gasolina al fuego? Es que parecéis niños jugando en la calle con
vuestra pandillita diciendo: 'Este me gusta, ese no, aquel tampoco. Que se
queden solo los que yo quiero'. Y como
comprenderás esto no es un juego de niños, estamos intentando poder convivir
con todos. Y para poder convivir con todos, hay que ser muy claro, no deshonesto
aunque tengamos que perder.
Jiddu Krishnamurti, hace cavar un
pozo que no tiene fondo. Cuando uno se da cuenta el cavar llega a su fin.
¿Tiene algún sentido sentirse
conmovido por un hecho dramático, que nos horroriza especialmente, y hacer una
protesta manifestándose en la calle o por escrito? Hace unos días, también se
lanzó un proyectil desde un aparato desde el aire para matar en plena calle de
una ciudad a una persona en especial y pereció un niño y otra persona.
Por tanto si protestamos por
alguien especial para nosotros, vamos a generar más confusión porque los otros
se van a sentir agraviados, menospreciados, faltos de comprensión. ¿Ya nos
hemos olvidado, que todo tiene que nacer desde dentro de nosotros porque hemos
comprendido lo que es la vida, la realidad?
Se dice que antes de hacer una
ofrenda, uno tiene que estar en paz con sus enemigos, sus hermanos, etc.
Siempre he pensado que las
personas que creen tanto en la justicia escrita, que suelen ser los que más
mandan, cómo pueden creer en algo que sus amigos y conocidos no respetan y
nadie les hace que cumplan esas leyes que ellos consideran tan sagradas. Por
eso, las palabras tienen muy poco valor, pues lo que se dice no es lo real, lo
narrado no es lo que se describe.
Si, Sibyla, pero ese juego es el
de los políticos y los que les siguen: hoy dicen una cosa porque les conviene,
mañana dicen otra sin importarles hacer el ridículo. Pero ese juego a nosotros
no nos interesa, porque quereos vivir sin conflicto, sin amenazas de contienda.
Queremos mirar a los ojos ya sea al policía, a un joven, a un rico o a un pobre
y miserable, a la persona que va por la calle. Y eso, sin afecto, sin tener paz
interna, no puede ser. Porque lo que tenemos dentro siempre va a salir afuera,
al exterior mediatizando todas nuestras relaciones. Entonces, la pregunta es:
¿Por qué nos llamamos rusos, ingleses, españoles, catalanes, americanos, etc.,
si todos padecemos de lo mismo: que es esta vida con sus momentos de alegría y
de angustia, de dolor, esa terrible soledad que nada lo llena? Tal vez, es que
estamos lanzando nuestra frustración de la vida a otro para así sentirnos
aliviados descargados. Porque cuando acabamos con un conflicto, empezamos con
otro y así hasta la muerte. Por eso, es preciso conocernos realmente quienes
somos, no lo que queremos ser, y ver la posibilidad de ir más allá de esa cosa
tan fea que es nuestra vida de lucha y de agonía del estar lo unos contra los
otros.
Ese deseo de que se aplique la
ley solamente en una dirección, qué sentido tiene. Todo está empantanado. Y
parecéis mudos o tontos. Eso es porque sois como mercenarios al servicio de
vuestro jefe y sus necesidades y caprichos. La libertad no es solamente para
ti, para tu grupo, tu familia, tu clan. La libertad -para que sea- ha de ser
para todos. Porque, ¿qué libertad es esa que está rodeada de enemigos, que
necesitemos policías y hombres armados para que nos defienden ese privilegio
que decimos libertad? Si uno quiere libertad ha de tener paz. Y la paz es la
ausencia de conflicto interno, porque al salir al exterior va a generar lo que
tenemos dentro. Sólo el hombre inteligente es el que no quiere conflicto, por
eso no miente, es justo sin ninguna concesión, no corrupto, no reteniendo ni
identificándose con lo que cree que es suyo.
La duda la tenemos cuando hemos
de acusar a alguien de algo, cuando alguien nos dice que te tenemos que hacer
daño, porque tú lo quieres hacer a otros. Pero a la hora de favorecerte,
quitándote algo de delante de ti para que no tropieces, ahí no hay duda en
absoluto. Pero, Rodolfo, las palabras son inadecuadas para transmitir lo que
está más allá de las palabras. Y eso que he estado intentando que comprendieras,
desde el principio, es el vacío. Donde no hay nada más que la acción que llega
con lo nuevo. Y lo nuevo, siempre es el amor, donde la mente mezquina y torpe
no lo puede tocar.
No captas, Etania, la esencia del
asunto. Porque es que los otros también tienen una lista de agresiones, etc.
Entonces, ¿queremos seguir en el juego de tú más, de lo mío siempre es mejor y
lo tuyo peor? Y todo ese juego es tan infantil, tan ineficaz a la hora de que
no vayan los conflictos a más. Yo me niego jugar a esa superficialidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario