Volvamos otra vez: hay uno que no
se enoja ni es egoísta, pongamos durante una hora, hay otro que no lo está dos
horas, otro no lo está media hora, o un día, etc., pero está dentro del ámbito
temporal, es decir es recurrente. No hay escape, pues tu mente es mi mente, tu
mente es la misma mente que la de toda la humanidad, ya sean budas, santos,
gurús y maestros, sabios o torpes, incultos o intelectuales. Uno puede ir más
allá de la mente, pero no puede salir de su ámbito, que es el del egoísmo, el
'yo'. Podremos rebajar el egoísmo, pero al tener que comer hemos de ser
egoístas con lo que comemos, somos crueles.
Pues aunque tú no mates lo hace otro por ti, pues le hemos autorizado.
Pues para vivir unos han de morir otros. Por eso, la vida es destruir, amor y
construir, en un movimiento sin fin.
Si tuviéramos amor, no tendríamos
esos problemas con la familia, el grupo íntimo de amigos, etc. Pues el amor, es
totalmente abarcante, suelto y ágil, fresco y lúcido. Es decir, el amor es la
inteligencia. Y la inteligencia que es orden, sabe lo que tiene que hacer.
“¿Si yo me doy cuenta que ser
buena persona es lo que tengo que ser, porque los demás no pueden entenderlo?”
Ese es el misterio. O es la
realidad pura y dura. Entonces, volvamos a poner los pies en el suelo. ¿Qué nos
importa si alguien hace cosas inadecuadas y negativas, si no nos va a hacer
caso? Por eso, el problema siempre es uno y lo que hace con su vida.
¿Hay alguien, algún departamento,
para certificar que uno es Buda o no -iluminado-?
Esa misma manera de que unos no trabajan porque otros lo harán por
ellos, es lo que hacen los egoístas ricos también. Pues ellos, como personas
que son con dos manos, ¿cómo pueden amasar tanta riqueza si no es explotando a
otros?
Las palabras no tienen ningún
valor, son los hechos y lo que tenemos dentro, lo que importa.
El pensamiento es el causante de
toda la confusión y el desorden. El pensamiento es el inventor del ‘yo’, de los
nacionalismos, de las religiones y la política todas divisivas, del feminismo y
el machismo siempre en conflicto. Y todos estos conflictos son los que nos
llevan a la violencia y la guerra, ya sean domésticas y familiares o las que
causan los grandes y terroríficos desastres.
El 'yo' se esconde de si mismo,
porque la conciencia le dice que lo que hace no es adecuado y siente vergüenza,
miedo.
Por eso, el 'yo' tiene que ser
comprendido. Y ver qué se puede hacer con ese 'yo' que es el causante de toda
la desdicha y las desgracias de la tierra.
El pensamiento solamente tiene
sentido en asuntos científico-prácticos, como enseñarnos a conducir un coche,
manejar el ordenador, cocinar, etc. Pero en el ámbito psicológico, espiritual,
el pensamiento es un impedimento, pues es divisivo.
Jiddu Krishnamurti, que se sepa,
vivió algunos años con una mujer viuda. Y, ¿por qué uno tiene que pasar por
todo para comprenderlo? Si todo lo que hacemos está dirigido por el paradigma
del egoísmo, del 'yo'. Y ya sabemos su resultado.
Por eso si uno se conoce. es
cuando conoce a toda la humanidad.
El pensamiento, que es la memoria
de todo el pasado des hace un millón de años, solamente es adecuado en el
ámbito técnico y material: para saber escribir, leer, enseñarnos un idioma,
etc. Pero, en lo que respecta al ámbito psicológico-espiritual, no sirve. Pues
la esencia del pensamiento es divisiva.
“No voy a aprender su odio”.
Ojalá fuera así. Pero el odio va
con nosotros. Solamente podemos ver lo que es e ir más allá de ese odio
destructor y cruel.
Rios. El pensamiento, que es la memoria de todo el pasado desde hace un millón de años, solamente es adecuado en el ámbito técnico y material: para saber escribir, leer, enseñarnos un idioma, etc. Pero, en lo que respecta al ámbito psicológico-espiritual, no sirve. Pues la esencia del pensamiento
es divisiva.
Rios. El pensamiento, que es la memoria de todo el pasado desde hace un millón de años, solamente es adecuado en el ámbito técnico y material: para saber escribir, leer, enseñarnos un idioma, etc. Pero, en lo que respecta al ámbito psicológico-espiritual, no sirve. Pues la esencia del pensamiento
es divisiva.
En el aquí y ahora no hay
pensamiento que opere, solamente hay acción. El pensamiento es lo que se puede
manipular, dirigir, alterar. En el aquí y ahora, todo eso está fuera de lugar.
Pues todo lo que sucede está al margen, más allá de nuestros deseos mezquinos y
confusos.
Es muy largo -el escrito- para
decir que el amor no es el pensamiento. Eso demuestra que no solamente las
palabras transmiten e influyen. Sino que estando con alguien, con su presencia,
que tiene la mente desarrollada, genera un efecto hipnótico, en el que haga lo
que haga afecta a los que tienen simpatía por él. Eso también sucede con
políticos, cantantes, etc.
El: 'Yo sí que puedo, pero tú no
puedes y no te dejaré', nos lleva al desastre. Todos los males radican ahí.
Porque de ahí surgen todos los agravios, las humillaciones, los expolios y los
robos. Los más crueles son los dictadores que quieren y se imponen a la mayoría
que quieren la libertad. ¿Por qué los dictadores lo quieren ser? Porque quieren
lo que no es de ellos, se quieren apropiar de lo que es de los otros, y como
eso es contra la vida -no es justo- es preciso que genere y cause conflictos y
violencia. Pero el dictador cuando más actúa más pone en peligro su vida, pues
es cuando más odio y rabia genera contra él y sus idiotizados seguidores. El
problema es que están atrapados en su círculo de crueldad y brutalidad, pues si
ceden tienen mucho que perder, incluso están en juego sus vidas. Pues es tanta
la maldad, la crueldad, el sufrimiento que generan, que el odio hacia ellos es
imparable.
Pues claro que lo fue. Tú puedes
dejar de ser egoísta, ¿verdad que no? Pues el ser egoísta es algo que viene y
se va. Ella, madre Teresa, era como tú y como todos.
La realidad siempre es
aterradora. Pero si no vivimos con la realidad, nos hacemos falsos e
hipócritas, corruptos. Y es entonces, cuando hacemos daño.
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