domingo, 9 de septiembre de 2012

Escritos y publicaciones 9-9-2012

Si, si, estoy de acuerdo en que nada se puede probar. Pero ante el infinito de todo el universo, ante lo imposible de ver donde se ubica el universo. Y que ubica a eso que ubica el universo, uno se da cuenta que hay algo demasiado para nosotros, criaturas vulnerables y desamparadas ante tal magnitud. Que no por eso uno tiene que creer en dios. Pero si que hay un orden dentro del aparente caos. Por ejemplo las leyes químicas y físicas que son constantes y universales. Y es por eso que he mencionado el todo, la totalidad de ese orden.
Hagamos lo que hagamos, todo está ahí -el sexo, la vanidad, etc.- pero hay unos que dicen que por unas prácticas y métodos todo eso desaparece. Cuando solamente uno puede ir más allá de todo eso. No desaparece, sino que uno va más allá de eso. Es como decir que uno no tiene miedo, pero si que lo tiene, aunque va más allá de ese miedo.
El problema de los sueños, es quién los interpreta. Porque según el condicionamiento del intérprete, así será su interpretación. Por lo que no estamos tratando de hechos. Y atenerse a los hechos es el principio del orden y la claridad.
El problema de los creyente en su dios, sea el que sea, es que a dios no se le puede tratar en el mismo plano que el humano. Entonces todo los que se diga de dios por un humano, no tiene sentido. Por eso digo: la parte no puede abarcar -comprender- al todo. Así que mientras no te conviertas en todo no podrás ni comprenderlo ni hablar de él.
Pero esa misma experiencia tuya que has tenido, yo u otro lo podemos ver de otra manera. Por lo que si uno no está libre de su condicionamiento, lo que vea estará de acuerdo con él. Te recuerdo, Patricia, que el pensamiento puede inventar, oír y ver todo lo que necesite para sentirse seguro y experimentar placer.
El amor es la ausencia de división y conflicto interno. Mientras entre tú y yo haya algo que nos divida, el amor no podrá ser. Siempre el amor ha tenido el mismo impedimento. No importa que uno viva en pobreza o en riqueza, en paz o en guerra, mientras exista la división y el conflicto interno toda relación será mercantilizada y politizada, por lo que el amor no podrá ser. Diremos que estamos enamorados, pero eso es una ilusión inventada y pasajera.
Aclara bien la pregunta Pues según la claridad de la pregunta aí será la respuesta. Gracias, Como.
Los psiquiatras lo que hacen es intentar descubrir la realidad de los sueños, por el método del error, acierto. Por lo que se genera la dinámica de la dependencia. Y así proseguimos con el viejo sistema y paradigma que pretendemos solucionar. Uno todo lo que llega a la mente, lo tiene que ve como el fragmento que es. Como una escena, una secuencia de una película infinita que no se tiene que detener, sino pasar para que la película tenga sentido y pueda proseguir. De lo contrario, si nos quedamos con una secuencia, es cuando llega el agobio, la paranoia, los estados neuróticos.
Disculpa, Como, no se ve la claridad en tu pregunta o petición.
Pero claro, a lo mejor esa interpretación te interesaba y todos felices. Aunque a lo mejor era otra ilusión. Por lo que el real problema de la interpretación del sueño seguía sin resolverse. Patricia, el principio de toda la confusión no sabemos dónde está, pero sí que sabemos dónde está el final: descartando la división y el conflicto interno.
La rencarnación no es un hecho, es una ilusión para huir de esa transformación de los átomos en más átomos, en energía creadora de otra energía, para así huir de esa nada y vacío que está ahí, porque no entendemos todo el entramado de lo que es la vida. Nosotros también somos animales, ¿qué le pasa a un animal cuando muere, dónde va su personalidad, su pequeño y diminuto ‘yo’, comparado con el nuestro?
Cualquier persona puede ser obediente o también desobediente, para usarlo y demostrar su rebeldía y respuesta a una orden. Tú me dices que sea obediente y no te hago caso, eso es rebeldía. Pero otro, me dice que sea desobediente y yo soy obediente para rebelarme contra él.
Dos filósofos griegos estaban investigando, uno dijo: 'La vida y la muerte son lo mismo.' El otro filósofo le dijo: ¿Si es igual la vida y la muerte, por qué no te suicidas' 'Porque ya estoy muerto', le contestó.
Por eso las máquinas solo pueden ser obedientes siempre. O desobedientes siempre. Es lo que le pasa al ordenador, él nunca dirá que no a una orden, aunque rebiente y se queme seguirá obedeciendo a esa orden que le hemos dado. Pero, si está programado para no obedecer a una orden, por muy urgente y precisa que sea la necesidad de esa orden, no la ejecutará. Esa es la diferencia que hay entre los hombres y las máquinas: las máquinas, y su programación, siempre son en una dirección. La de los hombres pueden responder diferentemente a su programación: pueden intercambiar el si y el no, según convenga.
Para entender el Bhagavad Gita, y su diálogo entre dios -Krishna- y Arjuna, solamente hace falta el sentido común, es decir, la claridad mental.
Lo que realmente importa, es la crueldad que tenemos, lo violentos que somos, las guerras en que participamos. Todo lo demás son escusas y auto-engaños.
La inspiración es un regalo de la vida. Y, como la vida misma, es un misterio quien la tiene y quien no.
Amigo Rodolfo, siento decirte que el ocultismo, lo esotérico, no es un hecho. Por lo que nunca sabrás si es cierto o no eso que se experimenta. A partir de ahí, todo lo que se diga son palabras sin ningún sentido real, perturbadoras, confusas, divisivas.
Quiero recordarte, que la mente es capaz de inventar, crear, oír y ver, todo lo que necesite y le convenga. Por eso, es preciso saber que los retos hay que encararlos negativamente, que es de la única manera en que el 'yo', que es el que inventa, crea, etc., no puede operar.
“Todo caso judicial, es como un acto de guerra. Y el juez en la mayoría de los casos es el general.”
Por eso, ¿qué diferencia hay entre el verdugo y la víctima?
En lo personal uno puede pensar que no tiene cuerpo. Lo que pensamos no tiene ningún valor. Lo que importa y tiene valor, es ver lo negativo y descartarlo: la división y el conflicto interno.

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