viernes, 7 de septiembre de 2012

Escritos y publicaciones 8-9-2012



El alma, el espíritu, que es el 'yo', sí que mueren. Lo que no muere es la dinámica de la vida: destrucción, amor y construcción. Pero esa dinámica nada tienen que ver con nuestra alma, el espíritu, el 'yo', que son todo un invento del pensamiento para consolarnos ante la nada y el vacío.

Luli. Pongamos que uno quiere saber lo qué es el amor, ¿podrá descubrirlo poco a poco o tendrá que descubrirlo ahora, en este instante? ¿Entiendes la pregunta? El amor es tan rotundo como la muerte. O es o no es. Por eso implicar el tiempo para descubrir la verdad, la realidad, el amor, es un impedimento. Pues, el tiempo psicológico, como llegaré, yo seré bueno o tengo que cambiar, no sirve para nada. Uno tiene que tener la misma percepción que tiene ante un gran acantilado, o un veneno, que uno sabe, comprende en ese mismo instante, que tiene que eludir. Es decir, en esa acción no hay duda. Solamente hay acción, sin división ni conflicto. Y esa acción, es orden y es amor.

Sé lo que quieres decir con entrar al mar poco a poco. Pero lo que uno quiere siempre no es lo correcto.  A ver si lo ves más claro ahora: tú recibes una visita de tu amiga, que va acompañada de una amiga que tú no conoces. Os saludáis. Y tú dices para ti, lo piensas:  ‘Esta mujer no me cae bien.’ Y entonces esa nueva amiga, te pide un favor. ¿Tú le puedes decir: ‘Mira ahora no te quiero todavía, no tengo el amor para poderte hacer ese favor que tú necesitas’? ¿Comprendes la situación, Luli? Por eso el amor siempre es ahora. Cuando sucede, sea cuando sea, si es amor siempre ha de ser ahora, sin tiempo. No sé si los has experimentado o te parece demasiado radical. Pero en ese responder sin tiempo, es donde puede florecer el amor. Porque el amor, no tiene división ni conflicto alguno, es unión total y absoluta con el reto que nos llega.

Publicidad mundana del establishment. No gracias. Necesitamos profundidad, seriedad. No superficialidad ni banalidad.

¿Quiénes son los buenos? Eso demuestra que estamos divididos y enfrentados, siempre creando categorías entre los mejores, los peores, los malos y los buenos, los violentos y los no-violentos. ¿Por qué siempre creemos que somos mejores? Cuando el observador, ‘tú’, eres lo mismo que ‘yo’. Cuando ‘nosotros’ somos los mismo que ‘ellos’. Todos somos básicamente iguales psicológicamente.

Eso es lo mismo que decir: un  hombre blanco, es un ser humano y los negros, los europeos, los asiáticos, etc., también lo son. Pero, ¿por qué no decir solo que todos son el ser humano? Con  el 'yo' pasa los mismo: el pequeño 'yo' como el de pueblo, el mediano de ciudad, otro de la tribu, del país, del continente, de la raza. Cuando solo hay un solo ‘yo' que es el mismo, el común para todos los  seres humanos: el que tiene miedo, el avaricioso, vanidoso, el que miente, el alegre y el triste. Y así el 'yo' no tiene fin. Cuando todo eso es una ilusión, como sucede con las razas, la estatura, si es mujer u hombre. Sólo hay un ser humanos. Y sólo hay un ‘yo’, común a toda la humanidad: el que sufre, el que llora, el que ríe, etc.

Para que haya ricos tienen que haber pobres. Para que unos no trabajen, los otros les tienen que hacer su trabajo. Si tú vives con otra persona y tenéis que compartir las tareas para que funcione debidamente el apartamento  -limpiar, comprar lo necesario, poner orden-  y unoi de los dos se niega a trabajar uno tiene que hacer el trabajo del otro. Y ahí empieza el drama de la relación: la injusticia, la falta de respeto, la insensibilidad, la indolencia.
Y ese es el mismo paradigma de la pobreza: todo para mí nada o casi nada para ti. ¿Cuál es la solución? Ser un maestro en la relación, ser comprensivo y a la vez pedir lo que uno se merece.
 
Pero Jahaziel, el más malo también soy yo. Lo que pasa es que tengo la fortuna de que mi destino no me obliga a ser lo más malo en la crueldad, el egoísmo, etc. ¿Por qué cuesta tanto en darnos cuenta que todos somos iguales psicológicamente, aunque cada uno a un nivel? Será por la envidia, el odio que nos tenemos, porque estamos amargados y resentidos, Es preciso que el verdugo y la víctima se tornen los papeles a cada instante, lo que quiere decir que somos iguales. Y verlo y comprenderlo, serena y tranquiliza, nos genera paz. Lo que no quiere decir que somos insensibles e indolentes, conservadores

“La desobediencia es la virtud original del hombre. Mediante la desobediencia se ha realizado el progreso; con la desobediencia y la rebelión."
Y también cuantos lloros, tristezas y amarguras. Todo tiene que tener su justo contrapeso, porque somos muy poco reflexivos y podemos hacer toda clase de tonterías: revoluciones violentas con sus carnicerías y las respuestas que provocan, etc.

“Déjame cantar como los pájaros cantan, sin importar lo que se oye, o lo que los otros piensen.”
Eso es jugarse la vida, según el tiempo que se corra. Los dictadores necesitan coger los pájaros que cantan, los que lo hacen sin ningún miedo. Las cárceles y los cementerios están llenos de cantores que se sentían libres y desafiantes.

Eso ya lo hablamos una vez. ¿Un  político, qué actúa con fines políticos, pude ser no violento en el sentido de no estar dividido ni en conflicto? Otra pregunta: ¿Si Gandhi hubiera ganado las elecciones y hubiera sido presidente qué hubiera hecho del ejército y de los policías? No seamos superficiales, Enghelbertb, e intentemos profundizar. Todo político necesita de guardaespaldas, policías y ejército, para poder ejecutar su programa político que ya cuenta con la ayuda de los hombres armados.

Enghelbert, el hombre es ingobernable y el que lo quiera gobernar es porque  es violento y cruel. Y lo mismo sucede con los animales.

¿Sabes cuántos hindúes mataron en las manifestaciones contra las normas del imperio inglés en India? Miles y miles. ¿Si no hubiera habido violencia en Gandhi y sus planes, hubiera llevado a sus fanáticos seguidores al matadero para que los asesinaran?

La violencia y la revolución siempre es la misma. Ya sea de una calle, la de una ciudad, la de Hitler, la de Stalin, de Franco, Pinochet, Fidel Castro, la revolución violenta que yo pudiera hacer. Va a ser muy difícil para ti, ver que toda violencia y sus consecuencias siempre son lo mismo.

Vamos aclararlo de una vez. Puede haber infinitas maneras y posibilidades de justificar la violencia y la guerra. Pero también hay infinitas maneras y posibilidades de descartar y rechazar la violencia y la guerra. ¿No será mejor solucionar los problemas sin violencia y sin guerra? Empezar por vosotros, no os identifiquéis con un país, una revolución, etc.  Si no en mirar vuestra  violencia y a dónde os  lleva.  Vuestra violencia va a destruir los edificios, las casas sencillas y humildes, van a destruir los cuerpos de las personas inocentes, van a destruir árboles, animales, campos de cultivos, fábricas, hospitales.
Por eso, porque la guerra se genera dentro de nosotros, y no llega de un día para otro sino que tiene su proceso, ¿no podéis ver toda esa dinámica de división, de envidia, de celos, de agravios, de humillación, de falta de respeto, de malos tratos, de ausencia de compasión y amor, e ir más allá de todo eso? La paz y la no violencia, aunque os parezca lo contrario y ridículo, es cosa de personas enteras y cabales, ni divididas ni en conflicto.

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