La adicción a los valores
y las ideas dan comodidad porque ocultan los reveses, los conflictos. Pero la
adicción no es libertad, pues es la acción del 'yo'. Y si no hay libertad no
puede haber amor.
La energía, sin que
genere conflicto o no conflicto, es decir sin detenerse en nada ya sea bueno o
malo. Es la energía de la libertad, que es amor.
Edward, todo en la vida
si no hay moralidad, va mal. En la relación de los hombres con los animales,
siempre los animales tienen las de perder porque siempre son inferiores. Y los
hombres no tenemos la capacidad, la compasión, para no hacerle daño.
Amigo Jahaziel, parece
que no conozcas cómo funcionamos los hombres, toda persona que tiene poder se
hace un dictador. Cuando más poder tenemos más dictadores somos. Por tanto, ya
sea el poder de la democracia, la anarquía, la religión del amor, las técnicas
psicológicas más avanzadas, generan dictadura. Es decir, brutalidad y crueldad,
que es la ausencia de sensibilidad, la indolencia. Y todo ello, es la corrupción
en acción.
Puesto que los poderes de
auto-delirios de la mente humana son infinitos. No nos podemos fiar de la mente.
Y la mente, es la que ha inventado y generado todo lo que hemos creado, ya sean
las religiones y sus libros. Pero, resulta que las religiones, y sus libros, nos
dividen de los demás. Y si hay división, ¿puede haber amor?
Si uno dice que existe el
libre albedrío como si no, eso no tiene ningún valor verdadero. Y nos deja
bloqueados. Lo que nos interesa es tener una percepción clara, para poder ver
dónde está lo falso y descartarlo.
La verdad, es lo que no
ha sido tocado ni manoseado por la mente.
Si uno ha visto lo que es
la verdad, nada ni nadie podrá arrebatarle eso.
Gracias por el video,
Louis-Richard. Todo es una ilusión y
fantasía. Lo que necesitamos es tener la sensibilidad de una mente capaz de ver
dónde está lo negativo para así descartarlo.
Lo que nos divide a los
hombres son las ideas y teorías. Nos dividen porque tratamos con no-hechos. Y un
no-hecho siempre reproducirá y generará más división. Y si hay división hay
conflicto. Cuando el amor está más allá de la división y su conflicto.
Es curioso como nos gusta
estatificar y burocratizar todo. ¿Hay algún tribunal que puede decidir quién ha
llegado a la iluminación o no? No seamos infantiles y superficiales. Que hay
mucho que hacer: ver dónde está lo negativo y descartarlo. Gracias,
Rolando.
Todos los cuentos e
historietas, narraciones y descripciones son solo eso. Pues cuando uno se da
cuenta que el pensador es el pensamiento, que el narrador y lo que narra son lo
mismo, entonces uno se da cuenta de la ilusión. Nosotros somos el pensamiento. Y
el ¿pensamiento que es tiempo, el pasado, el presente, el futuro, puede traer
algo nuevo, el amor? El amor, no se puede describir ni enmarcar en unas palabras
bellas y atractivas. Pues el amor está más allá de la vanidad, del deseo de
alcanzar la iluminación, etc., o lo que sea.
Decir que es o que no es
algo, es superficial y banal. Porque lo que digamos, es una opinión del
pensamiento. Y el pensamiento siempre es viejo y repetitivo. Por tanto, lo que
queda es vivir la realidad, observar e indagar. Pues la verdad, es de instante a
instante.
Cuando uno ve que el
pensador y el pensamiento es lo mismo. Todo queda disuelto. Y llega la
percepción directa.
Ser rico también es decir
que uno sabe, que sabe mucho. Pero por eso, cuando uno dice que sabe es que no
sabe. Así el rico es pobre en inteligencia. Porque si fuera inteligente no
generaría los actos para poder ser rico: la corrupción e inmoralidad, etc.
A eso hay que añadir que
esa misma madre tierra, también ha de hacer posible que nos muramos, con todo lo
que ello implica de sufrimiento y dolor, o de gozo y dicha.
La caída del hombre, es
por lo que hace, ya sea conscientemente o no. Y lo que hace el hombre es
sobrevivir, unos con más fortuna que otros.
Cuando tengo hambre como,
cuando tengo sed bebo, cuando tengo sueño duermo. Es decir, actúo sin importarme
lo que estoy haciendo, pero sabiendo que si soy corrupto sufriré las
consecuencias. Por lo que cada acción es una enseñanza que recibo desde el
momento en que empiezo a hacerla.
Hola Manel. Gracias por
tu respuesta. Hay un mal entendido por
tu parte: se considera que se tortura a un animal, cuando se saca a la fuerza de
su lugar natural, lo encajonan y lo llevan en un viaje agotador hasta donde lo
sacan como un objeto de un espectáculo, donde es maltratado: le pegan, la
escupen, le tiran objetos, le marean y lo importunan para que le salga la rabia
y puedan divertirse las personas. Todo esto, es tortura. Lo contrario de esa
tortura sería dejar al toro tranquilo en donde nació para que viva lo que la
naturaleza quiera.
El problema de los
maltratadores y torturadores de los animales, es de sensibilidad, de moral.
Porque no ven el dolor que causan y provocan al animal. Así que, la única manera
de que el maltrato y la tortura no sea, es que esos espectáculos sádicos y
macabros no se hagan. Mientras, un inferior e inocente animal sea objeto del
aprovechamiento para un beneficio humano, ya sea en los espectáculos y
diversiones, como la explotación de su fuerza para hacerlo que trabaje, habrá
maltrato y tortura. Al final de todo, lo que
queda es una cuestión de sensibilidad: o uno lo ve o no lo ve.
Sin el dolor, el hombre
sería más destructivo que lo que es. Una vida sin dolor es imposible, porque no
tendríamos frenos y lo arrasaríamos todo. Tanto el dolor psicológico, como el
físico son como una un aviso de que algo no está funcionando bien.
Hay algo que está muy
claro: los creyentes fervorosos y ufanos, hacen la guerra y sus matanzas en
masa. Y los ateos hacen lo mismo. ¿Que diferencia hay entre un ateo y un
creyente? No hay ninguna: el creyente cree en algo que no le funciona, por eso
es asesino guerrero, lo mismo que el ateo.
Voy a contarte que iban
dos demonios por la calle. Y uno se agacha para coger algo del suelo y dice:
estamos perdidos he encontrado la verdad. Y el otro demonio le contesta: ‘No te
preocupes ahora la organizaremos.’
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