Ese texto que ha aparecido en mi
bandeja de Google, con el nombre Shw Bhardwaj, ¿quién lo ha escrito? Si dices
que no has sido tú, entonces eso no es cierto, pero también lo es. Porque,
nosotros somos una herramienta de algo más complejo y grandioso. Por tanto,
nosotros solamente hemos de fluir entre los pensamientos. Y los retos que no
necesitan a los pensamientos para que respondamos a ellos. Porque, no tenemos
ni la pasión ni la atención necesaria para poder vivir de manera que los
pensamientos no nos lleguen ni perturben.
Cuando alguien habla del NIrvana,
de la completa liberación, hemos de cuestionarlo. ¿Por qué quién va a
certificar que uno ya está liberado o no? Y si nadie lo puede certificar, habrá
que creer al que dice que está en el NIrvana.
¿Puede alguien que está liberado
darse cuenta, ser consciente de ello? Porque estar liberado o no eso son
cuestiones del pensamiento, del 'yo' y su vanidad, de sus metas y logros, del
exhibicionismo.
Así que, el pensamiento y el que
piensa son lo mismo. Si no hay división entre el observador y lo observado,
todas las nociones mundanas de lograr, de llegar, de conseguir, de forzar, de
vencer o perder, no tienen impacto ni efecto alguno. Pues uno está más allá de
todo eso, que son todo funciones del 'yo'.
Jiddu Krishnamurti, también dijo
a unos jóvenes estudiantes: 'Yo no soy violento, siempre he sido no-violento.
Pero si me agreden violentamente, yo no sé cómo voy a reaccionar’
No tengo mujer, aunque he tenido.
¿Si la cedería para qué otro copule con ella? Esa cuestión, Enghelbertb, no
tiene sentido, porque solamente se podría saber si esa ocasión llegara. Pero lo
que está claro es que si la cediera, si tuviera que ceder a mi mujer, mi parte
animal no querría. Y si me obligara yo mismo a cederla, rabiaría y sucederían
actitudes desagradables e inadecuadas. Para no rabiar ni ponerse agresivo,
habría que comprender todo lo que es la relación, las necesidades y las circunstancias, para poder ir más allá
del condicionamiento, del ‘yo’ que dice: ‘Esta es mi mujer, ‘yo’ soy su hombre,
su dueño, etc.’
Pero los animales, como no pueden
ir más allá de su condicionamiento, su programación, siempre responderían
agresiva y violentamente.
No solamente hay que desprenderse
de las banderas, sino del aspecto, del look, que está informando de lo que
tenemos dentro. Hay también otra bandera más sutil e invisible a primera vista:
las ideas y teorías que tenemos. Porque una idea es algo que nos clava en el
suelo, nos hace fanáticos y agresivos al tener que defenderla. Es decir, esa
idea o teoría nos hace que caminemos hacia la violencia.
Sr. Ponce, si miramos la tierra
desde la luna parece una gran piedra, pero en esa piedra hay seis mil millones
de personas, hay selvas y océanos, etc. De la misma manera, si miramos desde
lejos al hombre y la mujer los vemos iguales. Pero, somos básicamente iguales.
Tú y yo somos básicamente
iguales, pero uno vive en un lugar diferente a otro, uno tiene una educación
diferente a otro, puede que seamos de derechas o de izquierda, creyentes o no,
vegetarianos o no. Y todo eso, genera la diferencia entre las personas. Aunque sabemos
que eso es superficial. Pero también tiene su lugar y su sentido a la hora de
investigar todos los aspectos de lo que estamos tratando.
Tú mismo, J Eddy, has descrito la
situación de los árabes. Cuando he dicho fanáticos ha sido de manera
descriptiva, no acusadora ni denigrante. Pues, ya sabemos que todos tenemos
nuestros motivos para hacer lo que hacemos.
Aunque la ley tiene su sentido y
su circunstancia, llega un momento en que la ley es un obstáculo para que se
genere el orden. No estoy contra la ley, sólo describo realmente lo que es. Si
tú, Maximilian, estás empleado en una oficina del estado u otra cualquiera y el
horario es, según la ley hasta una hora determinada, pero pasados unos minutos,
llega una persona que ha tenido un retraso porque el autobús, se ha visto en un
atasco, etc., ¿qué harías con la ley que
no ve la necesidad e atender a alguien que no ha podido llegar antes de que
llegara la hora de dejar de atender a las personas?
Por eso, Max, estamos hablando e
investigando porque hay conflicto. ¿Cuándo políticamente alguien ha conquistado
el poder sin gustarnos sus métodos? Ahí están la revolución francesa, la
soviética, la fascista, Franco, Castro, Pinochet, y todas las corrupciones que
se hacen ahora mismo para detentar el poder. Siempre hay unos que no quieren lo
nuevo, una solución pactada políticamente -que está más allá de la ley rígida-.
Y, ¿qué hay que hacer con ellos? Los nazis tenían su ley soberana que regía a
todo el reich, ¿cómo ves esa ley? La ley que se impone por la fuerza, no es ley
porque genera todo lo contrario que quiere la ley: poner orden.
Si, somos como las olas del
océano: nacen, se desarrollan y se deshacen. Pero ahí está el océano, lo que lo
envuelve, le da vida. No podemos seguir, porque no sabemos nada del final de
todo. Sólo sabemos que vamos a desparecer algún día.
No se trata quien tiene razón o
no. Porque no vamos a ser tan tontos de darle la razón a una sola parte. Eso lo
hemos estado haciendo millones de años y no funciona. Pongamos algo exagerado:
los nazis decían que tenían razón, también lo decían los soviéticos, los zares,
el imperio romano, Gengis Kan, Atila, etc., pero todos eran asesinos. Y ahora
pasa lo mismo: hay unos que dicen que quieren ser libres de la opresión de otros
que son más poderosos, que los tratan injustamente, los subestiman, lo
ridiculizan e infravaloran. Al mismo tiempo hay otros, que no quieren que los
que quieren la libertad la consigan, porque dicen que no la pueden tener, han
de seguir como siempre bajo el dominio de esos que no quieren que sean libres.
Etania, ahora has de trabajar:
¿Qué harás para qué no haya violencia ni conflictos, ni guerra, ni perdedores
ni ganadores? Las dos partes pueden estar infinitamente aportando informaciones
para respaldar sus actitudes. ¿Qué harás, ya que estás implicada directamente
en ese problema, que te molesta, te da miedo, te quita la confortabilidad de tu
manera de vivir?
Estoy de acuerdo con lo que
dices, Humberto. Pero, ¿por qué no pasar ese paradigma, ese amor, al ámbito
humano?
¿El ser humano vive porque le gusta
vivir o porque tiene miedo a lo desconocido, la muerte? La muerte puede ser
liberadora, pero ha de haber un inmenso dolor viviendo, todo tiene que ser
dolor. Cuando el dolor es insoportable, uno está más allá de la vida o de la
muerte. Lo que se haga, suceda es un misterio.
Si una idea triunfa es que no
vale. Porque, la banalidad y la superficialidad, solamente puede aceptar otra
banalidad y superficialidad. Y así nos va desde hace un millón de años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario