¿Si hay esfuerzo puede haber
amor? Si yo te fuerzo a ti, te obligo, ¿eso es amor?
¿O el amor llega como la luna nos
sorprende cuando sale sin esperarla?
Nermolla. Pregunto: ¿Si hay
esfuerzo, hay amor? Ya sabemos que el amor está ahí pero tú no lo tienes siempre
ni nadie tampoco. Por eso repito: ¿Cuando tú fuerzas las circunstancias, a las
personas, tienes amor, hay amor?
“¿Pero todo intercambio de ideas,
conceptos, siguen siendo elucubraciones inconscientes, sabes tú si tienen
alguna utilidad para el hombre?”
En el ámbito científico y
material, el intercambio de ideas, información, elucubrar, etc., tiene su
utilidad. Pero en el ámbito psicológico, el espiritual, todo eso es un
obstáculo, un impedimento. Porque, el despertar a la realidad ha de ser ahora. El
tiempo psicológico, es la trampa, la ilusión del llegaré algún día a ver, a ser
libre. Y así, se desentiende del ahora, huye del ahora. Por tanto, ¿Podemos ver
ahora todo lo que es la vida, lo que somos, en este preciso instante?
“¿Cómo puedes tener miedo de algo
que te va a hacer libre?”
Primero que nada tengo que saber
qué es eso que me va a hacer libre. Y luego, si lo creo adecuado, lanzarme a
ello total y absolutamente. Porque lo bueno para mí puede que no lo sea para
ti. La libertad es la ausencia de división y de conflicto.
Si, Kenneth. El estilo es cosa de
cada cual. No hay una norma escrita por la que nos tengamos que regir.
Los ashram -centros espirituales-,
también son como campos de concentración donde se les lava la mente a las
personas. Allí se les dice lo que tienen que hacer, lo que han de comer, cómo
han de dormir, cómo meditar, etc., de manera que se les convierte en robots
obedientes al que los ha programado.
Humberto. Nacemos libres de lo
que la sociedad nos va a transmitir y condicionar. Pero, la parte animal, que
es divisiva, está ahí. Los animales solamente pueden actuar en una única
dirección, que es su salvaguarda de la vida. No tienen la capacidad de
renunciar, de ceder, de ir hacia lo nuevo. Los hombres podemos tener esa
posibilidad de lo nuevo, lo que no está en el condicionamiento, en la
programación.
Oppenheimer, Einstein y otros, tan listos que eran, y aún fueron tan
estúpidos de dejarse engatusar y engañar por los políticos y los militares,
creando la bomba atómica. Lo que quiere decir que si se crea algo, el poder lo
tiene que manejar y utilizar para sus fines: dominación, agresividad y como
arma violenta para hacer la guerra. Per
la cuestión es: ¿Una mente divisiva, la mente del hombre, qué puede crear que
no sea más división, insensibilidad e indolencia, enfrentamiento, conflictos y guerras?
Un niño que se criara entre
animales, sin ver nunca a personas, podría desarrollar la compasión y el amor
con solo ver y observar. Se daría cuenta que ante la presencia del animal más
fiero y cruel, todos sienten miedo y huyen de él. Y que los que son más
pacíficos y no tan crueles tienen una mejor relación con los demás. Para saber, sólo hace falta ser consciente.
La cuestión es, ¿por qué unos son conscientes y actúan –cambian- y otros no lo
hacen?
Las interpretaciones son falsas y
engañosas. Lo que no nos engaña es ver si lo que nos llega es generador de
división o no. Si algo divide, por sagrado que creamos o se nos diga que es, es
negativo. Y lo que causa división, hay que descartarlo, ¿no? ¿Por qué no lo
hacemos y seguimos con ello, creando más división, desorden y confusión?
Los esclavistas no se aman así
mismos, porque al esclavizar a las personas, ellas mismas se esclavizan a los
esclavos para que no se vayan, desobedezcan y se liberen. Por lo que el
esclavista, un tirano, es un ignorante. Y eso mismo pasa con los maestros y
gurús con sus discípulos.
Por miedo, por experimentar
placer, se aguanta todo y se provoca todo.
La experiencia de la muerte es
infinita, porque la vida y la muerte van juntas. La muerte está en los
alimentos que comemos, en lo que aplastamos al caminar por el campo o el
parque, está en los accidentes de coches, etc., está en los que mueren de hambre
y en la guerra. La cuestión es comprender la muerte y no hacer de ella otro
problema.
¿Tan sabio qué era y no sabía que
si jugaba con tahúres le tenían que hacer trampas y engañar? ¿O es qué su
vanidad, su deseo de más y más, le desbordaban y no se daba cuenta de lo que
estaban inventando? Todo lo que inventamos es divisivo. Pues el paradigma del
hombre es la división. Mientras ese viejo paradigma no cambie seguiremos
divididos entre el 'yo' y el 'tú', entre el 'nosotros' y el 'ellos'. Y para que
llegue lo nuevo, hemos de morir a lo viejo y conocido, que es lo repetitivo.
Lo que tú me expongas a mí,
solamente yo tengo que descubrir si es verdadero o no lo es. Lo que digas tú y
los demás no tiene ningún valor.
El odio, el amor, se puede
expresar sin necesidad de palabras. Las palabras son como los intermediarios
que van a informar. Por eso, por ser intermediarios son un fracaso. Lo que
importa son los hechos. Y los hechos no se pueden mover ni por el tiempo ni el
espacio. Por eso, las palabras quieren pero no pueden. Solamente son adecuadas
en el ámbito técnico, científico, doméstico, etc.
Si la música no son palabras,
pero queremos transmitirla también con palabras. Lo que importa son los hechos,
Estefabía, pero como no vivimos siempre con hechos, es cuando llega la
amargura. Cuando uno hace una excursión, y se lo pasa muy bien disfruta, pero
cuando ese hecho acaba, entonces vienen los problemas. Por eso, uno tiene que
ser muy honesto, no corrupto, con todo, con las actitudes que tenemos,
gestionar debidamente lo que tenemos entre manos.
El trabajo que tienen que hacer
las mujeres es muy difícil pues ellas son perdedoras, en el sentido que a las
malas los hombres las pueden físicamente. Por eso, su actitud es intrigante, sinuosa,
manipuladora, porque no se puede enfrentar cara a cara a su oponente el hombre.
Y esa actitud la agria, la amarga. Y de ahí que las feministas sean tan
extremas, porque ven toda la pérdida enfrente de los hombres. Por eso, cada
cual ha de saber vivir en el lugar que la vida nos ha dado, ya sea de mujer o
de hombre, y saber gestionarlo. A las malas las mujeres no ganan. Y los hombres
explotándolas y aprovechándose de su mayor fuerza física, tampoco ganan. Porque
eso es lo mismo que ser un tirano esclavista. La paridad, es decir haciendo lo que
cada uno pueda sincera y verdaderamente, esa es la solución al problema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario