jueves, 27 de septiembre de 2012

Escritos y publicaciones, 27-9-2012



Pero la libertad es amor, Filip. ¿Qué problema tienes con que haya libertad? Los que temen algo que perder, son los que no quieren la revolución. Los más fanáticos en todos los ámbitos, son los que temen y no quieren la libertad. Pero sin libertad, llega la crueldad, el conflicto, la violencia y la guerra. Definitivamente la libertad, es amor. Si yo te amo a ti, ¿cómo te voy a obligar a que hagas algo a la fuerza?

El problema es que los que se identifican con UG Krishnamurti, puede que digan lo mismo de Jiddu Krishbanurti. Los católicos dicen que los hindúes son supersticiosos, pero ellos no se dan cuenta de toda la santería, vírgenes, toda clase de presuntos milagros, que sin superstición no se podrían aceptar. Y ya empezamos a dividirnos. Ves, Filip, como la división está dentro de nosotros. Y por eso uno tiene que descartar radicalmente todo lo que nos lleve a la división.
No hay otra cosa que la división interna. Y el que más sensible es para verla, comprenderla y descartarla, ese es el que tiene más capacidad para estar más libre. Porque estará menos tiempo dividido y fragmentado de todo lo que es la vida. Y por tanto cuanto menos tiempo dividido, más amor.

Pues, los hechos dependen de ti.

Sí, los hechos son para todos los que quieran vivir en el ámbito que nosotros pretendemos: la no corrupción ni la inmoralidad.

Tanto desde lo externo hacia lo interno uno puede verse como es. Como desde lo interno hacia lo externo. Porque la mente puede inventar cualquier cosa que necesite y le plazca. Y uno tiene que ver en la relación, en la realidad de la vida cotidiana, si eso es real o es un invento, una ilusión.

Al final de todo, si es que tenemos amor, está la libertad. El que se opone a la libertad de otro es egoísta y genera crueldad, violencia y guerra. Aunque parece que a algunos les divierten estas situaciones de represión, informes, contrainformes, algarabía, comunicados y tensión. Todo es una chabacanería, superficial, para entretenerse sin ir a la raíz que es la libertad. ¿Tanto cuesta dejar a los otros vivir como quieran vivir? Los celos, las envidias, lo que siempre ha sido que no queremos que desparezca porque creemos que es nuestro y nos favorece, ese es el problema.

Sabaté, siempre poniendo obstáculos para la libertad. ¿Dónde quieres ir a parar? El viejo patrón y paradigma no es adecuado. El que teme algo que perder, no quiere la revolución. Y sin la revolución en cada momento que pasa, ya sabes lo que hay: injusticia, mentiras, falsedades, y muchos beneficios egoístas.

La libertad es esencial para que haya amor. Los que no quieren libertad están amargados y generan problemas. Tienen miedo de perder algo.

Si uno no es vulnerable, quiere decir que es incapaz de sentir amor. Porque sin inocencia-vulnerabilidad, llega la crueldad, el miedo.

Creer que todo ya está funcionando adecuadamente es de personas superficiales, burguesas, egoístas. La sociedad corrupta genera dolor, mal.

Creer que los demás son la única causa de los problemas, es ignorancia, es egoísmo, es falta de empatía. Un problema es de dos o más people.

Hola Satya. ¿Por qué no puedo publicar en el grupo 'Maitreya Buddha (මෛ)'? Pues veo que los otros miembros sí que pueden publicar. ¿Puedes informarme los motivos?

Llevar una arma encima, ¿para qué es? Si no quiere hacer daño, no llevará ninguna arma encima. Todo lo demás son palabras, engaños. Egoísmo.

Si necesitas un arma para pode vivir, te acostumbras a hacer lo que no debes: ser brutal, cruel, violento. ¿Por qué se hace? Por más placer.

¿Qué es la violencia? Hacer daño conscientemente. No-violencia, es intentar no hacer daño. Por eso, por nuestras obras sabrán quienes somos.

Parece broma, pero no lo es. Nosotros aunque vayamos vestidos también somos animales. Aunque lo hemos complicado todo mucho más. Antes, hace cien mil años, con los puños o un palo intentábamos solucionar un problema. Ahora, necesitan ametralladoras, submarinos, drones, portaaviones, bases militares, espías, etc., con todo el dineral que se necesita para que todo eso funcione.
Básicamente siempre somos los mismos: todo para mí, nada -o casi nada- para ti. Por lo que, el conflicto está servido. Pero, no es tan fácil como parece cambiar de actitud. Pues, mientras uno no vea todo el peligro del egoísmo -como si viera un gran acantilado al lado de la carretera que si te descuidas vas a caer y morir-, sin esa intensidad en el ver el problema, no podemos ir más allá. Todos los dirigentes políticos, todos los que tienen mucho poder, tienen esa actitud suicida. Ven que muchos de sus compañeros pagan las consecuencias de actuar corruptamente, pero es como si no lo vieran. ¿Por qué está actitud tan indolente e insensible? Porque las personas necesitamos sentirnos seguros -creemos que así todo irá mejor-, pero la seguridad no existe en absoluto. Por tanto, como queremos lo que no puede ser, vivimos divididos internamente, que al salir afuera, externamente, se manifiesta en conflictos, en violencia y en guerra.

Hola Laura. He leído tu escrito de hoy. Y encuentro que quieres poner comprensión, orden y paz. Pero, está más complicado de lo que quisiéramos. Porque, los que mandan -los más poderosos- no quieren ceder ni renunciar.
Esta situación, es como la mujer que no quiere estar con su esposo, compañero, amigo. Y ese amigo no quiere dejarla por nada del mundo, ya que con ella encuentra beneficios económicos, emocionales, etc. ¿Qué solución ves ahí, si ese hombre tiene una actitud machista, brutal, carca, si sus amigos son como él o peor y le potencian e incrementan sus negativas actitudes? En el fondo todo se reduce a una educación de libertad. Pero para vivir en libertad uno tiene que ser muy honesto, muy justo, muy moral, con compasión y amor. ¿Por qué el más poderoso, cuando su pareja o su mujer -o al revés, el marido- quiere liberarse de esa relación, no ayuda y facilita la separación? Ves como es falta de educación en libertad. Ves como es ausencia de compasión y amor.
¿La relación se puede recomponer, después de tanto tiempo de agravios, insultos y malos tratos? La clave está en la libertad, que es amor. Si yo te quiero a ti, y me quiero a mí, ¿cómo te voy a obligar a hacer lo que tú no quieres? Si te obligo y te fuerzo, estoy dentro del infierno y te arrastro a ti.
Desafortunadamente, todos los que opinan con sus buenas intenciones, no tienen ninguna capacidad para resolver e incidir realmente en el problema. Porque ellos no sienten ni el odio ni la rabia que se tienen entre sí, el que se quiere separar y el que se lo prohibe e impide.

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