martes, 25 de septiembre de 2012

Escritos y publicaciones, 26-9-2012



El mandón parece un torero con revolver, desafiando a los asistentes espectadores. ¿Eso hace un efecto disuasivo para que no se repita? El que está destinado a repetirlo, a hacer una maldad, lo seguirá haciendo. ¿Por qué no miramos las causas de porqué hay estas atrocidades? No queremos saberlo, porque entonces tendríamos que renunciar a lo que no queremos. Por eso, es que hay tanto de venganza, odio y rabia, de dolor, en un ajusticiamiento. Todo eso visto como lo hacían en el salvaje oeste americano, parece muy lejano. Pero no, está muy cercano. Está aquí entre nosotros.

Nos arrastren o no, los deseos siempre están ahí. La diferencia está en que unos los ven y los gestionan adecuadamente.

Cuando uno va más allá del 'yo', todo el paradigma de la edad, del joven o el viejo, desaparece. El 'yo', es tiempo psicológico. Sin ese tiempo, el 'yo' no sería. Y el tiempo, es el pasado y el futuro, con el presente, que necesitamos para darle vida al 'yo'. Así que si uno quiere ir más allá del 'yo' ha de vivir en el ahora, ha de morir a cada instante a todo lo que va sucediendo.

Todo es más sencillo, Patricia, si uno va por la acera y ve una piel de plátano en el suelo, ¿no es mejor ponerla en el borde de la acera y la calle, o arrimarla en a la pared de los edificios? Si vamos por el parque o el campo, si vemos un caracol, una hilera de hormigas, ¿por qué no hacer lo posible para no aplastarlas?

No lo compliquemos tanto y dejémonos de romanticismos y excitaciones científicas que nos hacen delirar y alucinar. Mientras estemos divididos y en conflicto interno, todo lo que hagamos va ser a peor. Primero se invento el garrote, ahora ya estamos con las bombas nucleares. La solución no es la ciencia. La solución es moral, espiritual. ¿Para qué quieres ganar el mundo si pierdes tu vida, tu alma?

Engehelbert. Ahí está el error: en estar poseído y ser adicto de la ciencia. Si ahora desapareciera internet y lloraras, te deprimieras, no supieras que hacer. ¿para qué te han servido los años y años de escarbar y cavar en la ciencia si no sabes ni siquiera vivir con lo que nos viene? El problema no está hacia afuera, está hacia dentro, está dentro de cada cual. Y no lo vamos a resolver hacia fuera aunque pase un millón de años con sus inacabables inventos.

¿Cómo sabemos que estamos iluminados? ¿Hay alguien que nos lo diga? ¿Y a él quién le ha dicho que está o no iluminado? ¿Hay una junta calificadora que firma títulos de quién está iluminado o no? ¿Nos damos cuenta de qué estamos tratando? Las palabras, por astutas o refinadas que sean, no nos van a dar la solución de los problemas. La solución está en los hechos, en la acción, en la vida real de cada día. Y mientras no haya moralidad -abstenerse de hacer daño- ¿qué sentido tiene hablar de espiritualidad, democracia, liberación, o de lo que quiera que se hable?

Es una ilusión creerse uno que es mejor que otros. Son como dos, que no ven sus fallas y errores, decirse uno al otro que es mejor. Hay algo que está muy claro, cuando en una relación de pareja, un matrimonio, una amistad, no funciona, ¿qué es lo que procede hacer? Primero, intentar arreglar y recomponer la relación. Si no se puede, uno descarta esa relación. Costes siempre los va haber -el divorcio, los abogados, traslado de domicilio, etc. -. Y si es que si somos serios, civilizados, libres de odio, de envidia, de venganza, ¿dónde está el problema?

Patricia, cuando empezamos a hablar con alguien, un amigo o compañera de trabajo, lo hacemos de algo determinado. Pero una vez se empieza a hablar, puede llegar cualquier cosa que no estaba previsto. Eso es como la vida misma: que es inmanejable e imprevisible. Sé que eso no es la costumbre y parece que no sea científico. Y, por eso, las costumbres y la ciencia son tan pobres mezquinas.

¿Eso que tú dices, Jacob, es un hecho para ti o son sólo palabras? Nadie puede juzgar a nadie. Solamente podemos hablar del comportamiento de los hombres, de la manera cómo funcionan las mentes. Todo lo demás es ignorancia, soberbia, vanidad, el 'yo' operando.

Cuando tu vas a un pub mucho tiempo y cambia de dueño, ¿tú qué haces? Todo es muy fácil y sencillo, Etania, sólo faltan ganas de vivir. La vida es como la comida: si uno no tiene apetito, cuando le dan la comida la mira la huele, pone pegas y al final no la come. Pero si uno tiene hambre, la comida que le dan para comer se la come.

Cuando uno se da cuenta que el que piensa y el pensamiento son lo mismo, es cuando se da cuenta de la falsedad de la división entre el que piensa -el 'yo'- y el pensamiento. También se puede decir que el observador es lo observado: tú que me observas a mí, somos la misma cosa, la misma mente, el mismo 'yo', la misma consciencia.

Lo que desmonta todo conflicto es cuando nos preguntamos: ¿Tú lo puedes ser, verdad? ¿Por qué no me dejas a mí que también lo sea y siempre me digas que no lo podré ser porque no me dejarás? O sea tú fumas, pero no quieres que fume yo, u otro. Por lo que la cabezonería sigue generando el conflicto sin fin.

Mientras no estés libre de dueños, nunca serás ni libre ni feliz. Y como no eres libre ni feliz, estás amargado. Y nunca quieres que los demás quieran y puedan y ser libres ni felices. Por lo tanto, libérate de tu amo aunque sea tan grande y poderoso. No tengas miedo de quedarte solo. Porque cuando uno está solo, es cuando está con todos.

Pues sabiendo como somos ¿por qué seguimos inventando armamentos? ¿Por qué se dejaron los científicos de turno persuadir por los que mandaban, para que investigaran y diseñaran la energía atómica-nuclear, si sabían que iban a fabricar bombas como así lo hicieron? Luego se arrepintieron, pero los que mandaban, los militares, etc., no les hicieron caso y construyeron las bombas atómicas. Volvemos otra vez, el problema nuestro no es científico, porque a la vida no se la puede vencer ni derrotar, nuestro problema es moral, de corrupción, está dentro de nosotros.

En toda acción de pensar psicológicamente, está la raíz de todos nuestros problemas, porque nos divide de la realidad, del ahora, inventando otra realidad que más me gusta y satisface.  También podríamos decir que la acción de pensar es inatención, porque es cuando nos fragmentamos.

Pero, ¿eso qué importa si vivimos unos años más, aunque sean cien o doscientos, si lo hacemos inadecuadamente, en desorden y desarmonía? El problema de la vida, no solamente es vivirla, sino cómo la vivimos.

Todo está unido, pues si nosotros estuviéramos limpios de división y conflicto interno, no aceptaríamos ni elegiríamos a los políticos que aceptan a la violencia y la guerra como un arma para dominar, imponerse y mandar. Por eso, es que primero hay que partir de uno mismo, de lo que tenemos dentro: si hay división, si hay odio entre nosotros, ¿qué cabe esperar?

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