sábado, 22 de septiembre de 2012

Escritos y publicaciones 23-9-2012



De la realidad no hay escape posible. ¿Cómo puede escapar del deterioro del cuerpo y la vejez? De la misma manera en todo lo demás sucede igual: ¿puede uno huir del color de su piel, del condicionamiento educativo, familiar, cultural, puede uno huir del invierno frío, del verano caluroso? No acepte lo que los otros le digan, investíguelo, entre dentro de ello, y verá como todo es una huida, una justificación placentera hacia nosotros.

¿Cuándo uno quiere divorciarse, alguien tiene que darle permiso? ¿Cuándo alguien se quiere marchar de un sitio, tiene que pedir permiso a otro? ¿No se dan cuenta que todo es un juego egoísta, brutal, cosa de dictaduras, de la tradición como la tortura de los toros que dicen que el toro no sufre? ¿Tan egoístas y crueles son qué no tienen pudor ni vergüenza par mentir y cambiar la realidad? Pues no, no hay vergüenza ni pudor, ni moralidad, porque sólo hay persecución del dinero, del poder, del 'yo', de mi nacionalismo. Y todos los nacionalismos, son divisivos, generan desorden y confusión, violencia. Prueba de ello es que los nacionalismos, sin cuarteles llenos de militares y policías, no podrían ser.

¿Qué diferencia hay entre la derecha y la izquierda política? No hay ninguna. Las dos son nacionalistas, las dos participan en las guerras, sus máximos dirigentes tienen grandes cantidades de dinero, acatan a los papas y a los reyes. La izquierda y la derecha, son inmorales y corruptas. Pues no podría ser de otra manera ya que la sociedad que los ha elegido, a la que defienden y protegen es corrupta e inmoral, es insensible e indolente ante el dolor de los menos afortunados. Los menos afortunados no tienen nada. Pero los que tienen, tienen varias viviendas o casas, derrochan sin freno en viajes, en comidas, en caprichos innecesarios. Pues se han hecho adictos a vivir consumiendo y derrochando de manera que si no lo hacen tienen mono, el síndrome de abstinencia, como lo tienen los drogadictos.

Los que se aferran y agarran a la ley sin poder ir más allá de ella, son crueles y brutales, dictadores. Es su desgracia porque están sembrando su perdición pues ellos generan y provocan la violencia con todo el dolor y el sufrimiento. Hay algunos que por su insensibilidad, aunque salgan de una guerra, no les importa provocar y generar otra, revivir la amargura de la muerte de los conocidos, que dicen que tanto aman. Si uno en verdad quisiera a alguien, a su hijo, a su amigo, al vecino, a su mujer, seguro que no tendría ni un solo día de guerra. Es porque no los queremos que los lanzamos a la guerra, a la muerte, al dolor y la desdicha sin fin.

Cambiemos la palabra conciencia y digamos que lo que se está manifestando y operando es la nada, el vacío.

La vida, siempre son los otros. Y nosotros.

Hemos de seguir hablando si tenemos la necesidad de hacerlo. Cuando uno está saciado de palabras, deja de hablar. Y se dedica a otra cosa.

Cuando hablo de ir más allá de la ley, no lo digo como una norma cotidiana, sino de una urgencia.  Si uno va al médico urgentemente, los papeles, y las leyes que representan, no tienen ningún valor. Respecto, a las leyes meramente políticas, ¿quién ha dictado las leyes? Porque nadie va a echarse piedras a su tejado, ¿no?

Kuthumi, fue maestro de Jiddu Krishnamurti cuando era joven. Y Jiddu  Krishnamurti, escribió un libro, 'A los pies del maestro', donde relata la enseñanza que le impartió. Respecto de la creencia de que Dios existe o no, Jiddu Krishnamurti decía: 'Si habláramos acerca de Dios (de ser yo lo bastante tonto como para hablar de Dios) entonces estaríamos en contacto. Pero cuando ustedes se enfrentan a un hecho real -de codicia, de envidia- entonces perdemos el contacto.'

El problema no es que queramos la pasta -el dinero-, porque eso es preciso para subsistir. El problema es cuando se desboca ese deseo de dinero, de poder, de engrandecer el 'yo'. Y entonces, es cuando uno se hace vulgar, y todo lo que dice es una banalidad.

Sin consciencia seríamos como una piedra. Es la conciencia del cuerpo y de todo lo que nos rodea lo que nos hace seres humanos. Pero esa consciencia ha sido usada para conseguir más y más poder. Y eso quiere decir que es acosta de los demás. Por lo que esa consciencia se ha convertido en un problema. Por tanto ese problema se tiene que ver y observar. Y si la observación es total, absoluta, el mismo problema nos dará la solución.

La espiritualidad, la religión, la psicología son la misma cosa: la posibilidad de ir más allá de ese estado de división y fragmentación interna. Todo lo demás son palabras para sacar beneficios, dinero.

Es que si Jiddu Krishnamurti, se hubiera entretenido con el hindi y la India, tal vez tú no estarías escribiendo desde esta página del grupo JK. No hubiera sido tan conocido en todo el mundo.
Ese es el gran dilema. Unos dicen que viviendo lo que se quiere informar y explicar, no hace falta hablarlo ni informarlo. Porque al estar todo unido, las mentes también, todo llega a todos de una manera o de otra.

Ya se dice: los amigos de mis amigos son mis amigos. Y los enemigos de mis amigos son también mis enemigos. Es decir, la mafia a nivel internacional. Sino mira cómo funciona la ONU. La pregunta es, ¿toda asociación no lleva el germen de la corrupción: yo te doy, tú me das y de ahí nos instalamos y no salimos? Y los demás que se queden fuera, que quiebren, que haya un golpe de estado y desaparezcan. Pues, esa historia es tan vieja como el hombre.

Se dice que en África no existe la depresión como en el mundo desarrollado, porque la mayoría de los africanos viven al día y tienen que espabilarse para comer y subsistir, aunque sea con lo mínimo. Pero la depresión es algo que va con la vida. Cuando un perro es abandonado por los dueños que lo cuidaban, se deprime y aterra. Cualquier persona, que sienta una frustración ya está en el ámbito de la depresión. Y de la frustración nadie se escapa. Así que la depresión es común a todas las personas, a toda la humanidad. La palabra depresión viene de la falta de presión, de energía, para poder funcionar nuestras vidas adecuadamente. La depresión de los valles, es una especie de hoyo o concavidad, de falla, o depresión del terreno.
La depresión es algo que viene sin invitarla. Hay que vivir con ella, sin alentarla pero sin luchar contra ella. Porque si luchamos, se genera más confusión y se puede agravar aún más. Pues en toda lucha todos pierden, aunque uno gane. Y la marca y señal de la depresión, siempre es la pérdida de algo.

Pero si la ilusión soy yo, es Satish, eres tú, etc., si nada existe, ¿por qué escribes? ¿Es que estás aburrido y solo? ¿Note das cuenta que estás rodando en una jaula redonda? ¿En tu vida no existe el amor?

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