jueves, 20 de septiembre de 2012

Escritos y publicaciones 20-9-2012



Por supuesto que si no huyes del egoísmo es cuando se comprende. Pero aunque se comprenda, la función del egoísmo siempre está ahí, porque es la vitalidad de la vida: el querer comer es ser egoísta  respecto de los animales que comemos, todo lo que hacemos sin el pálpito egoísta no lo haríamos. Y seguramente nos degradaríamos tanto que pereceríamos. Porque la vida no podría ser, que es: comer, reproducirse, etc.

Esa misma afirmación de 'He descubierto por mí mismo y para mí mismo'. es ignorancia y egoísmo. Pues nadie por él mismo, sin la colaboración de los demás, puede hacer nada. Sin la ayuda de los que nos proporcionan la comida, la ropa, las máquinas, las casas, la calefacción y la refrigeración, no podríamos hacer nada. Por eso, la vida es una unidad indivisible. Y el verdadero problema es la división, creerse diferente, el elegido, etc. Es decir, otro negocio más aunque no se gane dinero y se viva como un pobre.

El universo es infinito. Y ante la palabra infinito, cabe todo y nada a la vez.

El Tao, es la ausencia del 'yo'. Y el 'yo' tiene infinitas posibilidades, por eso es tan escurridizo y capaz. Y no es posible desprenderse de él. Solamente podemos ir más allá de él –el ‘yo’-.

El 'yo', es la vida misma. Y sin el 'yo' no podríamos vivir. Por eso, hemos de ir más allá de él.

Todo es una repetición de todo. Así que uno tiene que ser capaz de ver todo lo que nos jugamos. Si uno no quiere la guerra, ha de generar la paz. Y la paz tiene un coste, no sale de la pared. Si uno no quiere la guerra, ha de comprender el 'yo', es decir comprender la vida. Y actuar en consecuencia.

“¿Si todo lo qué se dice y escribe sirve para avanzar en lo interno, por qué ninguno despierta en los mundos internos?”
El hombre  quiere y no puede. Y hasta que no se dé cuenta que haga lo que haga no va a vencer a la vida, seguirá en la ignorancia.  Y este darse cuenta, es lo que nos hace que vayamos más allá del ‘yo’.

Juan Carlos. Cuando dices que hay algo detrás de la muerte, ese manea condicional de decirlo quiere decir que no lo sabes. Sólo sabes que es el final. Si me permites, voy a preguntarte: ¿Qué sucede con el perro, el gato, el caballo, el gorila, que mueren? Pues, nosotros también somos animales. La vida continúa para los que siguen vivos. Para los que nos morimos, es la nada.
Eso no quiere decir que la vida no tiene ningún sentido, al contrario al haber visto realmente lo que es la vida, uno genera más sensibilidad, más capaz de amar a todo lo que existe sin excepción alguna.

“¿Podrá el pensamiento ser causa de unión y armonía?”
Humberto, el pensamiento sólo puede dividirse, haga lo que haga. Por otra parte, hay que darse cuenta que el estado de unión total, sin 'yo', sin conflicto, no es algo continuado, sino recurrente. Porque, nuestras mentes participan de todas las demás, son la totalidad -y a la vez cada una-. Y por tanto, han de pasar por la división y el conflicto, porque nadie quiere sufrir algún daño que le hagan los demás. Por eso, uno sólo puede ir más allá del 'yo', su conflicto y su desorden, pero sabiendo que ese estado de más allá no es para siempre.

Si tú tienes una persona en tu mismo lugar donde trabajas -un despacho, una carpintería, etc.-, que te fastidia y amarga, y no puedes eliminarla, has de estar, ir más allá de ella, ¿no

El peligro del infinito es que si no nos detenemos, llegamos al absurdo. Las personas, y la tierra, en relación con la grandiosidad y vastedad -y estas palabras no sirven para lo que queremos transmitir- del universo, somos como bacterias, y siempre menos aún. Por eso, las palabras y sus explicaciones, son incapaces de transmitir la realidad y la verdad de lo que sucede.

¿Te parece poca peligrosidad entregarte sin frenos ni para ti ni para los demás? El amor es tan peligroso y rotundo como la muerte. El amor es como convertirte en un cordero entre lobos, sin tener miedo. El amor es libertad en todas direcciones, hasta en la posibilidad que te maten. Es como los políticos que están amenazados de muerte y no quieren llevar escolta ni guardaespaldas.

Si decimos: 'Jamás voy a dar una conferencia', eso no es correcto. Porque tú mismo te has atado a un poste, te has esclavizado a esa opinión. Lo nuevo, no ha sido tocado por la mente astuta y siempre vieja. Y si uno no descarta lo viejo, está acabado, se repite como si fuéramos en un mismo surco sin salir de él, como la aguja de un toca discos que siempre discurre por el mismo surco del disco.

Cuando uno ve y comprende que el observador es lo observado, es cuando toda nuestra manera de ver las cosas cambian. Y eso da un sentimiento de libertad, ya no hay fiscal, ni inquisidor, sino observador que señala e informa.

La mente es una. Pero cuando nosotros realizamos esa mente. No hay preguntas sobre ella, ni sobre nada, porque las preguntas son ignorancia. Pues, esa mente es todo sabiduría.

La conciencia en sí, no es ni pura ni impura. La conciencia se manifiesta tal como es, a los sensibles e insensibles. Y la conciencia siempre es en este momento.

La pregunta es, ¿por qué no queréis la libertad? Es por vuestro negocio: el partido político. Con vuestro partido político nunca seréis libres.

Ir más allá del 'yo', es no eliminarlo porque no se puede. Es como cuando hace frío, no lo puedes eliminar, has de ir más allá de ese frío que todo lo envuelve.

Esos pensamientos, que consideramos negativos, se refieren a los psicológicos. No se refieren a los del ámbito científico, técnico, material, doméstico.




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