Por eso, no hay que pelear con
los pensamientos, sino dejar que salgan y se manifiesten desde el principio
hasta que se desvanecen. Lo realmente importante es la acción. La mente es
caprichosa y reproduce todo lo que recibe, ya sea que nos guste o no. Pero no
la podemos dominar. Así que es como vivir con un loco. ¿Cómo se puede vivir con
un loco, Juan Carlos? Con amor, con mucho amor.
Lo que yo hago, es parecido a lo
que tú y otros hacen. También gracias.
El trabajo de la vida consiste en
hacer del infierno algo habitable. Aunque sea tener ese infierno en orden,
armonía e lleno de belleza.
Con el tiempo todo se degrada y
corrompe. Aunque la religión juega a su favor con que administra el miedo y la
ignorancia. Y eso parece incluso tener más poder e influencia que el hambre, la
injusticia, los agravios, la servidumbre. Y eso demuestra hasta que punto tiene
poder e influencia lo psicológico, es decir, lo que se conoce como religión.
En Guinea Ecuatorial, en el lugar
donde mataron al dictador Macías, el anterior al actual, en un descampado, las
personas no osan pasar por ese sitio por miedo y temor.
Por eso que sin ayuda no se puede
hacer nada, ¿qué importancia tiene el gurú, el que dice que sabe, el general,
el rey, el número uno en el poder. Todos dependemos de los demás. La ilusión,
la vanidad, la astucia y la avaricia, hacen que digamos que unos son más que
otros.
El infierno es el cuerpo. Y
fíjate a belleza y la atracción que tiene. El infierno es la mente, la
conciencia, y sin ellas no somos personas. El infierno es también la
naturaleza, el gran teatro, donde se desarrolla el drama que pasa de comedia
alegre y vibrante a tragedia de muerte, donde se intercambian de instante a
instante. Lo más importante es hacer de todo esto una dicha de alegría y felicidad.
Y ese es todo el trabajo de una mente religiosa. ¿Podemos estar más allá de
todo lo que nos proporciona el cuerpo -las desdichas, las alegrías, el frío y
el calor-, lo que nos dan las personas, las circunstancias de la vida, y no ser
influenciado ni condicionado, y sentir su belleza que tiene todo?
Pero, Vicky, tú también dependes
de los demás: del cartero, de Google, de Facebook, del panadero, albañil, etc.
Eso es preciso. ¿Psicológicamente, es preciso depender de alguien o de algo?
Jorge puedes pasarte la vida
investigando qué es el amor, qué no es el amor, por qué es así o no lo es, etc.
Pero al final de todo lo que queda es: o que amas o no amas, o que me quieres o
me quieres destruir. Es decir, ya sabemos que la vida es una lucha, una guerra
a vida o muerte, que somos horribles, egoístas, crueles, etc. Pero uno tiene
que ir más allá de todo eso y allí estará el amor.
Hola Izaskun.
Quiero recordarte, que en el
momento en que prescindan de poner artículos y avisos favorable a la tortura y
asesinato violento de los toros por placer y diversión -si es que ello es
posible en ese periódico-, me pueden seguir enviando los ejemplares del PM
Bilbao.
He leído tu entrevista de hoy.
Gracias. Y estoy básicamente de acuerdo
contigo.
Hay algo que parece acreditar la
corrupción en que se mueve la sociedad y sus gobiernos: ¿Por qué Europa y EEUU,
que están radicalmente en contra del terrorismo, aceptan que las monarquías
petroleras del golfo Pérsico armen y apoyen a los grupos terroristas islamistas
radicales que hay por todo el mundo? ¿No crees que esa hipocresía, esa falta de
seriedad, desmoraliza a los personas, porque es como si ellos mismos fomentaran
la anarquía y la violencia, el quebranto del orden, el terrorismo?
Por eso, la violencia y la
guerra, venga de donde venga, las practique quien las practique, siempre son
negativas. Pues destruyen lo más importante para que la vida pueda florecer y
ser en todo su esplendor. Porque donde hay violencia, guerra, ¿qué clase de
vida se puede llevar, sino el sufrimiento y el dolor al ver los asesinaros en
masa, al ver las destrucción que lo arrasa todo, al ver la absoluta humillación
entre las personas con su comportamiento cruel y despiadado?
¿Por qué, ustedes los hombres
influyentes, no lo denuncian y lo comunican en escritos, en entrevistas como la
tuya? Pues, la indolencia y la indiferencia, que es ignorancia, es donde se
fundamenta y asienta la corrupción y la inmoralidad.
Por eso que el mundo es como es,
y no se puede cambiar, uno ha de ir más allá de él. No quiere decir que haya
conformismo o indiferencia. Sino que ya no estamos en conflicto con lo que es,
la realidad. Y si no hay conflicto, la revolución psicológica está funcionando,
Es decir, se está influyendo en la mente global mediante la actitud interna,
que va conformar la actitud externa, la acción.
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