Escritos y publicaciones 1-9-2012

He leído tu entrevista. Gracias.

Y, lo que más me ha llamado la atención, es que no has mencionado nunca nada sobre la educación en la moralidad, en la psicología, en el comportamiento humano que genere menos problemas en este mundo donde vivimos. ¿Para qué sirve un técnico, un ingeniero, un psicólogo, si vive corruptamente, si su comportamiento va a generar más desorden y confusión? Eso es sique es el sistema más antiguo y perjudicial. Porque, el sistema divisivo, egoísta, el del triunfador a costa de quién sea y cómo sea, es la consecuencia de vivir sin haberse dado cuenta de nuestro condicionamiento heredado de nuestros pasado animal.

Y hasta que no nos demos cuenta de quiénes somos y cómo vivimos realmente -con toda la insensibilidad, con la absoluta falta de respeto, con la brutalidad y la crueldad-,no podremos hacer nada para que llegue otra manera de vivir. Porque, lo primero es ser consciente de que vivo en lo falso y negativo, en lo que genera sufrimiento y dolor. Y si nos damos cuenta, entonces hay una posibilidad de hacer algo al respecto.

Por cierto, ir aireando por ahí de la raza que soy, es de poca de inteligencia. Porque, es ahí desde donde nacen los problemas que nos dividen, como el nacionalismo con sus fronteras divisivas, las religiones con sus libros que sus seguidores veneran, con las ideas y teorías políticas o de la clase que sean. De ahí que el africano y el europeo estén divididos; que los latinos, los negros y los anglos estén enfrentados en EEUU; que los israelitas, judíos o no, y los árabes palestinos estén enfrentados.

Una educación que no abarque todos los aspectos de la vida, el técnico y lo humano, el de aprender un oficio y el vivir sin corrupción ni inmoralidad, será la misma educación de siempre, la de ahora que genera los conflictos, los hombres armados, las matanzas y las guerras.

Creer que la ola es más importante que el océano, es lo que creemos nosotros también. Creemos que el 'yo', mezquino y ridículo, es lo más importante. Pero el océano -la realidad de la vida, nuestro destino-, nos trae sorpresas.

¿Aceptamos la realidad, dejando los sentimientos? Ese es nuestro trabajo, que parece que está por hacer. Pues nada más hay que ver cómo está el mundo donde vivimos: desigualdades, corrupción, conflictos, violencia y guerra. Hay mucho que hacer. Y uno tiene que empezar por si mismo.

Gracias por tu exposición del enlace, Patricia.

Lo más bonito, y a la vez desalentador, es ver que somos los mismos que hace un millón de años. Cuando vivíamos primitivamente, ya estábamos divididos y enfrentados, en conflicto, violentos. Y ahora, a pesar del extraordinario avance en el ámbito material, científico y técnico, que hemos conseguido, seguimos igual como cuando íbamos semidesnudos. Esto es así, porque ese avance en lo material, no ha sido correspondido por otro avance en lo espiritual, lo psicológico, el humanismo. Así que es antiquísimo reto, es el mismo que tenemos ahora: ir más allá de la división y fragmentación interna.

¿No te parece, Alkavin, que todo eso que dice el texto que has publicado, teniendo amor no haría falta cumplirlo o no cumplirlo? Solamente hay un obstáculo para que llegue el amor: la división y la fragmentación interna. Que al salir afuera, al exterior, es cuando genera todo esta manera de vivir de conflicto, de enfrentamientos, de violencia.

"Somos libres de elegir nuestro propio camino, pero hay una cosa que no es libre de elegir, y eso es en las consecuencias."

Las consecuencias siempre son más de lo mismo: sufrimiento y dolor. Por lo que nos queda es ir más allá de ese sufrimiento y dolor.

El conflicto, sea fraticida o de otra manera, siempre es el resultado de la división interna. Luego el problema es: dejar de estar dividido y fragmentado internamente.

He leído tu escrito, 'Investigar y el bosón de Higgs' Gracias.

Y te muestras altamente satisfecho y glorioso por los últimos inventos en la ciencia. ¿Crees qué esos inventos van a responder todas las preguntas que no tienen respuesta, cómo si tiene explicación el universo infinito? ¿Dónde se ubica lo que ubica el universo, lo que ubica al ubicador? ¿Para qué queremos inventar sin parar creyendo que vamos hacia la felicidad, siendo que eso es una falsedad y una mentira, porque no es posible?¿Qué importa vivir doscientos o quinientos años, si los problemas que nos torturan nuestras existencias no se resuelven? Los problemas económicos, de derechos, los provocados por la indolencia y la insensibilidad, los problemas de la absoluta falta de moralidad, de compasión. Y al final de todo está la muerte.

Prueba de esta manera absurda de vivir, es toda la energía y el dinero que invertimos en esos inventos, a esos viajes por el espacio en busca de un lugar, donde encontremos algo que podamos manejar, para apoderarnos de él, como tantas veces ya ha ocurrido a lo largo de milenios y en la actualidad, aquí en este maravilloso y sorprendente planeta. O sea, mientras tenemos la casa toda deteriorada, en desorden, llena de suciedad y de basura, tanto física como moral, nos dedicamos a derrochar y malgastar desatendiendo los problemas. Que son nuestros problemas, ya sea el dela crisis económica con sus recortes en las prestaciones de los servicios sociales, los graves problemas de corrupción e inmoralidad en todos los ámbitos, los de la división y el conflicto interno que son el origen y la raíz donde nacen estos problemas.

Todos los pretendidos beneficios de la ciencia y la técnica que obtenemos, mientras no estén sustentados y basados en la moral, en la compasión y el amor, no tendrán ningún valor real, pues perpetúan el paradigma de división entre los hombres, el paradigma de conflicto, de insensibilidad y de indolencia. Generando el desorden, la confusión y la anarquía. Donde el ser humano no es más que un número, una tarjeta de identidad. Donde la virtualidad y sus maneras nos hacen más vulnerables a los manejos e inventos de esa casta de vanidosos que parece no enterarse de cómo funciona el mundo donde viven aislados.

O sea, para ser un maestro, un gurú, un sabio, uno no tiene que estar dividido ni de la materia ni de la energía. Ni de ningún asunto que se derive de ellas, es decir, toda la vida.

Y no te has parado a pensar, es decir darte cuenta, que si todo lo que tú dices, sea lo que sea, te agarras a ello, también vas en busca de la muerte. Porque, no eres un hombre libre, eres esclavo de tu idea y teoría. Y toda idea y teoría no es un hecho, sino un no-hecho. Por lo que no hay nada que tenga sentido verdadero. Por eso, cuando psicológicamente uno se agarra a una idea o teoría, es cuando más en peligro está.

He leído tu columna, 'Terrorismo, islam, África', de ayer. Gracias.

Y es lo que ya sabíamos, pero detallado, y más. Es lo mismo que se repite generación tras generación desde que el hombre es hombre. Es su división, el creerse único y diferente, especial, de todos los demás, lo que nos hace que hagamos todas las barbaridades, para proseguir en esa idea de fragmentación, de vanidad y de capricho, de división interna. Que por la fuerza de los hechos genera conflicto, enfrentamiento, contienda y violencia.