jueves, 9 de agosto de 2012

Escritos y publicaciones 9-8-12


He leído tu entrevista de hoy, en el diario. Gracias.
"¿Por qué dices que los cosmólogos hablan de los multiuniversos, y eso para mí ya es poesía?”. Si el universo es infinito -¿lo es para ti?-, todo es también infinito. Por tanto, todas las posibilidades están abiertas. Mentalmente tenemos la capacidad de inventar todo lo que podamos imaginar.
La ciencia donde falla es en no ir más allá de la división y el conflicto. Cuando se investiga con animales, eso es divisivo y genera conflicto. Por tanto, todo lo que llegue a partir de ese conflicto generará más conflicto. Y es así como vivimos desde hace un millón de años.
¿Y quiénes van a ir más allá de ese paradigma de división y conflicto? Los científicos, los religiosos, los políticos, etc., no irán. Y entonces, solamente cada cual que ve esa división, y su conflicto, como un peligro para uno y para toda la humanidad, es el que puede hacer algo para que ese paradigma de desorden y confusión desaparezca de su vida.

Si los ricos, la iglesia católica, los políticos, etc., no fueran egoístas y repartieran sus riquezas -la tuya también- no se provocaría estas situaciones y las que puedan venir. Veo, Sergio, que vas en una dirección equivocada y eso te puede traer malas consecuencias. Pues de compasión y amor, estás falto.

No se trata de justificar o no. Se trata de ver de qué manera se soluciona los problemas. ¿Estamos de acuerdo, Silvia? Y, ¿cómo vamos a solucionar los problemas, porque los  gobiernos no los van a solucionan? La revolución sanguinaria, con su anarquía y las muertes, etc., tampoco va a resolver los problemas. ¿Qué haremos entonces, si es que queremos hacer algo? Pero no mañana ni dentro de unas semanas, meses o años, si no ahora mismo. Pues lo que queda es hacer lo que deberían hacer los demás: tener amor y compasión por los pobres y por los ricos. Si obligas a los demás para que hagan lo que tú quieras el amor no podrá ser.

Y tú, ¿qué vas hacer?

Y entonces, si es un pobre hombre, un desgraciado, un enfermo, ¿que vas a hacer? La compasión y el amor no busca problemas, los resuelve.

Tan bajos como están los valores. Si pasamos lista por arriba no pararemos. Y eso que ellos son los nobles, los mejores, la imagen y la autoridad. Ellos son los que han desmoralizado a las personas con sus maneras injustas, crueles e inmorales.

Por tanto, ¿qué he de hacer sabiendo cómo soy, cómo somos? Porque en el momento que todo empieza, como un incendio, todo se descontrola de manera que ya no se puede hacer nada. ¿Seguiré con las estúpidas vanidades, distracciones y entretenimientos, perderé el tiempo con los nacionalismos, sus banderas y toda esa parafernalia? ¿O, en una sola mirada lo descartaré radicalmente?

Solución global no hay, Lina. La solución la tienes que ver tú. Es decir, el problema no es lo que sucede donde está la guerra devorando y destruyendo a las personas, porque no podemos hacer nada para detenerlo. El problema eres tú, soy yo, y lo que hagamos en cada acto de nuestras vidas. Afortunadamente no vivimos en un lugar donde se echan bombas y se matan unos a otros. ¿Los motivos cuales son? Los motivos siempre va haber, van a estar ahí, los buscaremos y los encontraremos. Pero, si vemos todo el peligro, el horror y la desolación que es la guerra, no como algo lejano sino como si lo viviéramos directamente, entonces uno sabe lo qué tiene que hacer para no generar la guerra. La guerra tiene su raíz en la división interna, por eso es ahí donde debemos incidir, trabajar para que esa división sea comprendida y poder ir más allá de ella. Los milagros no existen ellos llegan a pesar de nosotros. Por eso, no podemos confiar en ellos porque son  caprichosos. Además, si las circunstancias de cada cual no son propicias, el milagro no tiene el terreno preparado para florecer. Así que, Lina, es cada cual el que tiene que comprender su guerra, que nace dentro de él, comprender como comprendemos el frío extremo del que nos tenemos que resguardar para que no nos mate. Y si hay comprensión la verdad es cuando puede operar. Y la verdad es lo nuevo, lo que no hemos tocado.

¿Pero no se dan cuenta que todo el qué tiene mucho poder ha de ser corrupto e inmoral -ya sea monja u obispo, político o funcionario, etc.- y roba de una manera o de otra? Es la ignorancia, el fanatismo, el que quiere disculpar a los que cree que son sus amigos, los de la misma cuerda. Pero culpa y es cruel con los que cree que son sus enemigos. Y así, los problemas no se van a resolver, sino que se van a incrementar con todo el peligro que ello conlleva de enfrentamiento, peleas y guerra.

El principal problema que tenemos es que para lo nuestro siempre buscamos excusas, pero para los otros somos implacables. Siguiendo para aclararlo más: Ven la paja en el ojo ajeno, pero no ven su viga que tienen  en sus ojos.

Eso es el comienzo de la paz, que es la inteligencia operando. Por eso, el observador es lo observado: yo soy tú y tú eres yo.

Los problemas no son de nadie, proceden de una causa. Pero desafortunadamente esa causa no la vemos. Por eso, es que ante un problema solamente podemos observarlo. Lo que sí que podemos hacer es, ver y darnos cuenta de qué es lo que sembramos, que es lo que causamos, para que no nos destroce el dolor y el sufrimiento.
Por eso, ¿qué importa a quién suceda una desgracia, si todos formamos una unidad? Mi hija nació porque yo hice algo para que naciera. Todo lo demás, para mí es lo mismo: todos somos iguales. Y eso no es retórico, todos son mis parientes, mis amigos, mis hermanos, mis vecinos.

Los animales son como ordenadores, no se salen de su programación o condicionamiento. Pero, los hombres tenemos la posibilidad de poder ir más allá de esa programación, del condicionamiento -ya que todavía somos como los animales-.

Hace treinta años que lo conozco y loleo. Ahora ya sé todo lo de él. Y hacia donde iba. En realidad, Jiddu Krishnamurti es como tú y yo y cualquiera. Más profundo, pero iguales.

Porque el pensamiento y la mente son el tiempo psicológico.

Creo que eso es el fin de todo lo que hablamos e investigamos. Sí, Arun, tenemos la suerte de verlo y compartirlo.

Todo puede ser y nada puede ser a la vez. Si decimos que todo es un sueño o ilusión, entonces todo está bloqueado. Y todo lo que hagamos es absurdo. Como nunca sabremos la verdad última, lo que nos diga nuestra intimidad, es lo que cuenta. Eso sí, uno tiene que hacerlo por compasión y amor.

Podemos decir y hacer lo que queramos, pero si internamente estamos divididos y fragmentados, en conflicto y llenos de odio, todo eso de esa moral -que no lo es en absoluto-,¿qué sentido tiene?

¿Por qué quieres poner un método o un sistema? Ahora toca comentar escribiendo. Luego, ¿quién sabe lo que pueda suceder?

Pero, Juan Carlos, si cada uno tenemos nuestro drama. Si yo te contara los míos no terminaría. Los tienen los gitanos, los indios de toda América, los judíos, los moros, los que tienen accidentes y se cortan una pierna, etc. Y voy a parar. Pero es la mente conservadora, la egoísta la que es nacionalista, laque se aferra a una idea religiosa, política, la que cree hacer el bien, la que cree que es especial, la que se queja a todas horas y ve siempre problemas. ¿No has visto en el fútbol que los hinchas sólo ven las desgracias de su equipo, pero no ven ninguna de los otros que también están jugando con su equipo. Eso, ¿por qué es así? Es esa mente estrecha la que genera ignorancia, vanidad, superficialidad. Y todo eso es lo que genera el miedo a lo nuevo, al de fuera, al diferente.  Ahora bien, ¿eso cómo se soluciona?

Pero, Carmen, ¿eso cuándo tiene que ser? ¿Es un proyecto, un hecho, tiene que intervenir el tiempo para llegar a ser eso que parece tan bonito y adecuado? ¿Entiendes dónde estamos? Porque las palabras si somos serios, sensibles, han de decir algo que sea verdadero. ¿No te parece?

No encuentro adecuada la guerra. Ya que es cruel y generadora de horror y desdicha.

Hay alguna diferencia entre asesinos. El vencedor se encarga de ocultar lo que no quiere que se sepa y airea lo que le parece adecuado. Creo que si eres sensible, te  darás cuenta  que todos son lo mismo, lo que cambia son algunas de sus maneras, estética. Mira Israel lo que está haciendo en Palestina.

Sergio, pero si el problema es tu guerra que tienes dentro de ti, que es tu división y tu conflicto interno. ¿Nosotros qué podemos hacer? Lo que hagamos nos va a enredar más todavía, va a aumentar más nuestra confusión y desorden. Por eso, lo más sensato es atenerse a la propia manera de actuar. Si quieres la paz, por qué siembras la guerra, que es siempre la división entre dos personas. Así que, la guerra es para las personas que se identifican en las razas, las ideas religiosas, los nacionalismos, las ideas políticas, etc. Si uno no tuviera ningún deseo egoísta, no habría guerra en su vida. Piénsalo bien, detenidamente y lo verás, comprenderás.

Estás haciendo como todos los que están poseídos por una idea o teoría, la mente inventa, alucina, tiene delirios, y crea la realidad que más le conviene. Y siempre paramos ahí. ¿Qué hacen los enemigos que se desacreditan mutuamente, pero que cada uno de ellos dice que vive en un paraíso, que son demócratas, que son justos, que son buenos, etc.? Ese es el mal de las personas: su condicionamiento.

Gracias, Carmen, he comprendido lo que quieres decir. Solamente quiere decirte que el cambio no necesita tiempo -no digo que tú no lo hayas hecho-, pues siempre el cambio es ahora. Cuando sea tiene que ser la experiencia del ahora. Todo lo demás son juegos mentales, como llegaré, ya sea en  unos meses o años, pero no llega. ¿Por qué no llega? Pues, porque realmente no queremos que llegue.

¿Por qué dices eso, Elena? Cada uno tiene que hacer lo que tenga que hacer. Pero que lo haga siendo consciente de todo lo que va implícito en ello. Entonces uno no tiene sorpresas cuando dicen que es esto o aquello, porque él ya sabe que su actitud ha de generar eso que le viene. Por eso, en  el orden  interno está la comprensión de la realidad, de lo que es. Y uno no tiene ningún problema de vivir con eso que es.

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