viernes, 3 de agosto de 2012

Escritos y publicaciones 3-8-12


Las plantas si que tienen el sistema nervioso adecuado para ellas, por eso algunas al anochecer cierran sus flores y a la salida del sol al alba empiezan a abrirse otra vez. Otras son carnívoras: cuando un insecto entra en sus flores, éstas se cierran matándolo para alimentarse. Y esas actitudes, sin un sistema nervioso no podrían operar.
El ser humano, como ha ido más allá de su naturaleza animal, en algunos aspectos, puede comer lo que más le convenga. Al margen de nuestros prejuicios e inclinaciones. Yo soy vegetariano unos treinta años. Los chimpancés, que generalmente son vegetarianos, sí pueden cazar a algún animal a su alcance, se lo comen. He visto comerse a otros monos más pequeños en una cacería entre los árboles, en una estrategia que era la misma que la humana: una banda con jerarquía y planificación para matar.
Otros monos, también cazaban flamencos en un lago. O sea que la ley de la vida es, todo lo que se pueda digerir, y no me haga daño, puedo comérmelo, al margen de la moralidad que podamos tener  las personas.

Si decimos que la verdad y una broma es igual, entonces ya estamos más allá del bien y el mal. Porque, maltratar a las plantas por diversión y entretenimiento, no veo que tenga mucho sentido ni compasión hacia ellas. Decir esto que he dicho, puede que sea cierto o no lo sea, pero ante la duda me veo obligado a decirlo.

Pero ese algo que nos trae la persona que llega, lo hemos de descubrir cada uno. Porque puede ser que una persona traiga algo que nos guste e interese, como no. Porque si no el planteamiento queda, como si todos fuéramos incapaces de hacernos daño unos a otros, cuando esa no es la realidad.

Creo que todo lo que decimos sobre lo adecuado o no de comer carne, no es el problema de la vida. El verdadero problema de la vida, es ver de qué manera estaremos libres de división y conflicto. Porque mientras en lo interno, dentro de nosotros, exista el conflicto, todo lo que hagamos no tendrá ningún sentido verdadero alguno. Pues ese conflicto al salir a fuera, al exteriorizarse, va a generar desorden y confusión, que a su vez va a generar enfrentamiento, violencia y guerra. Todo lo demás es una pérdida de tiempo, una distracción más.

Esa rotundidad al negar que no pondrías ninguna bomba, creo que no es verdadera. Porque, si algo caracteriza a los seres humanos es el decir algo, pero luego hacer todo lo contrario. Ya que tú has dicho que eres judío, ya ves lo que hacen en Israel con los palestinos, que los han encerrado en un campo de concentración. Que es en lo que han convertido a Palestina. Y eso que cada año hacen un espectáculo publicitario, sobre el   Israel. O sea, eso que les hicieron a sus abuelos, padres, parientes, amigos, etc., más o menos, es lo que ahora ellos hacen a los palestinos. Es decir, el hombre es quiero y no puedo.  , lloramos al decirlo, pero no lo cumplimos. Así que, no digas lo que tú no sabes si lo puedes o no puedes hacer.
Siento decirte, que detrás de las palabras que usas hay una gran amargura, un resentimiento. Deberíamos de olvidarnos de si somos judíos. si somos germánicos, moros, latinos, etc. Solamente existe la raza humana, es decir las personas. Todo lo demás es añadir e incrementar los problemas.
Con afecto y con cariño.

Aunque estoy básicamente de acuerdo contigo, no es vital para liberarse de la división y el conflicto. Te olvidas que todas las mentes están conectadas unas con otras. Y por mucho que te cuides con los alimentos, etc., tu mente ha de participar de los celos, las envidias, la vanidad, el miedo, que es todo el condicionamiento, etc. Ese es nuestro destino. Por tanto, seguimos con la pregunta: ¿Qué podemos hacer para liberar la mente de su condicionamiento, que hace que nos dividamos y vivamos en conflicto?

Gracias por tu respuesta. Elena.
Ojalá sea como lo llamamos algunos. Pero, debemos atender a la realidad. Todos no son como tú, tienen tu sensibilidad, sino que van a la suya, son indolentes. Por lo tanto, hay que comprender que el problema, es el problema de cada uno, es el problema de su vida y como la vive. Porque el futuro es ahora. Si tú lo ves claro y otro no lo ve, ¿qué debemos hacer? Hay quien pasa la vida hablando, debatiendo, sin llegar a la raíz de los problemas. Tú les puedes decir que van en una dirección equivocada, pero ellos no te harán caso. Y entonces, es cuando comprendemos que somos nosotros los que nos tenemos que liberar de todo el condicionamiento que hemos heredado de nuestros padres y abuelos, de la sociedad.
Así que, el reto se inmenso, es nuestro reto, que es responder adecuadamente a todos los problemas que nos llegan, que nos da la vida.

¿Hay alguien que sea individuo, no dividido? En realidad todo lo que se dice, si estamos muy atentos, uno se da cuenta que es él que también está diciendo lo que se dice.

¿Tú crees que una persona como tú describes, liberada y sin conflicto, se dedicaría a torturar a las plantas y arbustos, o los dejaría en paz? Si puedes traspasa esa acción a los seres humanos, todo eso sería una crueldad. La libertad implica excelencia, que es compasión y amor.

Pero si eso ya está claro: cuando estás  relajado no hay problemas. El problema viene después, cuando dices: Ho, ¿qué tontería hice? Y entonces, ¿qué sentido tiene estar relajado? Eso es tan infantil y superficial.
Pero, si miro lo que estoy haciendo sin hacer nada para alentarlo o reprimirlo, entonces todo eso cambia. Porque ya no deja residuo alguno, no hay diferencia entre estar relajado o no.
O sea, que la relajación no ha de ser inducida, si no un florecer de la atención, donde no hay conflicto.

Creo que te pasas un poco, Lizbeth, cuando dices que las mujeres sois más sensibles que los hombres,  que tenéis ‘el don más privilegiado que es el don de dar vida’, etc. Pero, no te das cuenta que sin los hombres no podrías dar vida. Esa visión que tienes de la vida, es la misma que los machistas pero en versión de la mujer. Y eso no te hace moderna  ni cosmopolita, sino vieja y anticuada, una persona fragmentada y dividida. Y eso no es bueno para la vida, donde se necesita orden, el más elevado orden, que es no estar dividido ni en conflicto. Todo lo que hagamos y digamos, sea lo que sea, si internamente estamos divididos y en conflicto no tiene ningún sentido verdadero alguno.
Aprovechando la ocasión, el autor del comentario es un contador de cuentos vulgar y superficial, que el día de su aniversario –uno de los últimos- dijo que fue a contratar una joven mujer virgen para desahogarse sexualmente.

De acuerdo. Pero insisto, como siempre no estamos en la nada, cuando pasa esa situación de eternidad, ¿qué pasa dentro de uno?
Alguien que roba o hace una maldad, puede sentir y vivir esa nada, esa eternidad, mientras dure esa situación. Pero cuando todo eso pasa, ¿dónde queda esa dicha intemporal y de éxtasis? Puede que lo detengan, lo juzguen, etc., vaya a la cárcel. ¿Te das cuenta de qué estamos hablando?

Aunque alguien tenga muchos años, y tenga viejo el cuerpo, ese no es el problema. El problema es no ser libre de todo lo que nos quita la libertad: el pasado, todo lo que nos han dicho, todo lo que nos han inculcado, libre de todo el condicionamiento, ya sea el de hombre o mujer, de pobre o rico, de inculto o culto. Cuando uno va más allá de todo ese condicionamiento, es entonces cuando uno conoce la libertad. Uno puede ser libre en cualquier lugar, sin salir de una aldea ni viajar en avión ni saber leer. Porque la libertad, es estar más allá del tiempo y el espacio. Un ciego puede ser libre, un tullido también, alguien muy feo y malcarado, Ese es el mayor tesoro y riqueza que hay, Lizbeth: estar descondicionado para ser libre. No-condicionado quiere decir ser nada para serlo todo, no saber nada para comprenderlo todo. Y en eso, está la dicha de la paz y la comprensión del miedo.

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