lunes, 20 de agosto de 2012

Escritos y publicaciones 21-8-12

“El amor sólo puede existir cuando las acciones son correctas”. Eso parece engorroso. Pero es la realidad porque nos pone los pies en el suelo, ante la realidad.
¿Quieres decirme algo?
No tengo nada que decir.
El amor es ahora.
Porque lo que escribo, y todo lo que hago, es para los demás.
Todo lo que hacemos si no lo hacemos compartido con los demás, sale mal.
Se ha hecho todo una unidad. Es como cuando conduces y no quieres molestar a nadie.

Si actuamos negativamente, renunciando al 'yo', la acción no es personal. Porque no sabemos el resultado de lo que ha de venir.

No es que su madre es una persona vulgar como todos los somos, es que el corredor también lo es. ¿Nos damos cuenta que siempre tendemos a encumbrar a unos: a dios, a los reyes, a los ricos, a los líderes políticos, musicales o del espectáculo, a los que dicen que saben, a los más agresivos y expansivos -sin agresividad no habría trofeos-? ¿Por qué es esto? Es porque somos vulgares, superficiales, llenos de insatisfacción, que vamos a la búsqueda de algo que nos distraiga y entretenga de esta insoportable manera de vivir.

¿Por qué queremos juzgar e intervenir el pasado? La mente nunca podrá llegar a ese pasado, será su condicionamiento a la hora de juzgarlo lo que lo determinará. Lo más peligroso y absurdo es decir que uno sabe y más tratándose de juzgar. Pues todo juicio es sobre el pasado. Ya sea que se juzgue a los comunistas, a los nazis, a un niño, a una persona cualquiera.

La falta de respeto por las personas -sean quienes sean- genera malas consecuencias. Los seres humanos somos frágiles y vulnerables, por eso necesitamos todo el respeto y la consideración. Si no hay compasión y amor en nuestra vida, en cada acto, llega la contienda, la violencia y la guerra.

Nada más hay que ver como funciona una religión organizada, desde arriba hasta abajo, para saber de qué son capaces de hacer. Eso es porque tienen mucho poder. Les pasa como a los dictadores que se perduran en el poder muchos años, ellos ya no saben lo qué tienen que hacer, solamente ven que tienen que seguir en el poder. Y para ello, hacen y hacen hacer las cosas más ridículas y absurdas: falta de respeto a nuestra voluntad, las mentiras e hipocresía, toda la brutalidad y la falta de sensibilidad que con lleva el poder y su persistencia en él durante siglos.

Las religiones organizadas, para sostenerse tienen que inventar relatos y cuentos impactantes. Porque, ellas no quieren que funcionen las mentes ni que inquieran ni que indaguen. Solo quieren que tengan fe y obedezcan. Por eso, ellas tienen una filosofía –teología- tan pobre y superficial.

Eso es la vida misma y siempre lo será, hasta que no veamos cómo funciona nuestra mente, lo capaz que es de inventar y de ser estúpida a la vez. Por eso, sino comprendemos todo el proceso del miedo, y del ‘yo’ que es el que lo genera, aunque pase otro millón de años y vayamos a otros universos a vivir, seguiremos igual que ahora estamos: ignorantes, manejables, obedientes, temerosos y con miedo, y por tanto, violentos y guerreros.

Eso demuestra que son igual de sádicos y asesinos, cada uno a su estilo y manera. Es como el comer: hay quienes comen en cuchara de plata y otros de hierro o madera, pero todos comemos. Por eso, la división, creerse diferentes al otro, es la ilusión de los ignorantes: cada uno a su nivel es un asesino y un santo –si es que eso se pude ser en absoluto-.

Se dice: ‘Vale más caer en gracia que ser gracioso’. Hay países, personas, que hagan lo que hagan siempre lo van a hacer mal. Pero hay otros que es al revés. Un ejemplo: en Sudáfrica hace unos días la policía asesinó a unos treinta mineros que se manifestaban. Eso sucedió delante de las cámaras de televisión por lo que se pudo ver como si fuera en directo con todo su dramatismo y crueldad. ¿Qué hicieron los diarios y las televisiones del establishment? Pasaron de puntillas, sin darle la importancia y la gravedad que tenía. Ahí estamos, donde siempre. Por eso, es preciso cuestionar todo lo que nos llega. Ya sé que en la otra parte –los otros- hacen lo mismo. Y por eso, las distracciones y el entretenimiento, hay que descartarlas pues los otros si te descuidas ya te han estropeado, engañado, manipulado a su conveniencia.

Esa misma división en que vivimos, es la que llevamos a todos los ámbitos. Y en la historia es igual de perniciosa y peligrosa. ¿Sin haber triunfado la revolución bolchevique –los pobres- en Rusia, podría haberse generado alguien como Hitler? Él fue, al principio, el tapón contra la revolución que ponía en peligro las monarquías europeas y su capitalismo. Y en esos momentos todo eran apoyos y admiraciones al que luego se les fue de las manos.
En cuanto lo que vino después, si uno está lo bastante liberado de su condicionamiento –‘loco’-  como ellos estaban, puede repetirlo si las circunstancias se repitieran, porque lo encontrarían necesario. Como de hecho ocurre ahora pero a menor intensidad. Es decir, todo ese horror se puede repetir e incrementar. Solamente hace falta que las circunstancias que concurran así lo exijan.

Lo más curioso es que le damos valor a lo que no lo tiene en absoluto. Porque estamos encerrados en el paradigma mental que todo es una repetición. Lo que cambia es la agudeza de la descripción, el momento en que se hace y los apoyos que recibe. Por eso, es igual de vulgar decir que tengo hambre, como otro que usa toda una página donde escribe para decirlo.  Nada es extraordinario si sabemos ver, porque todo es los mismo, pues la mente está sujeta al ‘mi’, a lo ‘mío’, que son operaciones del ‘yo’, viejo y repetitivo. Y mientras no salgamos de ese ámbito del ‘yo’, lo nuevo no llegará.

Básicamente todos somos iguales psicológicamente. Es la ilusión la que inventa la división entre ‘tú’ y ‘yo’, ‘nosotros’ y el ‘ellos’. Evidentemente, está el color del cabello, la piel, etc.  Pero, todos participamos de la misma mente global, es decir del mismo paradigma mental.

El individuo, la individualidad, es otra ilusión. Pues, ¿quién puede ser totalmente libre? Uno puede sentirse libre en relación a los otros que lo son menos. Pero eso no es libertad en absoluto. Solamente, cuando comprendemos la mente y todo su funcionamiento, que podemos ir más allá de sus juegos y engaños y ser libre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario