"La felicidad es una cosa
que siempre está ahí y no es algo que viene y va. Lo que viene y va es una
creación de la mente y usted no debe preocuparse por ello”.
Hay que ser muy profundo, un
sabio, para creerlo, comprenderlo y vivirlo.
Somos lo que percibimos. Pero eso que percibimos se tiene
que poder vivir en nuestras vidas. Sino todo es un invento, una alucinación, un
delirio.
Hay un problema con la vida:
primero tenemos el problema de qué haré para conseguir dinero. Pero éste dinero que conseguimos genera otro
problema: ¿qué haré con el dinero? Y así se cierra el círculo en el que estamos
atapados. Por tanto, el problema no es cómo conseguiré dinero, energía y poder,
sino qué hago con ello. Es cuestión de gestionar, como pasa con la comida: si comemos
demasiado tenemos demasiada energía. Y entonces, ¿en qué invertimos esa
energía: en ser más agresivos, brutales, crueles?
Si una persona ha visto todo el
proceso del deseo, desde que nace hasta que se seca y desaparece, ¿se entregará
a ese expansionismo del más y más a costa de destruir todo lo que le rodea, ya
sean las personas, como toda la naturaleza, todo lo que le ayuda a sobrevivir?
En el fondo, en la raíz, está la
ausencia de sensibilidad. Sin sensibilidad, no puede haber compasión ni amor-
Y, sin compasión ni amor, somos peores que los animales. Porque podemos
incrementar nuestra violencia según nuestro gusto y deseo. Los animales matan para sobrevivir, pero no
torturan ni se ensañan. Su locura está controlada, pero la nuestra puede ser infinita.
El resultado de toda práctica,
método, para conseguir algo psicológicamente es un error. Pues eso que se
quiere conseguir está en el futuro. Y cuando empieza la práctica y el método,
se divide del presente al estar mirando al futuro: ¿lo que conseguiré, cómo lo
conseguiré, qué haré cuando lo consiga, etc.?
Por eso, el primer paso es el que
determina el resultado. Y el primer paso adecuado es descartar toda práctica y
todo método. O lo que es lo mismo, descubrir y comprender cómo funciona el
pensamiento. Que al experimentar el miedo, se agarra a lo que inventa creando
así una falsa seguridad, que nos lleva al desastre de la confusión y el
desorden.
¿Por qué nos gusta contar los
cuatro pies al gato? Las palabras son pobres a la hora de describir la realidad,
por eso uno tiene que ir más allá de ellas. De lo contrario uno es superficial,
por lo que no puede percibir más allá de la apariencia.
No, no, ese no solo es mi
problema. Es el tuyo también. Porque si dices: 'Deja tu apego al ego y después
sabrás que hacer con tu contenido mental' Eso son palabras. Yo quiero ver cómo
vives, qué haces con tu dinero, cómo te comportas con los que te sirven,
con tu mujer, etc. Todo lo demás son
palabras.
Y, yo sí que sé como te
comportas: lo haces como todos las personas. Porque el observador es lo
observado. El que escribe es el mismo que el que lee.
Se le puede decir a alguien que
sufre dónde está su parte de responsabilidad. Pero, una vez dicho esto uno se
tiene que implicar en resolver el problema de la miseria humana. Y, ¿cómo se
resuelve la miseria humana? Primero que nada resolviendo su propia miseria, que
es su fragmentación y división interna. Ahora bien, si uno resuelve su división
interna, que es la que genera el conflicto, ¿puede hacer algún daño a otro?
Investígalo, no digas ni que si ni que no. Y si no puede hacer daño a otro, sus
palabras y sus hechos provocarán que llegue la inteligencia, que confortarán
sus problemas, nuestras miserias.
El pensamiento está condicionado
para resolver problemas. Y por tanto todo lo convierte en un problema para resolverlo
y así proseguir, devenir.
Pero cuando uno descubre este paradigma,
que es el del 'yo', las células cerebrales se aquietan. Y ya no quieren
problemas, pues no las divierten, no les dan el placer que antes sentían. Este
es el mismo proceso del guerrero: ve en todas partes la guerra y la posibilidad
de guerrear. Pero cuando seda cuenta que esto no tiene fin y lo va a destrozar,
es cuando ya no quiere más guerra. Y
esto sucede en todo el ámbito del deseo, del devenir, del proseguir.
Puede un cristiano asistir,
promover y financiar, la tortura y asesinato violento, por placer y diversión, de
los toros. Una criatura de la providencia. Los hipócritas cristianos están
destruyendo toda la moral de Occidente, que seguramente será reemplazada por la
moral de Oriente.
Todo este problema de descubrir
otros planetas, etc., tiene su raíz en el deseo. Pues el deseo es la distracción
de la mente. El deseo que quiere novedades, que quiere y necesita el placer de
lo novedoso, de la vanidad de haberlo conseguido. Y todo eso, es miedo, es la
huida del presente. El presente y su realidad no me gusta. Ahora inventaré otra realidad que más me gusta
y satisface. Y así nos dividimos y entramos en conflicto. Y ese conflicto, que se
genera internamente, al salirse fuera es el que ha construido todo este
paradigma de desorden y confusión en el que vivimos. Es decir, la confusión y
el desorden de desatender los graves problemas que hay en la tierra: hambre, pobreza
y miseria. Que son la consecuencia de esta división interna. Por lo que todo
es, una distracción, un espectáculo y entretenimiento, una vanidad que nos
proporciona placer.
Lo más curioso es que donde
vayamos, allá vendrá todo el desorden con notros. Cuando los europeos fueron a
América para instalarse, toda su manera de vivir llegó también. En tan inmenso
que era el continente, con el espacio que había, y aún llegaron las disputas,
las divisiones, los conflictos, las matanzas. Y eso, es lo que sucederá el día
que desembarquemos en algún otro planeta en el que podamos vivir.
Los cristianos tienen el problema
de que está todo muy bien explicado: sus pecados, sus faltas, etc. Y entonces,
la mayoría son hipócritas, mentirosos y falsos. Pues, ¿cómo puede ser un
cristiano, creyente en la divinidad, promotor financiero, aficionado, defensor
de a la tortura y asesinato violento de los toros por placer y diversión
festivalera? Un toro es hijo de la creación, una criatura de la providencia,
lleno de belleza y hermosura. ¿Puede un creyente romper, maltratar, torturar y asesinar,
un toro, para divertirse?
Los cristianos y sus mentiras, falsedades
y supersticiones idólatras, están dejando vacía la moral, la belleza de la
unión con toda la naturaleza. Y ese vacío lo tiene que ocupar otra cultura más
humana y compasiva con todo lo que existe: personas, animales, árboles, etc.
La religión en su aspecto
favorable tiene el fin de ir siempre más allá de toda circunstancia y situación.
Y para ello, hay que comprender el vacío, la nada, para poder ir más allá. Más
allá de la religión, de la política, del nacionalismo, más allá de todo lo que
hemos creado, del cuerpo y lo que nos trae, de toda idea y palabra. Y la
enseñanza de JK, coincide en ir siempre más allá. Y por eso, es también
religión.
Para ir más allá es preciso tener
una comprensión de todo cuanto sucede. Y eso solamente llega con la unión en
todos los ámbitos de la vida. Y esa unión es la que hace que pueda llegar la compasión
y amor.
Podemos decir que ese dios del
que no te puedes esconder, para los que no creen en dios, es la conciencia.
No solamente para un político es
más notorio que en su gestión del gobierno se llegó a un planeta que cualquier
otra cosa, sino que es lo que más dinero mueve. Y por tanto, lo que más poder
genera.
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