La vida en si no es el problema.
El problema es mi vida, que no me gusta y siempre estoy luchando, agrediendo,
no me gustan los celos, las envidias, los deseos destructivos y agresivos. Y
qué hacer con todo eso es mi problema.
“Los que saben no hablan. Los que
hablan no saben”.
O, los que saben hablan. Los que
hablan saben. Porque si te agarras a algo, ya está ahí el absurdo. Para no
llegar al absurdo tiene que ser: si pero no, no pero si.
La carne es la gasolina especial
que usamos para vencer, ganar, imponerse, para que el 'yo' prosiga con su
crueldad y brutalidad. Aunque los que no comen carne también están ahí, aunque
sea a otro nivel.
He leído tu escrito-columna,
'Larga vida y juventud', de ayer, 22-7-12.
Salvo que los jóvenes ahora se
van más tarde del hogar familiar -que esto tiene que ser coyuntural-, todo lo
demás que dices, es la manera de comportarse los hombres desde siempre. Esto
quiere decir, que vivimos en una ilusión, en un trampa. Porque todo lo que has
dicho tú, siempre los más viejos lo han dicho y lo dirán. El joven, como no
tiene memoria comparativa aún, todo lo que sucede le parece bien y normal.
Es decir, todo lo que hacemos es
recordar el pasado, querer inventar el futuro que por la fuerza de los hechos
tiene que ser una continuidad del presente, pero más acelerado y por tanto con
más problemas. Nos creemos que el presente es peor que el pasado, porque está
más complicado. Pero esto es un ilusión, pues lo único que cambia es la rapidez
de la acción. Y a más acción, más confusión y desorden, más caos, más de lo de
siempre.
Todo ello, solo puede cambiar
cuando nos damos cuenta de esta ilusión, que es fruto de una mente dividida y
fragmentada. Entonces, no tendríamos tanto deseo para conseguir más y más,
porque como lo compartiríamos todo, no habría envidia, celos, vanidad,
frustración. Es decir, el 'yo', y todos sus problemas, no operarían.
Hay que aclarar, que no comer
carne noes una operación física para el cuerpo, sino que es un acto de
compasión. Y por eso, poco importa lo que hicieron nuestros antepasados
próximos o lejanos.
Aunque a veces mi alegría y mi
fiesta, es a costa de los otros. La alegría interior no tiene nada que ver con
la alegría mundana, con toda la vanidad y espectáculo.
Todo eso si lo controlamos, lo
ejercitamos con métodos y sistemas, nos lleva a la misma repetición que hacemos
para proseguir la búsqueda de placer.
Hay vegetarianos que nunca han
comido carne, ni sus padres ni abuelos, etc., tampoco. Y no se sabe nada de
carencias ni problemas corporales por esa manera de alimentarse.
Todo tiene que ser cuestionado,
pues todo está confundido por intereses egoístas para ser más eficientes a la
hora de sacar algún beneficio como en los deportes, en la guerra, en los
negocios a fin de producir y consumir más.
Siempre las gracias las tendría
que dártelas yo a ti. Pues tú no sabes lo que recibo de esta amistad tan
bonita.
Porque nos aferramos y nos
destruimos mutuamente. Por eso, hay que morir a todo lo que nos condiciona y
nos engancha.
Habría que averiguar, ¿por qué
hay algunos que tienen el 'yo' casi todo el día operando y otros menos tiempo?
Lo intemporal, no se puede llamar
ni provocar. Lo que provocamos es la continuidad para seguir sacando más placer
y sus derivados, vanidad y soberbia. El placer sin más es lo que nos viene, sin
agarrarnos a ello. Es como si dijéramos que queremos prolongar eternamente la
primavera. Eso es el absurdo del placer. Cuando todas las estaciones son el
mismo placer sin confusión y sin desorden.
Al respecto de que hay que
trabajar. Pues todo ser viviente, si no es que es un inútil psíquico, tiene que
hacer algo. No nos preocupemos por los que aparentemente no hacen nada. Pues,
seguro que hacen algo. ¿Alguien conoce a personas que no hacen nada? Yo no
conozco ninguna. Como los animales, todos hemos de hacer algo. Y ese algo
también está en función de los demás que nos acepten o no nuestras necesidades
y peculiaridades. La vida tiene infinitas posibilidades, que no las podemos
ver. Y por eso no son vistas como trabajos convencionales. Por ejemplo, hace
dos mil años seguro que la mayoría diría que escribir era una tontería, una chorrada,
algo inservible para poder comer, etc.
Pero, y si hay unos que les pagan por decir lo que quieren oír. No te das
cuenta que es eso lo que todos hacemos: los diarios dicen lo quieren
leer y saber los que los compran; en la iglesia y los templos, también
escuchan lo que les place y agrada; los abogados, los médicos, los
políticos, los reyes, los papas, etc., intentan halagar a sus 'clientes'.
Así que ¿por qué te extraña tanto, los que hacen lo mismo pero de otra
manera, aunque sean sencillos y sin poder?
¿A dios se le puede firmar un contrato?
No digo ni que sí, ni que no. Solamente, quiero ver todo lo que hay implícito
en ello. Todo lo que digamos o no digamos de dios, no tiene ningún sentido ni
valor. Pues dios siempre estará más allá de todo lo que digamos o no digamos.
Por tanto todo eso, parece un juego y un entretenimiento infantil.
Antes que nada te viene bien
hablar. ¿O estás ocupada?
De acuerdo. Entonces háblame de
ese presentimiento. En que sentido lo dices. Y si ya has tenido alguna
experiencia. Aunque las experiencias no tienen porqué repetirse.
¿Tienes algo en el corazón?
Eso es poco.
Explícalo pues, por favor.
¿Podemos seguir o lo dejamos para
otro momento?
¿Qué tal la tormenta que tenías?
¿Cuál ha sido la causa?
¿Eso qué clase de respuesta es,
te crees que somos niños? Di no te lo quiero decir. Y ya está. Pero no juegues
infantilmente.
Lo que tú quieras. Creo que estas
conversaciones, como no eres sincera, no nos llevan a ninguna parte.
¿Tan peligroso es lo que vas a contestar?
El que teme algo debe.
¿Perjuicio de quién, de tú o de
mí? Es de los dos, pues los dos somos humanos y los humanos todos tenemos prejuicios.
Por eso que tenemos prejuicios, no los provoquemos.
No. Eso lo tienes que descubrir
tú. Y si tienes que decir 'No' porque te sale, dilo y asume la responsabilidad
de decir no.
Para que haya verdadera
comunicación entre dos personas, las dos han de mirar en la misma dirección. No
puedes ir hacia el este y el otro hacia el norte. Pues así eso no va a ninguna
parte. Ya estás haciendo de las tuyas. Lo siento esto se acabó.
¿Por qué si algo no quieres que
se sepa lo insinúas? No haberlo mencionado. Porque si lo mencionas, es como si
yo voy a tu casa y te digo: tengo algo para ti, pero no te puedo decir lo qué
es. ¿Eso te parece bien? Eso es jugar a
un juego, que no lleva nada bueno para clarificar los problemas que todos
tenemos. Ahora si a ti te divierte, eso es otra cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario