jueves, 7 de junio de 2012

Escritos y publicaciones 8-6-12


Uta. Los árboles no pueden decidir si se van o no porque viene la lluvia y no quieren mojarse, o porque no hay agua y tienen que ir a buscarla para satisfacer sus necesidades de beber. Los animales y las personas,sí que podemos optar ir a algún sitio a buscar alimento y agua, sí que podemos buscar un sitio donde poder estar a salvo de la lluvia o de una tormenta de viento.

Lo único que es igual para todos es que el fin del conflicto interno nos trae la tranquilidad y el orden. Cuando uno vive en conflicto ve enemigos por todas partes, siempre se prepara para estar fuerte y listo para hacer la guerra. Y siempre encuentra motivos para la contienda, pues los motivos para hacer la guerra son infinitos. Pero lo maravilloso es que los motivos para no hacer la guerra también son infinitos. Así que, en algunas cosas superficiales si que somos diferentes, pero con respecto a lo esencial, a lo verdadero, a la compasión y al amor, todos sentimos lo mismo. Algunos dicen que tienen amor, pero sus hechos y actitudes no lo son. Por eso, por nuestras obras es como nos pueden conocer. No por lo que decimos.

¿Crees que esta crisis es una crisis especial, como nunca antes ha habido? Primero que nada toda crisis, ya sea económica, política,etc., es la consecuencia y obedece a otra crisis interna y psicológica. Porque el problema que tenemos no está fuera, ya sea en la política, la religión,entre los jóvenes y los mayores, entre esposos, entre parientes, sino que es la consecuencia del conflicto interno.

Mientras no resolvamos nuestra crisis interna, todo va a seguir como siempre hemos existido: divididos y enfrentados, en contienda,entre los diferentes nacionalismos, entre pobres y ricos, entre cada uno de nosotros con otro. Y toda está división genera insensibilidad ante lo que es la vida, las personas, y así no vemos realmente lo que es el sufrimiento y el dolor.

Creemos que hemos venido a la vida a divertirnos, a llevar una vida de placer, con sus eventos hedonistas. Y creemos que si no tenemos el placer es por culpa de otro. Y, es entonces cuando llega la miseria, al tratara los otros como si no fueran humanos, a despreciarlos, a tratarlos como esclavos para que trabajen con sueldos ridículos. Para así, tener un mayor beneficio para que me aporte más placer. Pero, el placer lleva consigo el dolor. Y ahí empieza y termina todo el misterio de las crisis.
Por tanto, tú tienes que resolver la crisis que siempre tenemos. Porque nadie te la puede resolver. La crisis quiere decir: la soledad,la precariedad de querer y no poder, del miedo al futuro y al pasado, del miedo a no poder estar libre de ese miedo. Porque, hasta que no vivamos no divididos y sin conflicto, seguiremos siendo dañinos por ver que la crisis no desaparece,dando la culpa a los demás. Y el otro haciendo lo mismo: buscar un culpable,pero que no seamos nosotros. Cuando es justo al revés: el problema soy yo, lo que hago, cómo vivo.
¿Puedes al menos entenderlo, DK?

La naturaleza humana es incorregible, ¿con respecto a qué? Si tenemos un plan preestablecido de lo que tiene que ser la vida de las personas, entonces son incorregibles. Si no hay plan preestablecido, no habrá ningún problema. Porque no tener ningún plan de nada, es la liberación.

"Cuando está en silencio, se habla. Cuando se habla, no dice nada".
Eso es una tontería. Porque cuando hablas, si es como debe ser, sí que tiene sentido y transcendencia. Y al revés, si te callas forzado auto-reprimido, dividido, te sale mal.

Las personas necesitamos ayuda, porque somos desafortunados y perezosos. No tenemos la suficiente energía para encarar el reto de la vida,nos gusta más invertir nuestras fuerzas en diversiones , después de largas jornadas de trabajo. Pero el resultado es que así vamos a remolque detrás de los psicólogos y psiquiatras, detrás delos que dicen que saben, algún gurú de moda, de última generación. Y, como no somos reflexivos nos hacemos esnobs. Y ser esnob espiritual o seguidor de alguien, aunque es cómodo nos destruye la vida.

Estábamos hablando sin ninguna dirección planificada, cuando nos hemos visto metidos hablando del origen de la tierra y de lo atrevidos que son los que dicen que el universo tiene tantos millones de años.
T. Segarra: Eso todo es un cuento. Que unos escriben un libro y venden millones y así ganan dinero. Porque el universo es eterno. Y lo eterno no tiene principio ni fin. Tu dices que en las facultades hay loritos, pues eso. Es como hablar de dios y querer darle una imagen o ideas humanas. Y eso es muy peligroso porque no tiene sentido. Así que el origen del universo y su big-bang es tan superficial. Y en medicina ocurre lo mismo.
Interlocutor: ¿Sabes qué hay un animalito invisible que originaba la peste y que vivían en las ratas? Ese animalito se esconde en la cadera, o en otro lugar, donde puede generar dolor. Me pasa algo extraño en la rodilla: se me bloquea como si no pudiera dominarla.
T. Segarra: Una de las veces que he ido a un psiquiátrico para visitarlos, donde trabajaban unos amigos, una persona ingresada allí salió del pabellón donde estaba ingresado. Y empezó a caminar, para ir a pasear o a algún otro lugar, cuando de repente se agachó y ya no podía caminar. Mi amigo, que trabajaba allí le dijo: “Miguel, no te preocupes levántate y vuelve a caminar que no pasa nada”. El hombre se giró y nos miró asustado pero volvió a caminar, al cabo de unos pasos más volvió a a agacharse sin poder caminar. Y otra vez se le animó y se marchó caminando.
Interlocutor: Hace unos días el fontanero que vino a mi casa me dijo que un compañero suyo en tres días murió. Y seguramente, es que no lo habían tratado adecuadamente. Yo también he sufrido algún ataque de esas bacterias o microbios. Pero los médicos no hacen caso a esos síntomas.
T. Segarra: Es que no tienen tiempo para tratar adecuadamente a las personas que van a ellos. Tú si que has estudiado y estudias. Pero es que te has dedicado a ello, no has tenido diversiones ni novias, ni tienes hijos, ni has ido de fiestas; y tienes tiempo para mirar y observar. Eso es como ir en coche a cien y puedes ver algo de los lados, pero si vas a doscientos nada más se ve que la raya de la carretera.
Interlocutor: Tengo un amigo médico, que no sabe nada. Y todo lo quiere solucionar con psicología. Y eso es una traición a la medicina. Porque no investigan la enfermedad como debe de ser.
T. Segarra: Es que se puede curar tanto fisiológicamente como psíquicamente. Toda la vida ha habido la lucha entre los médicos, entre los que dicen que es más importante el soma que la psique y al revés.
Interlocutor: Eso no es así. Tú no puedes negar un microbio, que es el que causa la enfermedad.
T. Segarra: Es que los psíquicos van a negar el microbio. Se puede curar fisiológicamente, psicológicamente y esotéricamente. Cada uno tiene su arte y manera. Si ahora viene una persona gorda, se le puede decir: ‘Deja de comer, haz ejercicio y tómate estas pastillas’. Pero también se le puede decir: ‘¿Qué te ocurre que comes tanto? Vamos a investigar qué e es lo que te da tanto apetito’. Si ahora entra una persona y dice: ‘He sentido un agobio en el ascensor, ¿verdad que ha ocurrido algo allí dentro?’ Y le decimos, sí se murió hace unos días una persona allí dentro. Él lo sabía y si hurga lo podrá ver ahí. Pero uno tiene que ir con cuidado porque todo es infinito. Y entonces a esa persona la tienes que escuchar porque a ella le influyen las palabras y lo que sucede de otra manera a como le influyen a los demás.
Las palabras tienen un gran poder, pueden hacer mucho daño. Por tanto, hay que usar las precisas y las necesarias, y dejarlas estar. No querer seguir y seguir buscando porque siempre está ahí el infinito. Hay que usarlas cuando es debido y enseguida olvidarse de ellas y vivir. Porque si no nos enredamos.
Tanto las maneras de curar psicológicamente y fisiológicamente, se tienen que unir. Si una persona toma café porque dice que tiene la tensión baja y eso la tonifica, ¿por qué cortarlo enseguida? Hay que decirle que se baje los que se toma al día, que pruebe y vea lo negativo que es el tomar café. Todo tiene que estar unido, porque la unión es el amor. El amor lo integra todo, nada excluye. Y, ¿por qué no curar tanto el soma como la psique?
Por tanto usemos las palabras, todo, de manera que nos nos confundan y enreden, porque todo es infinito.
Interlocutor: Hemos acabado por donde empezamos.

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