Uta.
Los árboles no pueden decidir si se van o no porque viene la lluvia
y no quieren mojarse, o porque no hay agua y tienen que ir a buscarla
para satisfacer sus necesidades de beber. Los animales y las
personas,sí que podemos optar ir a algún sitio a buscar alimento y
agua, sí que podemos buscar un sitio donde poder estar a salvo de la
lluvia o de una tormenta de viento.
Lo
único que es igual para todos es que el fin del conflicto interno
nos trae la tranquilidad y el orden. Cuando uno vive en conflicto ve
enemigos por todas partes, siempre se prepara para estar fuerte y
listo para hacer la guerra. Y siempre encuentra motivos para la
contienda, pues los motivos para hacer la guerra son infinitos. Pero
lo maravilloso es que los motivos para no hacer la guerra también
son infinitos. Así que, en algunas cosas superficiales si que somos
diferentes, pero con respecto a lo esencial, a lo verdadero, a la
compasión y al amor, todos sentimos lo mismo. Algunos dicen que
tienen amor, pero sus hechos y actitudes no lo son. Por eso, por
nuestras obras es como nos pueden conocer. No por lo que decimos.
¿Crees
que esta crisis es una crisis especial, como nunca antes ha habido?
Primero que nada toda crisis, ya sea económica, política,etc., es
la consecuencia y obedece a otra crisis interna y psicológica.
Porque el problema que tenemos no está fuera, ya sea en la política,
la religión,entre los jóvenes y los mayores, entre esposos, entre
parientes, sino que es la consecuencia del conflicto interno.
Mientras
no resolvamos nuestra crisis interna, todo va a seguir como siempre
hemos existido: divididos y enfrentados, en contienda,entre los
diferentes nacionalismos, entre pobres y ricos, entre cada uno de
nosotros con otro. Y toda está división genera insensibilidad ante
lo que es la vida, las personas, y así no vemos realmente lo que es
el sufrimiento y el dolor.
Creemos
que hemos venido a la vida a divertirnos, a llevar una vida de
placer, con sus eventos hedonistas. Y creemos que si no tenemos el
placer es por culpa de otro. Y, es entonces cuando llega la miseria,
al tratara los otros como si no fueran humanos, a despreciarlos, a
tratarlos como esclavos para que trabajen con sueldos ridículos.
Para así, tener un mayor beneficio para que me aporte más placer.
Pero, el placer lleva consigo el dolor. Y ahí empieza y termina todo
el misterio de las crisis.
Por
tanto, tú tienes que resolver la crisis que siempre tenemos. Porque
nadie te la puede resolver. La crisis quiere decir: la soledad,la
precariedad de querer y no poder, del miedo al futuro y al pasado,
del miedo a no poder estar libre de ese miedo. Porque, hasta que no
vivamos no divididos y sin conflicto, seguiremos siendo dañinos por
ver que la crisis no desaparece,dando la culpa a los demás. Y el
otro haciendo lo mismo: buscar un culpable,pero que no seamos
nosotros. Cuando es justo al revés: el problema soy yo, lo que hago,
cómo vivo.
¿Puedes
al menos entenderlo, DK?
La
naturaleza humana es incorregible, ¿con respecto a qué? Si tenemos
un plan preestablecido de lo que tiene que ser la vida de las
personas, entonces son incorregibles. Si no hay plan preestablecido,
no habrá ningún problema. Porque no tener ningún plan de nada, es
la liberación.
"Cuando
está en silencio, se habla. Cuando se habla, no dice nada".
Eso
es una tontería. Porque cuando hablas, si es como debe ser, sí que
tiene sentido y transcendencia. Y al revés, si te callas forzado
auto-reprimido, dividido, te sale mal.
Las
personas necesitamos ayuda, porque somos desafortunados y perezosos.
No tenemos la suficiente energía para encarar el reto de la vida,nos
gusta más invertir nuestras fuerzas en diversiones , después de
largas jornadas de trabajo. Pero el resultado es que así vamos a
remolque detrás de los psicólogos y psiquiatras, detrás delos que
dicen que saben, algún gurú de moda, de última generación. Y,
como no somos reflexivos nos hacemos esnobs. Y ser esnob espiritual o
seguidor de alguien, aunque es cómodo nos destruye la vida.
Estábamos
hablando sin ninguna dirección planificada, cuando nos hemos visto
metidos hablando del origen de la tierra y de lo atrevidos que son
los que dicen que el universo tiene tantos millones de años.
T.
Segarra: Eso todo es un cuento. Que unos escriben un libro y venden
millones y así ganan dinero. Porque el universo es eterno. Y lo
eterno no tiene principio ni fin. Tu dices que en las facultades hay
loritos, pues eso. Es como hablar de dios y querer darle una imagen o
ideas humanas. Y eso es muy peligroso porque no tiene sentido. Así
que el origen del universo y su big-bang es tan superficial. Y en
medicina ocurre lo mismo.
Interlocutor:
¿Sabes qué hay un animalito invisible que originaba la peste y que
vivían en las ratas? Ese animalito se esconde en la cadera, o en
otro lugar, donde puede generar dolor. Me pasa algo extraño en la
rodilla: se me bloquea como si no pudiera dominarla.
T.
Segarra: Una de las veces que he ido a un psiquiátrico para
visitarlos, donde trabajaban unos amigos, una persona ingresada allí
salió del pabellón donde estaba ingresado. Y empezó a caminar,
para ir a pasear o a algún otro lugar, cuando de repente se agachó
y ya no podía caminar. Mi amigo, que trabajaba allí le dijo:
“Miguel, no te preocupes levántate y vuelve a caminar que no pasa
nada”. El hombre se giró y nos miró asustado pero volvió a
caminar, al cabo de unos pasos más volvió a a agacharse sin poder
caminar. Y otra vez se le animó y se marchó caminando.
Interlocutor:
Hace unos días el fontanero que vino a mi casa me dijo que un
compañero suyo en tres días murió. Y seguramente, es que no lo
habían tratado adecuadamente. Yo también he sufrido algún ataque
de esas bacterias o microbios. Pero los médicos no hacen caso a esos
síntomas.
T.
Segarra: Es que no tienen tiempo para tratar adecuadamente a las
personas que van a ellos. Tú si que has estudiado y estudias. Pero
es que te has dedicado a ello, no has tenido diversiones ni novias,
ni tienes hijos, ni has ido de fiestas; y tienes tiempo para mirar y
observar. Eso es como ir en coche a cien y puedes ver algo de los
lados, pero si vas a doscientos nada más se ve que la raya de la
carretera.
Interlocutor:
Tengo un amigo médico, que no sabe nada. Y todo lo quiere solucionar
con psicología. Y eso es una traición a la medicina. Porque no
investigan la enfermedad como debe de ser.
T.
Segarra: Es que se puede curar tanto fisiológicamente como
psíquicamente. Toda la vida ha habido la lucha entre los médicos,
entre los que dicen que es más importante el soma que la psique y
al revés.
Interlocutor:
Eso no es así. Tú no puedes negar un microbio, que es el que causa
la enfermedad.
T.
Segarra: Es que los psíquicos van a negar el microbio. Se puede
curar fisiológicamente, psicológicamente y esotéricamente. Cada
uno tiene su arte y manera. Si ahora viene una persona gorda, se le
puede decir: ‘Deja de comer, haz ejercicio y tómate estas
pastillas’. Pero también se le puede decir: ‘¿Qué te ocurre
que comes tanto? Vamos a investigar qué e es lo que te da tanto
apetito’. Si ahora entra una persona y dice: ‘He sentido un
agobio en el ascensor, ¿verdad que ha ocurrido algo allí dentro?’
Y le decimos, sí se murió hace unos días una persona allí dentro.
Él lo sabía y si hurga lo podrá ver ahí. Pero uno tiene que ir
con cuidado porque todo es infinito. Y entonces a esa persona la
tienes que escuchar porque a ella le influyen las palabras y lo que
sucede de otra manera a como le influyen a los demás.
Las
palabras tienen un gran poder, pueden hacer mucho daño. Por tanto,
hay que usar las precisas y las necesarias, y dejarlas estar. No
querer seguir y seguir buscando porque siempre está ahí el
infinito. Hay que usarlas cuando es debido y enseguida olvidarse de
ellas y vivir. Porque si no nos enredamos.
Tanto
las maneras de curar psicológicamente y fisiológicamente, se tienen
que unir. Si una persona toma café porque dice que tiene la tensión
baja y eso la tonifica, ¿por qué cortarlo enseguida? Hay que
decirle que se baje los que se toma al día, que pruebe y vea lo
negativo que es el tomar café. Todo tiene que estar unido, porque la
unión es el amor. El amor lo integra todo, nada excluye. Y, ¿por
qué no curar tanto el soma como la psique?
Por
tanto usemos las palabras, todo, de manera que nos nos confundan y
enreden, porque todo es infinito.
Interlocutor:
Hemos acabado por donde empezamos.
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