sábado, 30 de junio de 2012

Escritos y publicaciones 30-6-12


Para verificar o evaluar la experiencia, Marcos, primero hemos de estar libres del condicionamiento. ¿Qué es el condicionamiento del que todos participamos? Todos estamos influenciados y condicionados por el  lugar donde nacemos, la educación que recibimos de nuestro ámbito familiar y de la escuela, lo que comemos, las lecturas, los trabajos que hemos hecho y hacemos, etc. Y sin uno verlo claramente e ir más allá de ello, todo lo que verifiquemos estará teñido por ese condicionamiento. Por lo que el resultado será una continuidad de ese condicionamiento: mis ideas y teorías generarán los prejuicios y así no tendremos la lucidez y claridad mental para ver lo negativo y descartarlo.

Gracias por tu exposición. Pero lo descrito no es lo real, lo que se dice no es lo narrado. De manera que si una persona pierde un dedo en un accidente, éste ya no vuelve aparecer. Sé que la ciencia encontrará una explicación. Pero lo que está fuera de la vista normal -los átomos, la célula, etc.-, no tiene un resultado favorable inmediato para la vida que llevamos ahora en la actualidad. Todo eso queda muy bien, y tenga su utilidad, pero a las personas nos beneficia muy poco en estos momentos.

¿No crees que es más importante, descubrir qué es lo que nos hace que vivamos en una crisis permanente -no la de ahora, o la que ya hubo, o las que vendrán-,con sus maneras de vivir que generan tanto dolor y sufrimiento? Y ver si podemos descartar lo que la genera. De lo contrario, ¿para qué queremos saber tanto e inventar e inventar, si nuestras vidas son un desorden y confusión que nos llena de amargura a nosotros y a los demás?

Pero, ¿por qué pasamos interminables comentarios cayendo en un bucle de palabras y contra palabras, sin abordar si eso que decimos es factual, si nosotros o el que lo dice puede vivirlo de la manera que lo dice? ¿Es vanidad, es deseo de pasar el tiempo entretenido y distraído?

La fatiga puede afectar mucho a nuestras vidas con sus consecuencias. A JK, en un estado de debilidad, lo tenían que ayudar para ir al baño a hacer sus necesidades, al paso de un tiempo se reponía. Y yo mismo he pasado también por una situación parecida, en la que el cuerpo no respondía a lo más necesario.

Los seres humanos, al igual que los seres vivientes, estamos constituidos de manera para sobrevivir. Por eso, la vida es una lucha de unos contra otros. En los animales eso se ve muy claramente, ya que ellos no tienen prejuicios ni dudas. Nosotros en cambio, al desarrollar nuestros pensamientos y aparecerlo que consideramos la mente, podemos ir más allá de nuestro condicionamiento, tanto para bien como para mal. Y es aquí donde nace la inteligencia: en la capacidad de ver lo negativo y descartarlo. Por el contrario, la falta de inteligencia sería la desmesura en una de las dos direcciones, tanto en la del exceso como en la del defecto. Aunque la libertad nos da la capacidad de asumir tanto los excesos como los defectos.

Creer que uno sabe es muy arriesgado y engañoso, por lo que es falso. Ya se dice: que el que dice que sabe es que no sabe, porque todo no se puede saber. Dices que la curación está con la naturaleza, con los que viven en el campo, directamente con la naturaleza. Y te preguntas: 'Los que vivimos en la ciudad, tenemos alguna esperanza?'

Estamos confundidos, pues hasta hace bien poco todos vivían en contacto con la naturaleza y había enfermedades, epidemias, división, violencia y guerras. Hay algunos que han nacido y siempre han vivido en una gran ciudad, que si se fueran a vivir al campo o a una aldea, podrían enfermar y deteriorarse por la tristeza y la melancolía, como puede suceder a revés, el ir de un pequeño pueblo a una gran ciudad. Así que, cada uno tiene que descubrir lo que más le conviene.

Los indios norteamericanos, y los del  sur de América también, vivían en la edad de piedra hace trescientos años, y enfermaban, luchaban, eran violentos y crueles entre ellos, hacían guerras y toda clase de cosas horrorosas. Es una ilusión creer que lo de fuera va a cambiar lo de dentro, cuando es justo al revés: lo de dentro de una manera o de otra siempre se impone a lo de fuera.

Pero también podríamos decir que haciendo todo eso que se ha dicho, así mismo se muere. Porque la muerte está ahí. Igual como la vida. Y tanto la muerte como la vida, no se las puede manejar como pretendemos.

He leído tu entrevista de ayer. Gracias por tus informaciones y comentarios interesantes.
La política en su esencia forma parte del paradigma de la vida. Todos, de una manera o de otra, hemos de ser políticos. Es decir, la política es como un negocio, pues la vida también lo es: descarto lo que no me interesa y acojo lo que sí me interesa. El problema está cuando lo llevamos hasta el extremo dela confrontación, el conflicto, la violencia y la guerra. Por eso, la guerra siempre es el fracaso de la humanidad, de la raza humana. Pues, es como si con la persona con quien vives tuvieras que agredirla, intentar asesinarla y consiguéndolo.
De esa fatalidad y destino, es porque se han generado personas, que han profundizado en todo lo que es la vida y en el comportamiento de los hombres. Y de ahí nació la psicología, la filosofía, la política, la religión. Algunos dijeron que el inicio de todos los problemas y miserias, tiene su raíz y origen en la división interna de cada persona. Pues esa división interna, al salirse fuera y exteriorizarse, es la que provoca y genera el conflicto entre nosotros.
Por tanto es la división, que ha generado al 'yo', al ego, la responsable de que en la política, la religión, la filosofía, y en todos los ámbitos, haya ese conflicto de unos contra otros. De ahí los nacionalismos con sus banderas, con sus fronteras, con sus equipos de fútbol, con sus políticas de centro, de derechas o de izquierdas. De ahí las diferentes religiones organizadas todas en conflicto unas con otra.
Por tanto mientras no resolvamos nuestro conflicto interno, todo lo que hagamos será una continuidad del desorden y la confusión en la que siempre hemos vivido desde hace un millón de años.

Si tú Dr., hicieras una maldad y mataras a alguien, podrías llegar hasta la pena de muerte diciendo y viviéndolo en realidad como tú lo dices a todas horas. 'Yo no he sido el que ha hecho esa maldad y muerte' ¿Podrías decir ante la inyección letal para matarte: 'Yo no muero'? ¿Podrías con ese drama sentirte feliz?

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