¿Se puede vivir sin hacer
propaganda alguna? Esto que estoy escribiendo y diciendo, alguien lo podría
interpretar como propaganda. Pero, lo que hacen los otros también se podría
afirmar que también lo es. Por tanto, el problema está en el que lo interprete.
Por tanto, son los administradores del grupo los que tienen que decidir que temas
entran en este grupo y que otros no. Así se evitarían problemas y malos
entendidos. Porque lo más importante es el orden.
Todo lo que digamos con respecto
a nuestra situación actual, a la crisis en que siempre vivimos, solamente se
puede resolver cuando vemos que la causa de todo el desorden tiene su raíz en
la división interna. Y es a eso a lo que nos hemos que atener. La belleza, la
dicha de las flores, las nubes, los animales, las olas rompiendo suavemente en
la playa, todo eso llega cuando la división no existe en nosotros.
Todo está unido y relacionado y
cualquier alteración para bien o para mal afecta a todo.
Cuidado J Eddy, lo físico no se
puede comparar ni igual con lo psicológico o espiritual. Pues, hemos de saber
que aunque queramos hay cosas que no se pueden cambiar en un momento dado. Si
ello fuera posible derrotaríamos a la materia, con su física y la química.
El problema que tenemos es que no
somos conscientes siempre de todo lo que sucede y hacemos. Es decir no tenemos
una atención dispuesta y operativa para percibir en todo momento la realidad.
El problema está en que para
llegar a conectarse a la conciencia, no ha de haber división interna.
Para no equivocarse uno tiene que
encarar los retos negativamente. Es de la manera en que el 'yo' no podrá
operar.
He leído tu entrevista de
ayer. Gracias por tus comentarios e
informaciones.
¿Puede alguien que se presenta
como un líder espiritual, amante de la paz y de la no violencia, tener las
maneras de un político, maquinando e instigando para que los hechos vayan a su
favor, aunque a costa de provocar revueltas y violencia con sus asesinatos?
¿Una persona, un personaje, que es recibido repetidamente en audiencia pública
y privada, por el presidente del país más belicoso y guerrero del mundo -y todo
lo que ello con lleva consigo de brutalidad y crueldad en todos los ámbitos-,
puede ser alguien que se presenta como un líder espiritual de la no violencia?
Aunque la superficialidad no es
un pecado, sí que lo son sus consecuencias. Usted por mucho que haga meditación
cristiana y hable con bellas palabras, también es superficial. Cuestionas al Vaticano
y su estructura católica anquilosada y destrozada por tantos años de poder.
Pero, sin embargo de otros Vaticanos y su religión organizada -aunque no sean
tan manifiestos y ostentosos-, no dices nada, sino que los admiras y divulgas
con tus palabras de aprobación.
He leído tu columna-escrito,
'Cuentas pendientes'. Gracias por tus palabras e informaciones.
¿Puede la injusticia traer la
paz? La paz no es el fin de una guerra, con sus violencias, con sus
brutalidades, con sus crueldades manifiestas y ocultas, sus matanzas. La paz,
para que sea, los dos bandos enfrentados tienen que reconocer que son
igualmente culpables de todo lo sucedido, de todo lo que se han hecho unos a
otros. Cuando la paz es la que aplasta al que
derrotado, por su debilidad, por la falta de apoyo y capacidad para
vencer, eso no es paz en absoluto. Porque el agravio, que siempre es el origen
de todo conflicto y guerra, prosigue. Homenajeara un solo bando, por sus
víctimas y sacrificios, olvidándose del otro bando, es tan estúpido,
superficial y cruel que ese es el motivo porque la paz no existe ni puede
existir con esa manera de proceder.
Aunque nos cuentes tu cuento
preferido durante tanto tiempo, no creas que por eso estás en la verdad. Esa
historia que cuentas es tu verdad, pero que no lo es. Como tampoco sería la mía
-mi verdad- si yo me dedicara años y años, defendiendo e identificándome con
uno de los dos bandos enfrentados. Porque la verdad no es de nadie. Pues la
víctima y el verdugo se intercambian los papeles a cada instante. Por eso, es
necio y vano, decir que un bando es una cuadrilla de asesinos y a la vez decir
que el otro bando son una cuadrilla des ángeles inmaculados.
Por tanto, si es verdad que
quieres la paz -cosa que dudo, ya que quieres aplastar a los que consideras tus
enemigos-, no tienes que tener bando donde refugiarte. Sé que eso puede tener
un alto precio, tan alto que puede ir en ello nuestras vidas. Pero la paz, para
que sea, a veces tiene que ser así: perder algo de lo que creemos que es lo más
importante. Los derrotados, para no perder la vida, pierden su otra vieja vida
de lucha y guerra. No así el vencedor, que prosigue con su guerra permanente,
de lo contrario no podría detentar el poder ni defenderlo. Por eso, la paz es
una mentira, una palabra bonita que se usa según convenga. Todos los países que
hablan de paz son guerreros, pues tienen los cuarteles llenos de jóvenes, a los
que entrenan con ejercicios y prácticas, para que sean los más eficientes a la
hora de asesinar y destruir al que creen que es su enemigo. ¿Te das cuenta dónde estamos?
¿Quién puede derrotar a la vejez
con su decrepitud y la muerte? Y todo eso llega por un proceso químico que
afecta a lo físico. Es eso solamente. Recuerda que los hombres somos como aquel
ignorante que al final de tantos esfuerzos, dijo: 'Y quiero, y no puedo'.
Da igual que seamos conscientes o
no de nuestra ignorancia. Lo que digo es que, ¿podemos ser conscientes en todo
momento y circunstancia de todo lo que sucede y hacemos? Evidentemente, no.
Porque cuando nos llega un reto importante e impactante, quedamos noqueados, en
shock.
"No es fácil abandonar la
mente, pero con la práctica en la quietud y el silencio de la meditación puede
ser apaciguado, en gran medida hasta el momento en que usted tiene control total
sobre ella".
Me temo, Vivek, que no has
captado la esencia de la cita. Cuando decimos que con el tiempo podremos
practicar y llegar a la quietud y al silencio, nos estamos engañando. Porque
cuando llega el plazo fijado seguimos en
el mismo sitio de siempre.
En el ámbito psicológico el
tiempo es un impedimento. Por tanto ¿puedes ver ahora, no mañana ni a la semana
que viene o dentro de unos meses? Porque cuando lo veas siempre tendrá que ser
el ahora. ¿Por qué no lo vemos, por qué en una sola mirada no vemos toda la
trama de la vida con todo lo verdadero y lo falso? Es porque no prestamos toda
la atención al reto de la vida, del vivir. Si amáramos a toda la vida, entonces
esta nos contaría su secreto.
La persecución del placer, es sin
fin. Pero nuestros cuerpos y nuestras mentes no pueden llegar a ese infinito.
Por tanto, ese placer que siempre quiere más y más nos destruye y nos lleva al
dolor.
Algunos tienen miedo de dejar la
división porque temen lo nuevo. Por eso, los que no quieren la revolución son
los que temen algo que perder.
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