Es
un error creer en la excepcionalidad de Jiddu Krishnamurti, más allá de la
excepcionalidad que todos tenemos con respecto a otro. Lo que lo diferenciaba
es que esa excepcionalidad estaba muy desarrollada. Es como cuando todos somos pobres,
el menos pobre parece un rico. Pero, eso es una ilusión: siempre seguiremos
siendo pobres. Es decir, somos el quiero pero no puedo. Solamente se puede ir
más allá de esa impotencia. Y que cada uno vea y descubra qué es lo que queda.
Cada
uno que haga lo que tenga quehacer. Libertad quiero decir, ser libre para mirar
e investigar en todas las direcciones posibles.
Hace
muchos años, tuve una conversación con un niño, hijo de un vasco. Como la
violencia y sus consecuencias se sucedían casi todos los días, estaba en boca de
todos. Yo le dije que al gobierno
centralista no se le podía vencer, porque ellos tenían los tanques. Y
contra un tanque un hombre nada puede hacer, pues él lo destruiría. El niño
contestó: 'Da igual, habrá otro que lo remplace, y otro más'. Pero, las consecuencias
son centenares de muertos entre las dos partes enfrentadas, las cárceles llenas
de los que querían cambiar ese nacionalismo centralista por la independencia
por medio de la violencia. Y todo el horror, el dolor, el sufrimiento que ambas
partes provocaban.
Para
tener la independencia política, antes uno tiene que ser independiente
internamente de todo. Para que esa independencia interna se manifieste afuera
en lo externo, en la vida cotidiana. Es decir, primero uno es el problema,
después si se resuelve el problema eso transciende a todo lo demás: las
personas, las instituciones, la política, etc. El problema está en que no cambiamos
psicológicamente, internamente, y queremos cambiar lo de afuera, la sociedad, Y
eso es absurdo. Y así llevamos trescientos mil años. Siempre lo hemos hecho
así.
La
teología en el sentido de la búsqueda de dios es algo imposible. Y por eso es
toda una mentira. Pero en su ámbito estrictamente filosófico sobre el origen de
las cosas, sí que es útil.
A
dios no se le puede buscar porque tal dios no existe y existe. Ahí está el
problema para los que se agarran al si o al no. Los que hablan de dios, no se
dan cuenta que al nombrarlo eso no es lo verdadero, la verdad, que está más
allá del pensamiento. Y esto que acabamos de mencionar ya es teología. Los que
creen en dios, su teología es pobre y raquítica, pues se emboban con esa
palabra y dejan de investigar.
Cada
vez nos damos cuenta que aquello era una guerra, que cada cual hacía lo que
podía, para no provocara los que tienen por encima de él. Pero en toda guerra
está todo claro: exterminar al que es considerado el enemigo. Por tanto, el que
no quiere la violencia ni la guerra, no tiene escusa porque ya sabe lo que
tiene que hacer: no participar.
Los
que quieren la paz, hacen lo que haga falta para que no haya guerra. Los que se
sustentan y viven dela guerra, la provocan y la ven por todas partes, tienes
cuarteles, ministerio de guerra, espías, se gastan billones en armamento, en prácticas
y ejercicios preparatorios. Es tanto su condicionamiento que no se dan cuenta
que siembran su horror y el de los demás.
¿Qué
responsabilidad tienen los periodistas, los diarios, la TV., para que una
guerra sea? Sin el apoyo de estos
colaboradores no sería posible encubrir y engañar sobre la realidad de porqué
es una guerra.
Un
diario, un cadena de TV., son un negocio como otro. Si los clientes quieren
violencia y guerra, se las darán, con tal de que sigan leyendo el diario y vean
la cadena de TV. Y por eso, todo es una mentira y un engaño.
¿Qué
hacer? Vernos cómo somos internamente y comprenderlo para descartar todo lo que
genera la división y el conflicto, que es lo que genera la guerra. Sin antes no
haber investigado y visto ese paradigma de conflicto en que vivimos, siempre
seguirá la violencia y la guerra.
Fruto
de ese conflicto son los nacionalismos, sus equipos nacionales de fútbol, sus
banderas, sus himnos, etc., todo ello para favorecer el ardor que hace que nos dividamos
y vivamos en conflicto.
Por
eso, no haga caso a diarios ni a la TV., pues están al servicio del
establishment, que siempre es favorable al nacionalismo y a la guerra. Por eso,
el problema es de uno, pues todo nace dentro de uno.
Parece
que todavía no hayan tenido bastantes desgracias y asesinatos, que quieren que
prosiga todo eso. Es porque se han viciado a esa manera de vivir con su
nacionalismo ardoroso y cruel, que se enfrenta a otro nacionalismo, como si
fuera un campeonato de fútbol. Necesitan leer los diarios que los halagan, oír
al político que les dice lo que quieren oír, hablar con los suyos para preparar
estrategias como si fueran al combate.
Pero
cuando les toca perder algo se ponen más rabiosos y crueles, insensibles siendo
capaces de hacer actos medio dementes.
¿Por
qué quieren vivir de esa manera? Es por su pobreza psicológica y espiritual,
tan aferrados a lo superficial, que disfrutan de la banalidad, les molesta que
les cuestionen su sociedad y su manera de vivir cruel e insensible. Ser insensible
es decir: 'Yo si que puedo ser lo que quiera, pero tú no lo puedes y no te
dejaré'. Así que el conflicto está servido. Y esta actitud tan desgraciada es
lo que lleva a la guerra. ¿Cuántas guerras hemos tenido? Algunos dicen que unas
treinta mil. Pero no hemos aprendido. ¿Por qué? Porque tenemos miedo.
Una
pregunta: ¿Esa entidad llamada Ramana Maharshi, es ahora consciente como cuando
estaba en el cuerpo y vivía? ¿O ha vuelto a la nada, desde donde se originó y
creó, como les pasa a un pájaro, a un gato o mono?
Creo
que hay que aclararlo, si es que puedes, Satish.
Recordar
y repetir parecen un problema, pero no lo son. Es como comer, por mucho que
variemos siempre acabamos repitiendo por simpatía con los alimentos o por
comodidad. Cuando explicamos o informamos de cosas serias y con importancia, pasa lo mismo. Pero si uno tiene
hambre de eso que aparece, te lo comes.
Si no tienes apetito pasas de eso.
¿No
les parece que a pesar de todas las palabras consideradas espirituales y
sagradas, la foto y el personaje son todo un espectáculo, de vanidad?
El
problema del conocimiento, Gladis, es que siempre es viejo, porque es el pasado
depositado en la memoria. Y nosotros queremos llegar a lo nuevo y no tocado por
el pensamiento. Pues, todo lo que se diga de si dios existe o no, puede ser
negado como afirmado infinitamente. Por tanto, todo se queda en un especulación,
un entrenamiento. Entonces en el estado de no saber, es cuando llega lo nuevo
donde la mente no puede ir.
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