¿Por
qué no nos olvidamos de una vez de todo lo ocurrido en el pasado y encaramos el
presente con una mirada nueva? Cuando más se tarde los das partes enfrentadas
seguirán trabajando para si. Es decir, seguir haciendo lo que hacían antes pero
sin la brutalidad, la crueldad y la violencia. Hay que tener presente que
cuando nos acostumbramos a una dinámica, por perversa y corrupta que sea, no
queremos renunciar y morir a ella. Pero la fuerza de los hechos obliga a que
hagamos lo que tendríamos que haber hecho sencilla y naturalmente. Todos
tenemos agravios, injusticias, nos han causado mucho dolor, pero todo eso fue
ayer o hace unos años y por tanto todo eso es el pasado. Y el pasado está
muerto. Y para qué perder el tiempo con lo que ya no es. Darse las culpas unos
a otros, es la superficialidad y así nunca se acaba. Por eso, si es que somos
sensibles y serios, no podemos jugar a ese juego tan poco vital ni
constructivo. Todos hemos pasado por ahí y hemos tenido que olvidarnos y
atenernos a la vida, que siempre es el presente, el ahora. El reto siempre es
ahora. Y si ama la vida vive en el ahora.
Esa
pregunta de si deberían abolirse las corridas de toros, es un
insulto para las personas que se supone que son civilizadas,
sensibles y compasivas con todo lo que tiene vida.
¿Por
qué deberían de preguntar a una persona si quiere escribir bien o
no lo que escribe? Se supone que si, ya que el orden es preciso para
que todo funcione mejor.
Torturar
y asesinar por diversión, es tener poco orden. Porque el orden no
quiere hacer daño, destrozar y agredir lo que es en su naturaleza y
origen. Y, ¿qué le hacen a un toro lleno de vida y belleza sino
destrozarlo, agujerearlo, humillarlo y asesinarlo lentamente? Más
aún, todos -o casi todos- los que ven el espectáculo sanguinario,
están contra el único toro, nadie lo defiende ni se compadece de
él. Y para ello, hay que bloquear la sensibilidad, la compasión, el
amor por la vida y el orden, que es preciso para que pueda ser.
El
diario, podría hacer clases de compasión, de afecto y de cariño
hacia los animales, hacia los toros que sirven de juguete macabro y
sádico para que los estúpidos e ignorantes se diviertan y no puedan
verse lo feos que son.
He
leído tu entrevista, gracias por tu sinceridad. Y me he asombrado, pues pensaba
que eso sólo lo podían hacer los orientales. Ellos les llaman devotos –aquí también
aunque está más escondido y disimulado- y parecen verdaderos esclavos. Pero,
los hindúes son muy extremos. Un rajá
tenía un harén y al tener que transformar y modernizar su mansión, decidió
cerrarlo y dar libertad a sus concubinas. Pero, hubo algunas que no querían
salir y vivir de otra manera.
Aunque
creo que tú te engañas, o nos engañas. Porque, ¿qué haces cuando aparece el
odio hacia tu ídolo? Porque toda dependencia –que no es amor- genera conflicto
que puede manifestarse en desavenencias, enfrentamientos, celos. Solamente una relación tan completamente
entregada, puede ser adecuada cuando uno la asume con todo lo negativo que
pueda generar. Y entonces, desde esa negación de uno mismo, florece el
misticismo. Que es ir más allá de todo lo que el ‘yo’, y sus múltiples facetas, genera.
“No
hay diferencia entre criticar y decir a la gente la verdad”.
Criticar
es destruir a otro por gusto de hacerle daño. Y decir a uno la verdad tiene un
efecto pedagógico. Cada uno sabe cuando crítica o dice la verdad. Hay otra
actitud que es describir a alguien, que también es uno el que sabe si es una
descripción limpia o si hay maldad en ella.
¿Qué
pasa con las guerras? Todas están olvidadas. Y el que no las olvida, no puede
vivir, está neurótico o amargado. Tú lo puedes comprobar en tu vida y en tus
pequeñas guerras domésticas. Al final todo se trata de ver cómo funciona la
vida: unas veces uno pierde y otros ganan. Y al revés, según el capricho de la
vida. Por tanto, solamente se trata de ver cómo funcionan nuestros pensamientos.
Todos somos nacionalistas, pero decimos que solamente el nuestro es el legal,
el adecuado, al que le justificamos todas las tonterías y barbaridades.
Eso
solamente se puede vivir cuando existe la nada, cuando la vivimos. Mientras la
nada esté ahí, lo mundano que es el 'yo' con sus prisas o su somnolencia, no
podrá ser. Ahora bien, ¿se puede invitar a esa nada y vacío? Eso llega cuando
uno mira hacia otro lado, por sorpresa, cuando uno no busca ni desea.
"Ningún
resultado es determinado. No se ve afectado por otros. El Espíritu conoce su
divinidad".
Si
decimos que si, como si decimos que no, nos estamos engañando. Y nos estamos
dividiendo de la totalidad que todo lo abarca. Y de ahí llega el conflicto con
sus miserias entre los opuestos, las peleas, las contiendas.
¿Por
qué queremos ser tan dogmáticos, tan asertivamente positivos?
Gracias
por tus datos e informaciones.
Se
dice que es mejor enseñar a pescar que dar siempre peces. Porque así uno no es
dependiente de nadie. Pero por lo visto, eso no es posible. Como tú has dicho
ahora tenemos de todo: dinero, comida, máquinas y soluciones sanitarias,
información rápida y en abundancia. También tenemos organismos y organizaciones
como la tuya, pero los problemas persisten.
Hace
un año me dirigí a un ministerio por teléfono y en una grabación me facilitaron
otros ocho o diez números más, pero cada uno tenía otra grabación que decía
que ahora, en estos momentos, no me
podían atender. Y eso mismo sucede en todos los ámbitos: no hay voluntad ni
moralidad para solucionar los problemas.
Por
tanto, solamente uno tiene que solucionar su problema que es vivir sin
corrupción, no vivir dividido ni fragmentado. Y si uno vive de esa manera hará
las cosas cotidianas de manera que no generará las circunstancias para provocar
la pobreza, el hambre. Si uno tuviera la necesidad de querer acabar con la
pobreza y la miseria, no le importaría lo que tiene que renunciar y descartar.
Sino que sería un gozo y alegría hacer las cosas en esa dirección.
Gracias
Gladis. Tiene sentido lo que has informado.
“¿Es
posible que haya ciertamente una experiencia de unidad, pero cuando la
experiencia ocurre, no hay consciencia de ello, o puede ser recordado algún
tiempo después?”
Lo
que ocurre es la experiencia. Luego aparece el ‘yo’ que dice: ‘que experiencia
más maravillosa’. Pero, en ese momento ya no existe. Mientras el ‘yo’ opere, no
hay el fin del tiempo psicológico.
Si
alguien quiere entrar que entre, si quiere no entrar que no lo haga y si uno se
queda en la puerta, ¿por qué lo hace? Se le pregunta y aclara.
Hola
Harry.
Pasan
los años pero siempre hay algo que hacer. Y esto, si no nos desborda, es la
maravilla de la vida.
Daniela,
no te parece que no tiene importancia más luz o menos luz. La luz, o es o no.
Si llega y está ahí, todo es perfecto pase lo que pase.
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