sábado, 9 de junio de 2012

Escritos y publicaciones 10-6-12


"Sabemos que no podemos dar nada sentado en la vida. Sin embargo, nos aferramos a la esperanza de que nada va a ir más allá del límite manejable".
Para eso no hay vacuna, pues puede suceder cualquier situación sorprendente, aunque si lo vemos detenidamente sí que sabemos que puede pasar algo gordo. Lo que realmente nos sorprende es que nos pueda pasar a nosotros personalmente. El desapego, vivir como si fuéramos invitados, es lo que nos puede aliviar ante un golpe de la vida.

Hagamos lo que hagamos siempre generará un patrón, una rutina, pues las necesidades así lo exigen. Ahora bien, una cosa es ser consciente de que ese patrón es algo vital y necesario. Y otra cosa es vivir como alguien que no se entera ni tiene sensibilidad ante lo que provocamos y generamos. Siempre vamos a molestar a alguien, pero es muy diferente si nos damos cuenta. Entonces hay más afecto y cariño por lo que hacemos, en la relación, en nuestras decisiones.

Pensar que todo está bien porque a mí me va bien, es la broma de la vida. Tarde o pronto todo lo veremos como ha desaparecido: queda lo feo.

Es como si el ordenador no respondiera, se detiene y vuelve a funcionar. Pasa el tiempo y no llega lo que hace que la vida sea bonita, bella.

Huir en verano de una calor sofocante no es posible. Huir de una mala situación tampoco lo es. Parecemos como un inútil que depende de todos.

La depresión es pegajosa, como unas tierras pantanosas, donde te hundes y te quedas estancado. Sólo queda esperar que pase lo antes posible.

El tiempo es relativo, unos minutos pueden ser muy largos y tortuosos, por su fealdad. Otros son rápidos y maravillosos. Aferrarse es malo.

El misterio es el porqué de las cosas. Todo tiene su motivo. Pero todos los motivos no los vemos. Es mejor olvidarse de los motivos.

Verse ridículo es la señal de que algo no funciona bien. Intentar no ser ridículo también nos hace que sigamos ridículos. No hagamos nada.

Cuando algo se quema del todo, eso se acabó. El fin es el comienzo. El problema es lo que tarda en arder. Hay que ir más allá de todo eso.

Aunque hay que estar más allá de las contingencias. No meterse en problemas, ni disputas ni conflictos, es vital para que ello pueda suceder.

La mente es como el cuerpo, si le das algo que lo corroe no podrá con ello. Si vivimos entre disputas y conflictos vendrán cosas horrorosas.

La vanidad es más poderosa que el dolor. La vanidad es la estupidez operando. La vanidad es adicción muy cara. Tanto que nos puede destruir.

¿Por qué no queremos salir del surco que nos lleva a la ruina? Somos adictos y salir nos da miedo. Hasta somos capaces de hacer una guerra.

La guerra es la vanidad desbocada y todo lo arrasa. Siempre encuentra combustible para seguir hasta el agotamiento y la destrucción: el 'yo'.

El 'yo' es el invento más peligroso y caro que hemos creado. Y ya no se puede destruir. Todo es por querer hacernos libres. Pero no resulta.

La libertad no es hacer lo que me da la gana. Es viendo donde me lleva, que la rechazo para ser libre. Y esa libertad no se puede destruir.

Esa libertad, que no es corrupción, no se pude destruir porque no es vanidad. Es como comida para todos. Pero la comida mal usada es veneno.

El veneno puede matar. Pero pude torturar sin fin. La confusión y el desorden, lleva a abismo de no saber que hacer. Porque hacer es un mal.

Para el que ha perdido el rumbo en alta mar ningún viento es bueno, porque él no sabe a donde va. Sólo la suerte y su misterio decidirá.

No esperemos demasiado de los demás pues son como nosotros: queremos pero no podemos. Queremos ser limpios, pero vamos sucios, deshonrados.

¿Puede vivir alguien honesto y limpio en un mundo de suciedad y de corrupción? Si que se puede. Pero para vivir hay que ser algo corrupto.

La vida es corrupción porque tenemos que sobrevivir: comer. Necesitamos sacrificar animales que tampoco quieren morir. Así comienza todo.

No te fíes mucho de los que te quieren ayudar. Por tanto, no pidas mucha ayuda a los demás. Intenta ser autosuficiente internamente. Si te conoces a ti realmente cómo eres, conocerás también a todos los demás. Pues son como tú y como yo, como todos.

Vicky. Y si no hay ese ver en una dirección directa con toda la atención. ¿qué haremos? Tú tienes hambre, y llegas a tu casa de un viaje, y en tu casa la persona que comparte contigo el apartamento tiene comida. Ella no está en ese momento, pero tú tienes que comer, ¿qué harás, comerás o no? No sabes si la comida que hay, ella la quiere porque hay poca en ese momento. O tal vez ha comido ya fuera en algún sitio. ¿Captas la situación?

"Nuestra relación con nosotros mismos, con los demás, con todo lo que es, lo que da sentido a la vida, ¿es cierto esto qué se puede conseguir? "
Eso sólo lo tienes que ver tú, y cada cual, si es ello posible en la relación. Todo lo que nos digan o nos imaginemos, no tiene ningún valor verdadero hasta que no descubrimos si eso es falso o verdadero.

"El pensamiento es la búsqueda de un punto fijo satisfactorio en el tiempo. Como el punto fijo no se puede formar, uno se frustra, tiene estrés, ansiedad, etc. Sólo cuando esta búsqueda es un éxito, la Verdad amanece.
Cuando la búsqueda de un punto fijo ya no está, todo está preparado para operar automáticamente. Esta operación es alegría".
El pensamiento necesita seguridad para operar y se agarra a una idea o teoría, a cualquier cosa, creyendo que ahí estará seguro. Pero como la seguridad no existe en absoluto, no la encuentra. Entonces cuando descubrimos esa verdad de que no hay seguridad, ya no la buscamos. Pero, es entonces cuando uno tiene la máxima seguridad posible.

"El amor es libertad, ¿por qué la gente piensa que el amor es como la servidumbre?"
Hasta que no siente uno el amor no lo puede descubrir. Porque el amor es sin esfuerzo. En el amor todo fluye, no hay el que sirve ni el servido. Todo es una unidad. Y esto es la libertad total y absoluta.

Practicar un retiro de manera filosófica es muy diferente de practicarlo como forma de fuga".
En la huida no hay comprensión ni amor. La huida es la reacción, la búsqueda de placer. Pero toda reacción genera otra reacción, por lo que todo se convierte en el desorden y el caos que es como vivimos. Mirar a un reto, atenerse a él, sin huir o no huir, sino estar con él, vivirlo, es cuando él le cuenta su historia.

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