"Sabemos
que no podemos dar nada sentado en la vida. Sin embargo, nos
aferramos a la esperanza de que nada va a ir más allá del límite
manejable".
Para
eso no hay vacuna, pues puede suceder cualquier situación
sorprendente, aunque si lo vemos detenidamente sí que sabemos que
puede pasar algo gordo. Lo que realmente nos sorprende es que nos
pueda pasar a nosotros personalmente. El desapego, vivir como si
fuéramos invitados, es lo que nos puede aliviar ante un golpe de la
vida.
Hagamos
lo que hagamos siempre generará un patrón, una rutina, pues las
necesidades así lo exigen. Ahora bien, una cosa es ser consciente de
que ese patrón es algo vital y necesario. Y otra cosa es vivir como
alguien que no se entera ni tiene sensibilidad ante lo que provocamos
y generamos. Siempre vamos a molestar a alguien, pero es muy
diferente si nos damos cuenta. Entonces hay más afecto y cariño por
lo que hacemos, en la relación, en nuestras decisiones.
Pensar
que todo está bien porque a mí me va bien, es la broma de la vida.
Tarde o pronto todo lo veremos como ha desaparecido: queda lo feo.
Es
como si el ordenador no respondiera, se detiene y vuelve a funcionar.
Pasa el tiempo y no llega lo que hace que la vida sea bonita, bella.
Huir
en verano de una calor sofocante no es posible. Huir de una mala
situación tampoco lo es. Parecemos como un inútil que depende de
todos.
La
depresión es pegajosa, como unas tierras pantanosas, donde te hundes
y te quedas estancado. Sólo queda esperar que pase lo antes posible.
El
tiempo es relativo, unos minutos pueden ser muy largos y tortuosos,
por su fealdad. Otros son rápidos y maravillosos. Aferrarse es malo.
El
misterio es el porqué de las cosas. Todo tiene su motivo. Pero todos
los motivos no los vemos. Es mejor olvidarse de los motivos.
Verse
ridículo es la señal de que algo no funciona bien. Intentar no ser
ridículo también nos hace que sigamos ridículos. No hagamos nada.
Cuando
algo se quema del todo, eso se acabó. El fin es el comienzo. El
problema es lo que tarda en arder. Hay que ir más allá de todo eso.
Aunque
hay que estar más allá de las contingencias. No meterse en
problemas, ni disputas ni conflictos, es vital para que ello pueda
suceder.
La
mente es como el cuerpo, si le das algo que lo corroe no podrá con
ello. Si vivimos entre disputas y conflictos vendrán cosas
horrorosas.
La
vanidad es más poderosa que el dolor. La vanidad es la estupidez
operando. La vanidad es adicción muy cara. Tanto que nos puede
destruir.
¿Por
qué no queremos salir del surco que nos lleva a la ruina? Somos
adictos y salir nos da miedo. Hasta somos capaces de hacer una
guerra.
La
guerra es la vanidad desbocada y todo lo arrasa. Siempre encuentra
combustible para seguir hasta el agotamiento y la destrucción: el
'yo'.
El
'yo' es el invento más peligroso y caro que hemos creado. Y ya no se
puede destruir. Todo es por querer hacernos libres. Pero no resulta.
La
libertad no es hacer lo que me da la gana. Es viendo donde me lleva,
que la rechazo para ser libre. Y esa libertad no se puede destruir.
Esa
libertad, que no es corrupción, no se pude destruir porque no es
vanidad. Es como comida para todos. Pero la comida mal usada es
veneno.
El
veneno puede matar. Pero pude torturar sin fin. La confusión y el
desorden, lleva a abismo de no saber que hacer. Porque hacer es un
mal.
Para
el que ha perdido el rumbo en alta mar ningún viento es bueno,
porque él no sabe a donde va. Sólo la suerte y su misterio
decidirá.
No
esperemos demasiado de los demás pues son como nosotros: queremos
pero no podemos. Queremos ser limpios, pero vamos sucios,
deshonrados.
¿Puede
vivir alguien honesto y limpio en un mundo de suciedad y de
corrupción? Si que se puede. Pero para vivir hay que ser algo
corrupto.
La
vida es corrupción porque tenemos que sobrevivir: comer. Necesitamos
sacrificar animales que tampoco quieren morir. Así comienza todo.
No
te fíes mucho de los que te quieren ayudar. Por tanto, no pidas
mucha ayuda a los demás. Intenta ser autosuficiente internamente. Si
te conoces a ti realmente cómo eres, conocerás también a todos los
demás. Pues son como tú y como yo, como todos.
Vicky.
Y si no hay ese ver en una dirección directa con toda la atención.
¿qué haremos? Tú tienes hambre, y llegas a tu casa de un viaje, y
en tu casa la persona que comparte contigo el apartamento tiene
comida. Ella no está en ese momento, pero tú tienes que comer, ¿qué
harás, comerás o no? No sabes si la comida que hay, ella la quiere
porque hay poca en ese momento. O tal vez ha comido ya fuera en algún
sitio. ¿Captas la situación?
"Nuestra
relación con nosotros mismos, con los demás, con todo lo que es, lo
que da sentido a la vida, ¿es cierto esto qué se puede conseguir?
"
Eso
sólo lo tienes que ver tú, y cada cual, si es ello posible en la
relación. Todo lo que nos digan o nos imaginemos, no tiene ningún
valor verdadero hasta que no descubrimos si eso es falso o verdadero.
"El
pensamiento es la búsqueda de un punto fijo satisfactorio en el
tiempo. Como el punto fijo no se puede formar, uno se frustra, tiene
estrés, ansiedad, etc. Sólo cuando esta búsqueda es un éxito, la
Verdad amanece.
Cuando
la búsqueda de un punto fijo ya no está, todo está preparado para
operar automáticamente. Esta operación es alegría".
El
pensamiento necesita seguridad para operar y se agarra a una idea o
teoría, a cualquier cosa, creyendo que ahí estará seguro. Pero
como la seguridad no existe en absoluto, no la encuentra. Entonces
cuando descubrimos esa verdad de que no hay seguridad, ya no la
buscamos. Pero, es entonces cuando uno tiene la máxima seguridad
posible.
"El
amor es libertad, ¿por qué la gente piensa que el amor es como la
servidumbre?"
Hasta
que no siente uno el amor no lo puede descubrir. Porque el amor es
sin esfuerzo. En el amor todo fluye, no hay el que sirve ni el
servido. Todo es una unidad. Y esto es la libertad total y absoluta.
“Practicar
un retiro de manera filosófica es muy diferente de practicarlo como
forma de fuga".
En
la huida no hay comprensión ni amor. La huida es la reacción, la
búsqueda de placer. Pero toda reacción genera otra reacción, por
lo que todo se convierte en el desorden y el caos que es como
vivimos. Mirar a un reto, atenerse a él, sin huir o no huir, sino
estar con él, vivirlo, es cuando él le cuenta su historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario