sábado, 23 de junio de 2012

Ecritos y publicaciones 23-6-12


El punto de inflexión es nada por arriba para cubrirme ni nada por abajo para poner los pies.

Cuando el cerebro está en silencio, es la mente“. O la conciencia y la percepción pura.

Tengo que decirte que al leer tu entrevista, me he quedado sorprendido. Gracias por habernos contado tus creencias, tus métodos y maneras.
¿No ves qué creer en un hijo de dios parece absurdo? Tendrías que decir: la idea que yo tengo de dios -de mi dios-, es que es el padre de un único hijo. Entonces, te pregunto: ¿Qué padre es ese qué sólo se lo da todo a un hijo? Es todo tan infantil. Si existiera dios –no lo niego ni lo afirmo-,tendría que ser igualitario con todos, pues él tendría que ser toda bondad y amor.
Lo más ridículo es pretender dar un tratamiento a dios en términos humanos, como si se pudiera tratar de la misma manera como tratamos aun vecino o a un compañero.
Respecto a la mente, es ingobernable. Y por eso que la queremos gobernar es porque vivimos en conflicto. Eso es lo que hacen los religiosos: frailes y sacerdotes, devotos y supersticiosos, maestros y gurús, que pretenden concentrarse en una imagen, en un punto, en una idea o teoría, en un método o práctica, para que se aquiete la mente. Una mente aquietada por un método o disciplina, es una mente narcotizada, torpe e insensible. Y eso enlaza en lo que dices de dejar de pensar en lo que te molesta. ¿Por qué no dejar que eso que quiere salir nos cuente su historia? Así, si lo vemos y lo comprendemos, es entonces cuando podemos ir más allá de esa actividad del pensamiento.

La libertad no es hacer lo que uno quiere, sino lo que se tiene que hacer para que algo funcione. Queremos que la verdad, que es libertad, funcione. Y para ello uno tiene que ser verdadero. Un padre que se encarga de sus hijos, no puede ofrecer toda la libertad que desean sus hijos, pues todo se colapsaría, debido al desorden y la confusión.
Los grupos de Jiddu Krishnamurti, están dedicados a informar, investigar y editar todo lo de JK. Por tanto, afortunadamente hay material para el mismo grupo sostenerse con todo lo que JK creó y elaboró, y sus colaboradores. Cuando cada cual ha publicado lo que le interesaba, JK quedaba relegado; los propagandistas de toda clase llegaban como moscas. Y al final todo era una exhibición de la vanidad particular de cada uno.
Un grupo JK, no es como un bar o taberna, donde cada cual va allí a decir y a hacer lo que quiere, a pasarlo bien. Hay muchos grupos que sí que dan esa oportunidad de publicar ya sean videos, comentarios, fotos, y todo lo que tenga a mano cada cual. Pero el grupo Jiddu Krishnamurti, y otros como él, siempre tendrán ese problema. Porque hay algunos que no pueden ver ni comprender que fueron creados para solamente exponer e investigar todo lo de JK. De lo contrario sería otro grupo diferente donde cada cual publicaría su tendencia. Y así se pasan días y semanas hablando y comentando eso que no es lo propio del grupo.
Finalmente, cuando alguien va a un sitio y no le gusta el ambiente tiene toda la libertad de dejar de ir una temporada y volver al cabo de un tiempo. O dejar de ir definitivamente. Nadie está obligado a nada, solamente a respetar todo lo necesario para que todo lo relacionado con JK no quede apartado ni relegado.

Y, tú cómo vas a soltarte de la cuerda, si es que eso se puede. Eso es como la no-violencia que es una ilusión. Nadie puede dejar de ser violento, porque tenemos que sobrevivir. Y eso quiere decir comer y todas las demás actividades, sexo, trabajar, lo que quiere decir estudiar e informarse para competir por un empleo que todos quieren.

También te quiero decir, que te informes bien. Pues, no soy administrador de Jiddu Krishnamurti. Y te has olvidado de que la administradora, Yanet Denís, es la que ha publicado varias veces los avisos de lo que se tiene que publicar. ¿Puede ser, Ricardo, que te guste la jarana? Esto no es una guerrilla del Che Guevara, ni de Fidel Castro. Esto es otra cosa, no te olvides. Porque este cuento, esta situación ya es la repetición de otra igual que ya viviste en este grupo. Si estás aburrido, creo que debes encararte con otra historia, pues aquí no encontrarás lo que buscas.

Sigues sin entender lo que es la libertad. ¿Puede haber libertad para hacer lo que queremos? Tú inténtalo y verás las consecuencias. Si alguien va con el coche en dirección contraria, porque dice que quiere experimentar el efecto que eso provoca, las consecuencias pueden ser graves pues puede tener un accidente o la policía detenerlo y denunciarlo. Si tu mujer quiere hacer lo que le apetece: un día no va a dormir, otro día se va de viaje sin avisarte, no quiere hacer lo que es su trabajo. ¿Qué pude llegar de ese comportamiento que ella puede decir que es un acto de libertad? Puede decirte que eres un facha dictador, machista estúpido y cretino, que hablas mucho pero que no vives lo que dices sobre la libertad. ¿Te das cuenta dónde estamos? Pues, eso trasládalo a todos los ámbitos y así verás las consecuencias de la libertad y si ella es posible.
¿No será qué la libertad, es algo que es de cada uno, que está dentro de uno? Pero claro, la libertad sin conflictos, sin pleitos ni jarana ni contienda sin fin con los que conviven con nosotros, eso no es libertad en absoluto.
Nos hemos acostumbrado a vivir así, lo hemos heredado del ambiente familiar, en la escuela, en el barrio, de las autoridades políticas nacionalistas, en el fútbol.
Por eso, Ricardo, hay mucho que hacer y uno tiene que ser serio y profundo. Y eso no puede ser si cada uno pretende hacer lo que le da la gana, sin querer asumir las consecuencias.

Sí, Esteven, es verdad que la telepatía, o la comunicación no verbal, es más interesante. Pero esto no soluciona nuestro problema. Porque el problema, que es la división interna, proseguirá con su conflicto. ¿Cómo vamos a estar libres del conflicto entre el latino y el anglo, entre el pobre y el rico, entre la mujer y el hombre, entre el joven y el viejo?
¿No has visto como te miran los jóvenes cuando te ven, sin apenas decir palabra? Pero tú sabes de qué van esos jóvenes. Por tanto, aunque nos comuniquemos sin palabras aún seguimos con el viejo paradigma del ego, del 'yo'.
Pero la pregunta sigue ahí: ¿Qué haremos para ir más allá de ese 'yo' que causa los conflictos, la violencia y la guerra? Ese 'yo' que siempre está ahí dentro de nosotros, aunque vivamos con algunos momentos de descanso y belleza.

"Esa morada suprema de mí, en mí"
¿Quién es ese mi? ¿Es el pensamiento con sus inventos y supersticiones? El pensamiento no puede tocar lo sagrado, lo que está más allá de las palabras.

"¡Oh mi Señor! Cómo darte acción de gracias, no sé".
Pero, ¿a quién hay que dar las gracias, de qué y par qué? No nos damos cuenta que el pensador y el pensamiento son lo mismo. El que piensa se separa dándose la autoridad como algo separado del pensamiento. Es el pensamiento divisivo, que inventa el 'yo' y el súper 'Yo'. Por lo que, no hay nada de qué agradecer ni a quién agradecer. Solamente están los hechos, que es la existencia de cada cual.

Solamente uno tiene que estar atento a todo lo que sucede para no seguir divididos ni fragmentados. Aunque, eso siempre no es posible. Pues la vida es destrucción, amor y construcción. Por eso, cuando uno se da cuenta que está inatento, es cuando vuelve a estar atento.

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