"¿Por
qué son más coloridas las puestas de sol
que la salida del sol?"
¿Tú
crees que son diferentes? Todas las que he visto encuentro que son iguales o
parecidas. Puede que no estamos hablando de lo mismo.
Dices: que tenemos
que volver a ser considerados en el exterior fuertes, conjuntados
y con claridad
mental. Pregunta: ¿Tú haces esto con tus
relaciones, con las personas que viven contigo, con las que
están a tu alrededor? Pero,
esto nunca ha sido posible. Y menos ahora que volvemos
a una dictadura neurótica,
corrupta y más descarada.
¿Dónde encuentras que hay diferencia entre dos
personas en el ámbito psicológico? Todos queremos que se nos respete,
necesitamos buenas relaciones y afecto, tenemos que comer y para ello
necesitamos dinero, queremos estar saludables, ser bien considerados e
inteligentes, no queremos sufrir, queremos vivir y no morir. ¿Dónde encuentras
la diferencia? En lo físico somos negros o blancos, altos o gruesos, americanos
o europeos, silenciosos o altaneros.
Y por eso, los maestros y los gurús, no son tan
especiales. Pues, tienen los mismos resortes que cualquiera. Puede que sean más
rápidos y despiertos, pero sufren y se divierten como todos, tienen miedo,
desean sin parar, viven en conflicto. Pero eso, no es ningún problema porque
ellos son como los médicos que también se resfrían y les duele la barriga si
comen demasiado. Por tanto, siempre el observador es lo observado. Es más
difícil a la hora de vivirlo con un animal, un árbol, una nube, todo lo que nos
rodea. ¿Lo puedes ver y entender, Javier?
Cuando
uno transciende la división, fuera y dentro es lo mismo. Al igual que si va a
otro país o lugar lejano, no lo ve como si fuera un extraño. Por eso en esa
unión total, no hay fronteras ni limitaciones.
Si
uno va más allá de la división, internamente es todo un deleite de orden y
armonía. Pues las células cerebrales, las neuronas, todas se han aquietado al
producirse la mutación en la conciencia en la que lo que está más allá, fuera
del pensamiento, ha aparecido.
¿Tan
cerrado eres por hacer la contra, la puñeta y fastidiar? Si nos ponemos contra
todo, al final nos amargamos y nos convertimos en neuróticos. Está bien ser un tanto escéptico
a todo lo que nos llega. Pero si lo negamos todo, al final todo parece absurdo.
Indágalo si quieres, Javier.
La
raíz de los problemas no está oculta, porque lo oculto y lo manifiesto es lo
mismo. Es como si nos miramos dentro sabremos lo que haremos fuera. Y ahora al
revés: si miramos lo que hacemos fuera, sabemos lo que hay dentro de nosotros.
Los
argumentos, o son los que tú dices o los que dice otro. Yo te he enviado una
información -argumento-, ahora tú haz lo que quieras o lo que más te convenga.
No hay más cera que la que quema.
¿Qué es lo que
queremos cuando hacemos algo: ir a la raíz de los problemas y solucionarlos o
divertirnos buscando placer como narcotizados?
No pensar en
los problemas, ¿es miedo, pereza, o tener igual de todo aún sabiendo que van a
ir a peor? ¿Llegando al final puede solucionarse?
Si llegamos
hasta el final de los problemas para solucionarlos. Puede ser que los
solucionemos, o puede ser que ellos acaben con nosotros.
La vida también
es cuestión de suerte. Pues, la vida está más allá de toda medida, ya sea
moral, social o económica. Hay suerte o no la hay.
Todos tenemos
suerte sino no estaríamos vivos. Si la vida hubiera querido, hemos tenido
tantos peligros que ya no viviríamos, Es el misterio.
La suerte o no,
nada tiene que ver con la compasión. O uno tiene amor o no lo tiene. ¿Qué es lo
que determina que unos lo tengan y otros no?
El principio de
todo, cómo empezó todo no lo podemos saber. Y nos hace humildes, aceptando el
misterio sin quererlo desvelar. No es nuestro.
Si uno pone
toda su energía en lo que hace, no necesita más experiencias, inventar y
descubrir más realidades. Se vuelve más complicado aun.
Cuando buscamos
la solución a los problemas hacia afuera, es cuando todo se complica y llega el
desorden, la confusión y el deterioro.
¿Es posible
volver atrás? Lo que está hecho ya no se puede deshacer. Solamente podemos ir
más allá de lo que se ha hecho con humildad y amor.
Cuando no
sabemos que hacer, es cuando hay que detenerse y parar. Es como el agua
revuelta y turbia que cuando reposa se vuelve clara.
El
"yo", es todo lo que somos: nacionalistas, de izquierda o derecha,
beatos o laicos, feministas o machistas. No "yo", no problemas ni
lios.
La mala
información es causa de desorden, donde se increpan los conflictos. Los que lo
hacen es para ganar poder y dinero. Les llega el mal.
Una vez empieza
la batalla la crueldad se incrementa y no tiene fin. Sólo el agotamiento,
disminuye o pone fin a la guerra. ¿Comer fuerte?
Los vencedores,
los triunfadores, dan mucha importancia al comer. Quieren ser fuertes y
brutales. Pero, las respuestas son del mismo calibre.
Si uno no
quiere vencer los problemas huyen. Aunque uno tampoco quiere perder. Y entonces
llega la dignidad, la libertad, el ver, el amor.
El amor es
querer y no poder y no volverse amargado o neurótico. Cuando uno ve lo que es,
ya no hay el problema de querer o no querer.
Cuando vemos lo
peligroso del vencer y de perder, es cuando tenemos la energía para descartar
el conflicto, la contienda y la guerra.
El
"yo" quiere ganar, proseguir, devenir, y lucha y hace la guerra. Pero
cuando pierde se humilla porque quiere seguir igual sea como sea.
Todos somos
iguales: tenemos "yo" y sus consecuencias. La diferencia es que unos
son conscientes, otros no. Es como hacer daño: uno no ve.
El ver es la
clave. Si uno ve de verdad hace algo. Si uno ve que hace daño, no querrá
hacerlo. ¿Por qué no vemos? ¿Es el mido, el desorden?
El afecto, el
cariño, el respeto, no hace falta demostrarlo. La demostración se convierte en
un folclore, en política, un trámite social.
Creo que la
dicha que nos da el sentirse honesto, es lo que nos proporciona la paz. ¿Ser
honesto? Es haber hecho todo lo posible por serlo.
Ser honesto lo
incluye todo: la acción, trabajando, durmiendo, comiendo, hablando. Ser honesto
es no dejar de querer serlo, sin esfuerzo.
Ser deshonesto
empieza por el esfuerzo en cualquier dirección. Pues el esfuerzo es compulsión,
conflicto, crueldad. Honestidad es sin forzar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario