domingo, 6 de mayo de 2012

Escritos y publicaciones 6-5-12


Vuelvo a explicártelo: si dentro hay un obstáculo que lo impide no se puede ver la maravilla y la belleza en nada, ni en la luna ni en una flor ni en una nube. Ahora la cuestión es: ¿Qué haremos para que la maravilla esté en nosotros y que nada la obstaculice?
Es curioso lo bueno que es el gobierno norteamericano fuera de su país: pero en su casa tienen un campo de concentración y tratan a algunas personas como si fueran animales, y prosiguen con la penas de muerte con sus ejecuciones.
Si una persona cualquiera no puede ser un Buda, entonces par qué sirve esas enseñanzas. Creo que te equivocas, una cosa es no tener lo necesario para liberarte y otra decir que las personas normales y corrientes, como tú, como yo y como todos, no lo podemos. ¿Por qué queréis dar tanta importancia y santidad si eso no puede ser, pues todos somos personas. Y si a alguien se le dice santo o se le hace dios, es por ignorancia y superstición.
El que lo otro, lo que está más allá de la conciencia, exista no quiere decir que uno participe de ello
Repito, el que exista lo otro, lo que está más allá de la conciencia, no quiere decir que tú participes de eso. ¿O, sí qué participas?
¿Y, el dolor por la brutalidad, por lo horrorosa que puede ser la vida, tampoco es real? Yo no digo que sea real, pero el resultado que es el dolor, lo sentimos. Eso como la libertad: todos tenemos la libertad de hacer lo que queramos y nos asisten todos los derechos. Pero, si a causa de esa libertad vamos a la cárcel, por hacer algo que está penado por la ley, ¿tendremos igual, negaremos el hecho de estar en prisión con toda la miseria, la brutalidad, la crueldad, podremos ser felices viendo la maravilla en la miseria? Tendría que ser así. Pero, uno tiene que hacer algo al respecto para ir más allá de toda esa desdicha. Cada uno que haga lo que crea más oportuno. Pero, ir más allá del sufrimiento y el dolor es el orden que es amor. ¿Puedes captar lo que digo, Shw, o el traductor es un impedimento?
El problema está en poder vivir siempre en esa conciencia que es silencio. Porque si desaparece la conciencia y le silencio, todo el dolor y el sufrimiento vuelven a estar ahí, dentro de nosotros. Es la misma situación que les pasa a los drogadictos: cuando están drogados el Nirvana está con ellos, pero cuando termina el efecto vuelve la amargura de la vida y su desdicha. Así que la pregunta es: ¿Puede uno estar siempre en el silencio de la conciencia -el Nirvana- y que no termine para no volver nunca jamás al sufrimiento y al dolor?
Todo lo que hayan dicho anteriormente, ya sea el más sabio y santo, el líder más moderno, el gurú de última generación, ¿qué importancia tiene? Lo importante es descubrir por uno mismo, es ser auténtico y original. Porque, de lo contrario, nos hacemos seguidores, de segunda mano, y eso no tiene nada de verdadero pues eso que repetimos y hacemos no se ha vivido ni realizado en primera persona. Por lo que, nada de lo original formará parte de nosotros, porque no tendrá la base ni los fundamentos para sostenerse a lo largo de la vida.
Esa es la cuestión: ¿uno vuelve por sentir el placer del silencio, etc., o no hace falta que nada lo devuelva porque toda su vida es el silencio naturalmente como el que tiene un brazo, una pierna, etc.? La mente es muy astuta, artera, y puede inventar cualquier cosa con tal de salir siempre ganando. Por tanto, hemos de encarar cada reto negativamente, ya que así al ir hacia lo desconocido no sabemos lo que resultará. Pues, esa es la manera donde el "yo" -maya: ilusión- no puede operar.
Si no se sale de la conciencia, de la realización, el placer no tiene ningún efecto ni a favor ni en contra. Pero, ahora la pregunta es: ¿vivimos en la conciencia liberada -el Nirvana- o todo son palabras de referencias de algunos momentos que hemos vivido y que por tanto forman parte del pasado? Porque, ¿se puede explicar lo inexplicable, lo que está más allá de las palabras, de los conceptos, de la mente humana
"Lo que es espiritual es ver el hecho tal como es y cambiarlo. Si soy violento me doy cuenta de ello, conocer la naturaleza de la misma, la estructura de la misma, el "por qué". Y el mismo hecho de verlo, de inmediato es el final de la misma".
Eso siempre no es así, pues depende de la intensidad del reto. Cuando uno siente un gran impacto emocional, por un agravio, injusticia o crueldad, tal vez no puede más que actuar violentamente.
Cuando se dijo, en el momento y el lugar, en la plática era propicio.
Esa pastilla, el que seguimos siendo bárbaros, es muy difícil de tragar y de asumir. Pues creemos que somos muy avanzados por los aviones, por ir por el espacio a millones y millones de kilómetros buscando otros sitios para vivir, por los avances en ciencia y tecnología, pero todo ello no se ha traducido en la liberación de la crueldad. Ahora con una sola bomba morirían millones de personas en el acto. Y el mismo hecho de vivir en la riqueza y la abundancia dejando al resto de la humanidad en la pobreza y la miseria, los millones de muertos por hambre, demuestra que seguimos siendo bárbaros como lo éramos hace cien mil años.
Decir: “Si la conciencia cambiara...”, no sirve de nada. Primero, cambiar y luego hablar. Si yo cambio todo el problema está resuelto, los demás han de hacer lo mismo: cambiar radicalmente ahora. Todo lo demás, un nuevo paradigma, etc., llegará de una manera o de otra.
Gracias por tu trabajo, Miquel.

Lo que decimos que es dios nos se separa de ti, tú te separas de él. Porque, dar nombre y propiedades, a lo incognoscible, eso no es posible. ¿Se puede explicar el infinito con palabras, con nuestra mente humana? ¿Se puede decir que una persona, por santa y prodigiosa que sea, es el hijo único de dios? La ignorancia es muy atrevida.
Lo que importa realmente es cómo vivo yo mi vida de cada día, cómo vivo cada instante. Todo lo demás son distracciones y entretenimientos, supersticiones y beatería.

El problema no es si dios existe o no, el problema es nombrar y hablar de dios. Es como decir que yo me voy a morir, eso está muy bien dicho y es cierto. El problema es querer ver por culpa de qué o de quién me tengo que morir, qué día será, cómo será, si estaré solo, en una residencia o asilo, con mis hijos o parientes, si será en la miseria o en la prosperidad, etc. Y todo eso, es una distracción y un juego, porque la casa se está quemando y nosotros seguimos con los entretenimientos. Por tanto, para qué hablar y hablar en vez de actuar. Si tú crees que dios es lo que más compasión y amor tiene, ¿a que esperas a serlo como él? Esa es la cuestión, pero no nos gusta lo arduo, nos gusta lo fácil, lo que nos proporciona placer y seguridad, ya sea una creencia, una idea, un dios.
La soledad molesta, porque necesitamos toda clase de estímulos. Pero, estar solo -no aislado- es ser libre porque no proseguimos con la acumulación.
"¿Por qué la existencia existe después de todo, tiene algún propósito u objetivo?" Cuando hayas comprendido que no todo tiene explicación, no lo preguntarás.
Eso que dices, Andrew, es lo que nos pasa a todos. Una de las cosas más maravillosas es descubrir como un hecho que, todos somos básicamente iguales en lo psicológico. Por tanto, todo lo que te pase a ti también me pasa a mí, a tu madre, a tu esposa o vecino. Y esto nos hace vulnerables, sencillos, carentes de vanidad y arrogancia.
Es fantástico lo que has dicho, Nathan: primero tengo que ser yo el que empiece a tener orden. Y luego ese orden se plasmará en todo lo que hago y llegará a todos.
Todo lo complicamos, pues todos somos picológicamente iguales básicamente. Por tanto, aunque cada uno tiene su peculiaridad física, en lo psicológico todos participamos del mismo paradigma. Esto es: la soledad, la absoluta falta de amor, la competitividad, la vanidad, la codicia y la avaricia, el devenir para no ser nada, el miedo a la enfermedad, a la vejez y la muerte. Así que, todos estamos clavados en el mismo sitio, todos participamos del mismo patrón. Y por eso, conociéndome yo conozco a toda la humanidad.
Sigues complicándolo todo. Todos llevamos la divinidad en nosotros, por tanto eso no es ningún secreto. ¿De dónde nos llega la divinidad? ¿Qué es dios? Eso como seres humanos que somos no lo podemos saber. Sería tanto como querer comprender la eternidad o el infinito. Por eso, lo que decimos no es lo real, no es lo descrito.

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