Los
obstáculos es lo que no podemos erradicar: crecer, envejecer y
morir. También están lo que queremos y no podemos: quiero una
persona, quiero ser inteligente y brillante como otro, quiero tener
un cuerpo más afortunado que me haría más feliz. Ahora bien,
Vanesa, uno puede decir: 'Yo estoy más allá de todo eso'. Entonces,
¿no hay obstáculos, son una invención nuestra? Para averiguarlo,
hemos de ver cómo funciona el pensamiento. Y, ver si eso que decimos
de que no hay obstáculos también es un obstáculo para ver y
entender el pensamiento.
Todos
queremos tener un pensamiento lúcido, lógico, que no cause
problemas, ¿es eso posible? Todo está relacionado y está dentro
del pensamiento. Así que descubramos, si el pensamiento puede
cambiar su manera conceptual y ser factual, directo, donde el ver y
el actuar es lo mismo, donde la observación total es acción y es
orden.
¿Existe
las libertad y si existe es individual o común, es posible que el
individuo sea libre? ¿Puede uno ser libre si nosotros formamos parte
del todo?
Evidentemente,
si formamos parte del todo, como una pieza que ha de actuar con
unidad para funcionar, la libertad no es posible. Pero, todo lo
relacionado con la mente no tiene nada que ver con lo conceptual, y
va más allá de la lógica. Por tanto uno sí que tiene la
posibilidad de ser libre. La palabra libertad es un concepto que nada
tiene que ver con el significado verdadero. Uno puede ser libre o no:
hay quien para sentirse libre tiene que hacer ciertas cosas y otro
no. Hay quien encerrado en una prisión puede ser libre.
Hay
un problema para todos los que quieren cambiar el mundo: ¿y los qué
no quieren cambiar que pueden ser una multitud o la mayoría?
¿Entiendes, Pablo, de lo que estamos hablando? ¿Habrá que poner
una dictadura para que los que no quieren el cambio se sometan?
¿Puede salir algo nuevo en el sentido de no conflicto, violencia y
guerra?
La
herencia genética es la materia. Y la materia inclina pero no
arrodilla. Por tanto, la herencia genética predispone, o no. Te lo
digo porque al nombrar las palabras, ya que hablabas de alucinaciones
y visiones, es muy importante usarlas en su justo y exacto momento y
significado. Donde el orden es preciso para ello.
Respecto
de la locura, nos desborda porque no sabemos salir de eso. Es como
quedarse en un fotograma, una imagen de las miles que tiene una
película, un documental, siempre viendo la misma, teniéndola
delante, sin poder quitarla ni salir. Por otra parte todos somos
locos, porque también tenemos paranoias que no podemos hacer nada
para salir de ellas. Lo que sucede es que no hemos llegado hasta el
extremo de hacer actos que son vistos como peligrosos, dañinos,
causantes de que la autoridad intervenga. En África y otros sitios,
los locos van por la calle porque son más tolerantes con esas
personas y por no tener centros para recluirlos.
“Creo
que lo que podríamos llamar espiritualidad, ¿no podría ser una
ilusión de la mente y lo verdaderamente real sería el ego, nuestra
personalidad psicológica, etc.?”
El
ego, que es el “yo”, mientras esté operando todo está dominado
por él. Por tanto, ya se diga liberación, santidad, espiritualidad,
todo será causante de división y desorden, conflicto, es decir
nuestros actos serán corruptos. La corrupción es hacer daño a
otro, a sabiendas, y no hacer realmente nada para descartarlo. Y de
la única manera que se puede descartar, es viendo que la división,
que genera el conflicto, es la causa de todo sufrimiento y dolor.
Ahora,
la pregunta es: ¿Por qué nos dividimos, vivimos fragmentados de los
demás, de lo que existe ya sea que esté cerca o lejos?
“Los
obstáculos sólo existen en la mente condicionada que genera
imágenes que crean una división entre lo real y lo no real. Si no
hay obstáculo, no existe ilusión por ende solo la verdad. Por lo
tanto los obstáculos si se pueden erradicar, se erradican cuando no
existe división y se ve directamente la verdad”
Pero
el hecho es que esa mente condicionada existe cuando somos
nacionalistas, cuando somos de derechas, de izquierdas o de centro,
cuando somos cristianos, musulmanes o budistas, cuando vivo
internamente en conflicto. Por tanto, el problema es descubrir porqué
estoy condicionado y ver si puedo ir más allá de todo eso. Porque
mientras no descubra la raíz del condicionamiento, y vaya más allá,
éste será una sucesión continua de obstáculos.
Vamos
a plantearlo muy sencillamente para llegar a la misma raíz de la
libertad. Tú y yo quedamos en hacer algo, que es una ayuda pongamos
para mí, para un día y una hora determinada. Espero ese día con
ilusión, afecto y cariño, así que tengo una buena expectativa.
Llega ese día y esa hora que habíamos quedado, pero tú no llegas.
Primero, siento extrañeza e incredulidad, luego una mezcla de
depresión y de rabia, pero tu no llegas. ¿Puedo estar más allá de
todo ese drama, que supone para mí el que tú no vinieras a ayudarme
como habíamos quedado? Sí que puedo. Y eso es la libertad.
“Cuando
muere un niño de hambre en el mundo, si sois libre de la
individualidad cuando ese niño muere uno muere con él ..... ya que
uno es el mundo”.
Cuando
eso está sucediendo desde siempre, y ahora mismo en estos instantes,
uno tiene que hacer algo, si es que quiere claro. Pero eso no quiere
decir que van a cesar el que se mueran personas de hambre. Tú haz lo
que puedas, y cada cual que haga lo mismo. Pero si lo que hacemos
genera división, conflicto, desorden y más confusión, entonces,
¿qué sentido tiene lo que hagamos? Pues todas las atrocidades, las
hambrunas y sus muertes, las matanzas que no cesan de personas,
tienen una misma causa y raíz: la división que genera los
conflictos ya sea con tu vecino, con la persona con quien vives, con
la autoridad, con la naturaleza. Mientras uno viva en conflicto está
dentro del ámbito del hacer daño, es decir uno también es culpable
de las desgracias y miserias de los demás, de la vida.
Ahora
volvamos al principio, aunque estemos más allá de los conflictos,
de las divisiones, toda seguirá igual, pero uno tendrá paz en si
mismo. Y entonces, todo cambia, porque uno es el mundo y el mundo es
uno. Eso es lo que hay, Pablo.
¿Tú
crees, Jorge, que hay muchas personas que sean lo suficientemente
serias para afrontar los hechos; y que no escapen de los hechos? Hay
que ser muy serios, es decir honestos, y veremos como todos estamos
clavados en el mismo suelo, aunque cada uno lo esté a un nivel. Y ya
estamos con lo de si la mente es sólo mía o la comparto con todos
los demás. Porque si la compartimos todos, participamos también de
todo de una manera o de otra. Lo ves qué bonito es verlo y
participar de ello. O sea, todos tenemos la misma mente, vale decir
el mismo pensamiento, por tanto solamente comprendiendo en su
totalidad cómo funciona ese pensamiento, es cuando uno puede ir más
allá de él y salirse de la corriente y afrontar los hechos, no como
un problema, sino como todo un proceso de la vida, que es mi vida.
Si
eso que dices, Vanesa, tiene sentido. Pero vamos a ponerlo de la
siguiente manera: si no tuviéramos miedo, ¿veríamos los obstáculos
como los vemos ahora? La siguiente cuestión es: ¿Podemos estar
libres del miedo? El miedo es una reacción instintiva, de defensa, y
eso es adecuado: cuando veo el fuego cerca de mí siento miedo y me
aparto de él. Pero ese miedo tan básico y necesario, lo hemos
llevado al ámbito psicológico. Por lo que toda nuestra vida está
dominada por el miedo. Y el miedo es el pensamiento, que es tiempo
como me sucedió esto, un percance o contratiempo doloroso, y temo
que se repita en el futuro. Así que la cuestión está en descubrir
si uno puede estar libre del miedo psicológico. ¿Qué dices,
Vanesa? Yo digo que sí que se puede estar libre del miedo
psicológico. ¿Qué tiene que suceder para liberarme del miedo y el
temor?
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