miércoles, 2 de mayo de 2012

Escritos y publicaciones 2-5-12


Hace unos días una mujer vino a pedir ayuda porque estaba necesitada. Había dejado el coche aparcado delante de un vado de un garaje privado, por lo que la policía se lo llevó. Y, para sacarlo del depósito donde tenían el coche la policía, tenía que abonar una cantidad de dinero. Por lo que una amiga suya, le dijo que viniera a uno para recibir ayuda. Dijo que necesitaba sacar el coche para ir a ver a su hijo pequeño que estaba en el hospital distante unos quince kilómetros. Por lo que rogaba que se le facilitara el dinero para poder sacar el coche y desplazarse para sustituir a su madre que estaba con su hijo en el hospital. Uno le dio el dinero que necesitaba.
Al día siguiente vino la mujer que le había facilitado la información, a su amiga, para poder venir a por la ayuda. Y dijo que el hijo de su amiga se había muerto, por la noche, y que necesitaba dinero para traer al niño. Uno se quedó sorprendido. Ella dijo, dame el dinero que puedas. Y se le dio.
Luego dijo que ella también necesitaba ayuda, pues el juez le exigía una cantidad de dinero, sino la encerraría en prisión. Pues una mujer le había denunciado por haberla empujado al querer robarle la cartera –según dijo, sin haber sido ella-, que su hija pequeña y enferma se quedaría sola sin poderla ayudar. Uno le dijo que no se preocupara que alguien se haría cargo, y que de esa manera ella se vería liberada, ya que no tenía dinero para mantenerla y darle lo necesario. Enseñó los papeles del juzgado toda nerviosa, hablando sin cesar y moviéndose con nerviosismo, por lo que por mucho que se intentaba no se podía leer el documento. Al final dijo: “¿Me das algo para ayudarme?”
Uno le dio algo, pero ella quería más dinero y se puso enfurecida, como si tuviera una fuerte necesidad de algo. Uno le dijo que esa actitud tan desesperada era propia de las personas que consumen drogas y tienen la necesidad urgente de tomarla, qué si ella las consumía. A lo que ella dijo, “No”. Ella, rogó y suplicó, que por favor, le diera algo. Y, uno le dio más, pero cuando vio el portamonedas cambió de expresión y se excitó más, queriéndolo coger, diciendo: “Dame más, trabajaré limpiando, te haré lo que tú quieras, pero dame más” Uno le dijo que no le daría más y que se marchara. Ella estaba toda excitada, demostrando una gran necesidad de algo, estaba desesperada por conseguir lo que quería mirando todo a su alrededor. Uno le dijo que todo eso que veía no era de uno, que era de la dueña de la casa. Y se le volvió a decir que se marchara. Ella, que buscaba la manera de conseguir algo todavía, dijo: “Dame un vaso de agua”, mirando y con intención de entrar en el interior del apartamento. Uno le dijo que no le iba a dar nada más y que se marchara, pero ella se resistía y no quería salir, por lo que uno la obligó a salir. Una vez fuera, en el rellano de la escalera, se dio cuenta de que algo no le funcionaba bien en su vida.
Al cabo de unos días vino su amiga, la que tenía el hijo en el hospital, para dar las gracias. Y uno le preguntó que si su hijo había muerto. A lo que ella respondió, que no había muerto. Y que su amiga se lo había inventado. Uno le dijo que esos comportamientos son propios de drogadictos. Ella dijo que no se drogaba. También dijo que un día vino, con su hijo, para saludarnos. Pero que le habían dicho que ya no podía ser atendida. Uno le dijo, qué a que hora vinieron. Y ella respondió, que eran las diez de la noche. Uno le explicó que a esa hora de la noche no es el momento de hacer visitas, si no es que es a un amigo o colega, con el que se tiene una cierta familiaridad y permisividad entre ambos.
Ella quiso entrar, pero uno no lo consintió, pues no estaba nada claro todo esos asuntos que llevaban entre manos. Ella contestó que no era como su amiga. Dijo que venía del ambulatorio médico. Y de comprar alguna cosa que llevaba en una bolsa. También dijo: “Ya te traeré el dinero que me diste” Uno le dijo que no hacía falta que lo trajera, ya que ella no tenía trabajo, tenía un hijo pequeño que mantener, que los que tenemos dinero hemos de dar a los que lo necesiten. Ella enseñó lo que había comprado –algo de comida y otras necesidades- y me dijo: “Dame algo, por favor, para comprar” Uno le dio y le dijo que no se acostumbrara a venir a pedir dinero, pues uno no tenía tanto para ir dándolo todos los días, que estuviera una temporada sin venir, que pidiera a otros que sí que tenían más. Ella dijo que lo comprendía, pero que como el primer día se le dijo que viniera cuando quisiera, ella así lo hizo.
Al cabo de unas semanas, su amiga llamó diciendo que le abriera el portal para subir, pero uno le dijo que no era de fiar por lo que no podía subir. Luego preguntó despectivamente por su amiga y quiso saber si estaba con uno de visita. Uno le dijo que no. Aún vino otro día más, llamando al timbre desde el portal, pero no se le pudo permitir el que subiera

"¿Cómo entender que el pensamiento no es lo nuevo?
Se entiende fácilmente, porque en lo nuevo no hay ni sufrimiento ni dolor. Entonces las neuronas se tienen que enseñar, tienen que ver, la verdad de ese hecho. Porque, las neuronas son fruto de un proceso del tiempo, de la experiencia, y por tanto son materia, y el tiempo psicológico siempre es el pasado. Y en el pasado, como referencia, como recuerdo agradable o doloroso, siempre hay sufrimiento.
Por eso uno tiene que saber realmente lo que es negativo. Y no rechazar todo lo que le molesta. Porque así vamos detrás del placer. Aunque la persecución del placer lleve al dolor.

¿Cuándo uno ve y hay inteligencia se necesita el perdón? El perdón es una manera de autohumillación, de hacernos sencillos y normales, porque nos hemos dado cuenta que hemos actuado negativamente. Pero el perdón, por haber errado, no es solamente cosa tuya y mía, pues es de todos. Porque, las personas todas erramos. Por eso, ¿para qué pedir perdón, humillarse, si ya sabemos cómo son los hombres, qué hacemos y somos capaces de hacer? Solamente, viendo lo que sucede cuando actuamos y hacemos algo en nuestra vida cotidiana, que el perdón no tiene sentido. Porque, descartaremos eso negativo, que es el posible daño a otro. Por eso, cuando alguien nos pida perdón eso no tiene ningún valor ni importancia.

Sólo una mente superficial y estúpida, se identifica con una raza, nacionalismo, religión o política.

Todo esfuerzo es negativo porque nos hace brutales y crueles. Pero, esto mismo si genera y provoca también esfuerzo, es cruel y brutal.

La objetividad es una ilusión más, pues lo que es una realidad para mi no lo es para ti. ¿Qué hacer entonces? Actuar con compasión y amor. Y si actuamos llenos de respeto y consideración, con afecto y con cariño, no usaremos ni necesitaremos la palabra objetividad. Pues, será innecesaria al ver toda la trama mental que nos hace actuar de una manera o de otra.

Ha sido una sorpresa verte por allí.
Hacía mucho tiempo que no sabía de ti. Afira.

¿Qué buscas allí?

Pero, la paz no existe. Solamente la paz puede existir dentro de nosotros, sin depender de nadie.

No hay otra salida. Es como cuando uno está enfermo y sabe que si no hace lo necesario -régimen, medicarse, cuidarse en todos los ámbitos- será peor.

A lo mejor para uno no es posible cambiar. Por tanto, darse cuenta de esa imposibilidad y aceptarla, ¿no significa eso que ya hemos cambiado?

No te has dado cuenta, Aldo, que cuando el pensamiento no opera no hay dolor. Nos estamos refiriendo al dolor psicológico, que es el que recuerda desde lo que ha vivido, o le llega del pasado, o proyecta en el futuro. Y como vemos, el pensamiento que es tiempo ha de ser el pasado o el futuro. Pero si no hay tiempo como pasado ni futuro, el pensamiento psicológico no puede ser. Y si no hay pensamiento que dice: yo fui joven, bello, rápido y veloz, pero ahora no lo soy y eso me pone romántico y triste; o yo ejercitándome llegaré a hacer tal o cual prodigio, y por eso me esfuerzo, y me hago brutal. Y ese es el mecanismo por el que se genera el sufrimiento y el dolor.
Ahora bien, ¿puedo ver todo lo que ocurre dentro de mi, viendo la sucesión de imágenes pasadas y futuras, mirarlas sin ninguna elección, sin sentir sufrimiento y dolor? O, ¿puedo pasar a través del dolor, y comprenderlo, e ir más allá de todos los problemas que genera? Eso solamente se puede hacer cuando uno no huye de ese sufrimiento y dolor, que es cuando llega el amor, la entrega total.

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