Hace
unos días una mujer vino a pedir ayuda porque estaba necesitada.
Había dejado el coche aparcado delante de un vado de un garaje
privado, por lo que la policía se lo llevó. Y, para sacarlo del
depósito donde tenían el coche la policía, tenía que abonar una
cantidad de dinero. Por lo que una amiga suya, le dijo que viniera a
uno para recibir ayuda. Dijo que necesitaba sacar el coche para ir a
ver a su hijo pequeño que estaba en el hospital distante unos quince
kilómetros. Por lo que rogaba que se le facilitara el dinero para
poder sacar el coche y desplazarse para sustituir a su madre que
estaba con su hijo en el hospital. Uno le dio el dinero que
necesitaba.
Al
día siguiente vino la mujer que le había facilitado la información,
a su amiga, para poder venir a por la ayuda. Y dijo que el hijo de su
amiga se había muerto, por la noche, y que necesitaba dinero para
traer al niño. Uno se quedó sorprendido. Ella dijo, dame el dinero
que puedas. Y se le dio.
Luego
dijo que ella también necesitaba ayuda, pues el juez le exigía una
cantidad de dinero, sino la encerraría en prisión. Pues una mujer
le había denunciado por haberla empujado al querer robarle la
cartera –según dijo, sin haber sido ella-, que su hija pequeña y
enferma se quedaría sola sin poderla ayudar. Uno le dijo que no se
preocupara que alguien se haría cargo, y que de esa manera ella se
vería liberada, ya que no tenía dinero para mantenerla y darle lo
necesario. Enseñó los papeles del juzgado toda nerviosa, hablando
sin cesar y moviéndose con nerviosismo, por lo que por mucho que se
intentaba no se podía leer el documento. Al final dijo: “¿Me das
algo para ayudarme?”
Uno
le dio algo, pero ella quería más dinero y se puso enfurecida, como
si tuviera una fuerte necesidad de algo. Uno le dijo que esa actitud
tan desesperada era propia de las personas que consumen drogas y
tienen la necesidad urgente de tomarla, qué si ella las consumía. A
lo que ella dijo, “No”. Ella, rogó y suplicó, que por favor, le
diera algo. Y, uno le dio más, pero cuando vio el portamonedas
cambió de expresión y se excitó más, queriéndolo coger,
diciendo: “Dame más, trabajaré limpiando, te haré lo que tú
quieras, pero dame más” Uno le dijo que no le daría más y que se
marchara. Ella estaba toda excitada, demostrando una gran necesidad
de algo, estaba desesperada por conseguir lo que quería mirando todo
a su alrededor. Uno le dijo que todo eso que veía no era de uno, que
era de la dueña de la casa. Y se le volvió a decir que se marchara.
Ella, que buscaba la manera de conseguir algo todavía, dijo: “Dame
un vaso de agua”, mirando y con intención de entrar en el interior
del apartamento. Uno le dijo que no le iba a dar nada más y que se
marchara, pero ella se resistía y no quería salir, por lo que uno
la obligó a salir. Una vez fuera, en el rellano de la escalera, se
dio cuenta de que algo no le funcionaba bien en su vida.
Al
cabo de unos días vino su amiga, la que tenía el hijo en el
hospital, para dar las gracias. Y uno le preguntó que si su hijo
había muerto. A lo que ella respondió, que no había muerto. Y que
su amiga se lo había inventado. Uno le dijo que esos comportamientos
son propios de drogadictos. Ella dijo que no se drogaba. También
dijo que un día vino, con su hijo, para saludarnos. Pero que le
habían dicho que ya no podía ser atendida. Uno le dijo, qué a que
hora vinieron. Y ella respondió, que eran las diez de la noche. Uno
le explicó que a esa hora de la noche no es el momento de hacer
visitas, si no es que es a un amigo o colega, con el que se tiene una
cierta familiaridad y permisividad entre ambos.
Ella
quiso entrar, pero uno no lo consintió, pues no estaba nada claro
todo esos asuntos que llevaban entre manos. Ella contestó que no era
como su amiga. Dijo que venía del ambulatorio médico. Y de comprar
alguna cosa que llevaba en una bolsa. También dijo: “Ya te traeré
el dinero que me diste” Uno le dijo que no hacía falta que lo
trajera, ya que ella no tenía trabajo, tenía un hijo pequeño que
mantener, que los que tenemos dinero hemos de dar a los que lo
necesiten. Ella enseñó lo que había comprado –algo de comida y
otras necesidades- y me dijo: “Dame algo, por favor, para comprar”
Uno le dio y le dijo que no se acostumbrara a venir a pedir dinero,
pues uno no tenía tanto para ir dándolo todos los días, que
estuviera una temporada sin venir, que pidiera a otros que sí que
tenían más. Ella dijo que lo comprendía, pero que como el primer
día se le dijo que viniera cuando quisiera, ella así lo hizo.
Al
cabo de unas semanas, su amiga llamó diciendo que le abriera el
portal para subir, pero uno le dijo que no era de fiar por lo que no
podía subir. Luego preguntó despectivamente por su amiga y quiso
saber si estaba con uno de visita. Uno le dijo que no. Aún vino otro
día más, llamando al timbre desde el portal, pero no se le pudo
permitir el que subiera
"¿Cómo
entender que el pensamiento no es lo nuevo?
Se
entiende fácilmente, porque en lo nuevo no hay ni sufrimiento ni
dolor. Entonces las neuronas se tienen que enseñar, tienen que ver,
la verdad de ese hecho. Porque, las neuronas son fruto de un proceso
del tiempo, de la experiencia, y por tanto son materia, y el tiempo
psicológico siempre es el pasado. Y en el pasado, como referencia,
como recuerdo agradable o doloroso, siempre hay sufrimiento.
Por eso uno tiene que
saber realmente lo que es negativo. Y no rechazar todo lo que le
molesta. Porque así vamos detrás del placer. Aunque la persecución
del placer lleve al dolor.
¿Cuándo uno ve y hay
inteligencia se necesita el perdón? El perdón es una manera de
autohumillación, de hacernos sencillos y normales, porque nos hemos
dado cuenta que hemos actuado negativamente. Pero el perdón, por
haber errado, no es solamente cosa tuya y mía, pues es de todos.
Porque, las personas todas erramos. Por eso, ¿para qué pedir
perdón, humillarse, si ya sabemos cómo son los hombres, qué
hacemos y somos capaces de hacer? Solamente, viendo lo que sucede
cuando actuamos y hacemos algo en nuestra vida cotidiana, que el
perdón no tiene sentido. Porque, descartaremos eso negativo, que es
el posible daño a otro. Por eso, cuando alguien nos pida perdón
eso no tiene ningún valor ni importancia.
Sólo una mente
superficial y estúpida, se identifica con una raza, nacionalismo,
religión o política.
Todo esfuerzo es negativo
porque nos hace brutales y crueles. Pero, esto mismo si genera y
provoca también esfuerzo, es cruel y brutal.
La objetividad es una
ilusión más, pues lo que es una realidad para mi no lo es para ti.
¿Qué hacer entonces? Actuar con compasión y amor. Y si actuamos
llenos de respeto y consideración, con afecto y con cariño, no
usaremos ni necesitaremos la palabra objetividad. Pues, será
innecesaria al ver toda la trama mental que nos hace actuar de una
manera o de otra.
Ha sido una sorpresa
verte por allí.
Hacía mucho tiempo que
no sabía de ti. Afira.
¿Qué buscas allí?
Pero, la paz no existe.
Solamente la paz puede existir dentro de nosotros, sin depender de
nadie.
No hay otra salida. Es
como cuando uno está enfermo y sabe que si no hace lo necesario
-régimen, medicarse, cuidarse en todos los ámbitos- será peor.
A lo mejor para uno no es
posible cambiar. Por tanto, darse cuenta de esa imposibilidad y
aceptarla, ¿no significa eso que ya hemos cambiado?
No te has dado cuenta,
Aldo, que cuando el pensamiento no opera no hay dolor. Nos estamos
refiriendo al dolor psicológico, que es el que recuerda desde lo que
ha vivido, o le llega del pasado, o proyecta en el futuro. Y como
vemos, el pensamiento que es tiempo ha de ser el pasado o el futuro.
Pero si no hay tiempo como pasado ni futuro, el pensamiento
psicológico no puede ser. Y si no hay pensamiento que dice: yo fui
joven, bello, rápido y veloz, pero ahora no lo soy y eso me pone
romántico y triste; o yo ejercitándome llegaré a hacer tal o cual
prodigio, y por eso me esfuerzo, y me hago brutal. Y ese es el
mecanismo por el que se genera el sufrimiento y el dolor.
Ahora bien, ¿puedo ver
todo lo que ocurre dentro de mi, viendo la sucesión de imágenes
pasadas y futuras, mirarlas sin ninguna elección, sin sentir
sufrimiento y dolor? O, ¿puedo pasar a través del dolor, y
comprenderlo, e ir más allá de todos los problemas que genera? Eso
solamente se puede hacer cuando uno no huye de ese sufrimiento y
dolor, que es cuando llega el amor, la entrega total.
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