La mente no se puede controlar ni
dominar. El que dice que lo consigue, se
está engañando porque vive en la ilusión. Puede concentrarse pero la lucha
entre la distracción y el control no cesará. Como consecuencia, la mente se
embota y pierde la sensibilidad.
Jan, el amor no llega por un
proceso. Pues, todo proceso necesita tiempo. Y, el tiempo es el pensamiento. Y
el pensamiento es la memoria, que es el pasado o el futuro. El amor, ¿es tiempo
como el pasado o el futuro, el presente que hace de puente entre los dos? ¿O el
amor es lo atemporal y por tanto el ahora?
Y por eso, el amor llega sin
tiempo, como el tueno y el rayo.
“
Eona. ¿Por qué crees que habla alguien?
La pregunta
es, ¿por qué nos tienen que golpear? ¿Si uno no prepara el terreno consciente o
inconscientemente, puede haber una agresión física? La vida siempre es
complicada, cada vez lo parece más, pero la tenemos que comprender. Y, también
comprender el pensamiento y lo que provoca. Todo el problema está en la
división, cuando nos identificamos con el ego, el "yo", que dice soy
negro o blanco, soy americano o europeo, soy alto o menos alto, soy pobre o
rico. hombre o mujer. Y, esta identificación nos hace dependientes de eso que
creemos ser, hasta el extremo de generar conflicto y violencia para defenderlo.
Por lo que
si fuéramos libres de toda identificación, no habría división ni conflicto
interno. Y si no hay conflicto interno, tampoco lo habrá en lo externo, ya sea
con las personas con quien convivimos, con las autoridades, con las personas
que nos atienden en una tienda u oficina. ¿Puedes captarlo, Polo?
La
inatención genera desorden. Y el desorden genera la confusión y la anarquía. Lo
que viene después es la violencia y el asesinato en masa en las guerras. ¿Nos
imaginamos lo que será vivir en guerra echándonos bombas, torturándonos,
matándonos?
Y todo ese
horror es generado por la inatención, la negligencia.
Si ingieres alguna droga es posible que vayas más
allá del "yo", del tiempo y el espacio. Pero, si repites la ingesta
te engancharás. Y entonces, todo lo que ves de nada sirve porque te
esclavizarás como un animal atado a un poste.
Cuando
decimos que la identificación es negativa, nos estamos abriendo las puertas
para la libertad. Y libertad quiere decir, ser libre para tener toda la
libertad para mirar en todas direcciones. Eso quiere decir que si nos
observamos nos daremos cuenta que cuando tenemos una imagen de pacifista, de
cristiano o budista, de no-violento, entonces seguimos en conflicto. ¿Por qué
la no-violencia, el pacifismo, lo de dejarse golpear poniendo la otra mejilla,
es eso real o es una ilusión, un no-hecho? Pues el hecho es que somos
violentos, somos agresivos, estamos divididos internamente y como consecuencia
también en lo externo en la sociedad. Así que, el hecho de inventar algo que no
es un hecho, me deja dividido y en conflicto con todo lo que me rodea ya sean
personas o la naturaleza, los muebles, las máquinas, etc.
Pero, si no
tengo ninguna identificación, sino que me atengo a los hechos, siempre sabré lo
que tengo que hacer, ya que estaré en orden. Y el orden, haga lo que haga, es
amor.
Me temo, Edwin, que no captas ni
comprendes lo que es la libertad. Si yo digo lo que hay que hacer, si te obligo
a que hagas algo, ¿hay la posibilidad de libertad alguna? Puedo decirte, que te
conviene hacer lo que te digo, que me obedezcas, pero eso inevitablemente tiene
que generar desorden y conflicto entre tú y yo, es decir, dictadura y la
reacción que es una revuelta, etc. Por lo que estaremos dando vueltas dentro
del círculo sin parar. Por el contrario,
si eres libre tú eres el dueño de tu vida y lo que hagas con ella.
Si tienes libertad -como ya te he
dicho- sabrás como encarar y reaccionar ante cualquier reto, ya sea violento o
no, placentero o desagradable.
La duda es el inicio. El ver y
comprender es el resultado, el final para que haya orden.
Muchas veces
no, ha de ser a todas horas. Pero, la defensa, por la desconfianza y su
crueldad, no ha de ser sólo con los usureros esclavistas, adinerados, etc.,
sino con todos. Pues todos somos básicamente igual psicológicamente, todos
llevamos dentro el animal que siempre va a la suya. Y por eso, la vida siempre
es tan peligrosa, pues podemos pasar de amigo a enemigo en un instante o al
revés.
No me fío de
nadie de la cuadrilla. Ni tan siquiera me fio ni de la camisa que llevo.
Todo el
problema de la división desaparece cuando nos damos cuenta que el pensador es
el pensamiento. O que el observador es lo observado.
¿Podemos
decir qué cuando nos damos cuenta de esa farsa, que es decir que somos
perfectos, estupendos, santos, etc., es cuando empezamos a ser serios y todo lo
que viene con ello?
Si vemos que en todo proceso de
cambio, como decir que mañana, la semana que viene, el próximo mes, etc.,
cambiaré, si veo que todo eso es una ilusión, entonces el cambio sucede.
Si te conocieras de verdad,
conocerías a todos también. Y, entonces no
te parecería una exageración desconfiar de todos. Recuerda que dentro de
cada cual, siempre está el animal ahí. Y, el animal está programado en una
única dirección, que es su propia vida y subsistencia y de ahí no puede salir,
por lo que no lo importa robar, ser violento y cruel, matar.
Siento las
molestias. Pero, aunque parezca mentira, al leer tus comunicados informándome
de mi error, al momento se me pasaba y me olvidaba.
Creo que
ahora no se me pasará.
Repito, pido
disculpas por las molestias que os haya podido ocasionar.
¿Por qué emplear tanto tiempo, sea
quien sea, en un muerto? ¿Por qué buscáis en los muertos a los que están entre
los vimos, que somos todos? El muerto no necesita absolutamente nada, somos los
vivos que para distraernos y entretenernos hemos inventado y montado todos esos
espectáculos relacionados con antes y después de la muerte.
Y esa unidad,
de la que participamos todos -queramos o no-, es la que nos iguala
psicológicamete. Así que si me conozco, es decir si comprendo el pensamiento,
comprendo a todos también, a toda la humanidad.
Creo que
donde se ve claro es ante la muerte, ante el dolor y el sufrimiento, ante la
falta de respeto, de afecto y cariño, ante la humillación y la explotación,
todos reaccionamos lo mismo: nos quejamos, avisamos de que hay un daño, lo
descartamos.
La paz
total, realmente, es demasiado cara pues hay mucho que exponer y dejar.
Queremos, como en todo, una paz a medias. Una paz de diseño exclusivo para
nosotros. Y eso es tan ridículo y absurdo como la sociedad donde vivimos y que
hemos creado entre todos.
El amor
siempre va más allá de todo.
Cuando
decimos seriedad quiere decir que tenemos una mente lúcida, lógica, capaz de
hacer el menor daño posible. Y para hacer el menor daño posible uno tiene que
ser absolutamente libre.
Pero ¿por
qué quieres vencer a otro? Si vences a otro o a muchos para proseguir con esa
victoria, tendrás que implantar una especie de dictadura, la autoridad. Y la autoridad
tiene que aplicarse con hombres armados
violentos, por lo que siempre estarás en guerra. Es decir, la victoria es la
prolongación de la guerra.
Tú dirás, y
¿qué hay que hacer? Primero darse cuenta como funcionamos las personas y la
vida. Y si vemos lo que hacemos, resalta que hay celos, envidias, agravios,
contienda y enfrentamientos. Y, ¿puede haber paz y el fin de la violencia si
tenemos alguna clase de poder sobre otros? Por eso, cada uno tiene que
solucionarse él el problema que es su vida. Porque si yo te digo a ti lo que
tienes que hacer, generará dependencia con todas sus miserias. Así que, uno no
quiere ganar, pero tampoco perder. Y, para no perder hay que tener los justo e
imprescindible para subsistir. Pues de esa manera no se crea la injusticia y
nadie te quiere robar. Y por tanto, no hay nada que defender.
La vida es
una enfermedad que no tiene cura. Cuando lo ves y comprendes, sin opción
alguna, nada molesta. Entonces todo lo que nos sucede es el devenir, igual como llega el verano, el otoño. el invierno,
la primavera.
Si dices que
no hay nada, que todo es un invento, una ilusión, entonces ¿por qué no paras de
hacer comentarios si todo será inútil lo que digas? Si estás contra todo,
entonces todo es absurdo, incluyendo todo lo que tú hagas.
Y, eso es
una falta de amor por ti y por los demás, porque te amargarás y te volverás
neurótico.
Al decir que
no soy yo el que elige los pensamientos, es cuando nos damos cuenta que
solamente hemos de mirarlos sin elección. Porque si queremos reprimirlos, huir,
cambiarlos o alentarlos, es cuando nos dividimos.
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