martes, 24 de enero de 2012

Escritos y publicaciones 22-1-12

Sin ser vulnerable uno no puede vivir el amor. Y ser vulnerable quiere decir entregarse al presente, al ahora. Es un momento dramático, como lo es toda la vida.

O dicho de otra manera estar más allá del bien y del mal. O también, como si estuviéramos siempre en trance.

¿Cómo sabe uno si es en la iluminación, hay y libro de instrucciones, un folleto explicativo que describa al que ha llegado?

El pensador es lo mismo que el pensamiento. El observador, es lo observado. Es la ignorancia la que dice y ve que están separados y divididos.

El problema se agrava más cuando alguien quiere cambiar las cosas. Cuando un líder o gurú, se ponen manos a la obra para cambiar a las personas, puede que muchas les crean y les obedezcan, generándose una reacción con todo su caos y desorden. Pero eso que se ve tan claro, también pasa a nivel individual con los vecinos, amigos o parientes. Por tanto, uno tiene que actuar más que informar y divulgar, presionar y exigir, empujar y envalentonar, pues el que tenga percepción y ojos que vea.

De acuerdo. Lo que pasa, pasa. Es lo que está pasando, sin testigo, sin observador ni nada de nada.

Si utilizas la palabra dios se pone imposible de resolver, porque dios está más allá de todo lo que digamos o podamos decir, siempre será algo más o algo menos. Porque uno puede oír o percibir situaciones pero ser un invento de la mente. Para la comprensión sólo hay que percibir cuando alguien hace daño y si pude descartarlo.

Dios es lo puro y lo impuro.

He leído tu artículo en el periódico … de hoy, que trata de los problemas de los "Indignados". Gracias por las informaciones.
Creo que le das demasiado importancia a los indignados. Cuando empiecen a tocar el poder y sus golosinas, ya sabes lo que pasará. Aunque no se pueden comparar, mira Obama y su crueldad, brutalidad y violencia.
Sólo quiero añadir, que el hombre es quiero y no puedo. Y no hay más. Todas las ideas de la clase que sean, todas las fórmulas, todos los intentos, etc., deben empezar sabiendo que somos imperfectos y todo lo que hagamos será imperfecto. Por lo tanto, saberlo y vivirlo nos da mucha paz -ausencia de conflicto-. Lo contrario, ya lo sabemos: división y conflicto, revueltas, anarquía y caos, violencia y guerra. Y, la guerra es lo peor que nos puede pasar, ya sea entre dos personas o entre miles.

El amor es la ausencia de conflicto. Y la locura es cuando campa el conflicto desbocado.

Aunque sé que ustedes se han creado la necesidad de recaudar dinero, quiero decirles que eso no es todo en la vida. Pues cada uno da lo que puede y lo que necesita su sensibilidad. Creo que unas palabras, en un determinado momento, pueden hacer tanto como una cantidad de dinero. Siento si ustedes se han sentido mal entendidos.

El fin de los hombres ha de ser la paz y no el desorden, el conflicto, la anarquía y la guerra. Porque siempre los más débiles y necesitados, van a ser los más perjudicados en el caos de la guerra. Pero la paz no es solamente el fin de la violencia. Para que haya paz tiene que cesar la división y el conflicto interno, que al exteriorizarse genera el enfrentamiento, la contienda y la violencia.
Y para que no haya conflicto, uno tiene que morir a todo, ya sean a las ideas y teorías, tanto políticas como religiosas; morir a mi raza, a la tribu, a mi apellido y familia, a mi nacionalismo. Morir a lo que estoy apegado y esclavizado.

Por eso, es preciso vivir con austeridad -no la del monje o el fraile-, porque cuando uno tiene de más, se hace descuidado y hecha a perder las cosas, sean alimentos, ropa, bienes o dinero. Y esto también tiene que nacer al haberlo visto dentro de uno, porque si uno hace lo que le dicen, sin comprenderlo, se fuerza, se obliga y llega el conflicto entre la parte que quiere y la que no quiere. Y si vivimos en conflicto, ya estamos en el ámbito de las disputas y la contienda. Por eso, donde hay esfuerzo el amor no puede ser, porque al forzarse uno mismo o a los demás nos hacemos brutales y crueles.
Todo lo que dices es verdad. Pero creo que lo que nos interesa a todos, los que somos sensibles y queremos que desaparezcan la pobreza y la miseria, es que haya y tengamos mucha abundancia de amor. Si hay amor el dinero llega, los problemas se resuelven, la colaboración se ve en todas partes.

Si uno no plantea constantemente la cuestión fundamental, todo se convierte en un puro asunto de vanidad.

Creo que tú tienes la capacidad para ver si la publicación es adecuada o no. Por tanto, tú eres el que tiene que decidir si la quitas o no. Cualquier decisión que yo adopte, puede que no sea correcta. Por tanto, tú haz lo que tengas que hacer.

La verdad tiene muchos enemigos, pero no pueden con ella; porque ellos mismos también forman parte de la verdad.

Ser vegetariano es una forma de compasión y amor para con los animales y los hombres.

Felicidades, Harley, no sabía que eras vegana; yo, también lo soy.

Dios, nos da seguridad en el presente porque lo usamos como un narcótico, es una ilusión, que atonta y adormece. Sí que hay algo más allá de la medida del hombre: el fin del conflicto, la eternidad, el infinito, la totalidad, dios -pero no el dios cristiano, hindú o judío, etc.-.

El hecho de buscar implica que ya hay un deseo de algo oculto o manifiesto que voy tras de ello; por tanto, si es fruto del deseo -aunque sea bien visto, noble y respetable- lo que llegará será  lo viejo, será el viejo patrón repetitivo de dualidad, de división y de conflicto. La percepción, llega cuando no la buscamos. Es como cuando dejamos de buscar algo y al cabo de un tiempo -largo, corto o mediano- aparece ante nosotros.
El soñador y el sueño son lo mismo. El observador, es lo observado.

El “yo”, tiene que darse cuenta por sí mismo que es un impedimento para la libre percepción de la realidad y la verdad. Entonces, el “yo¨ cesa en su parloteo y desaparece. Es de la única manera de que no vuelve el conflicto entre el que quiere que se vaya y el “yo” que no quiere irse.

Las personas no siguen a un pastor. Siguen a su propio deseo de seguridad. Porque si el pastor les dijera la verdad y sus seguidores no encontraran seguridad se irían de él y lo dejarían solo. Por eso, cada pastor o gurú, tiene los seguidores que se acoplan a él; lo mismo que cada seguidor, tiene el gurú que se merece y más se acopla a él.

La pureza es estar libre y desapegado de todo. Ya sea de la religión y la política, de los bienes, la familia y el país; y por supuesto del ego, el “yo” -la envidia, el odio, la ira, las drogas-alcohol, el placer, la lujuria-.

La vela es el ego, el “yo”, con su pequeña e insignificante luz. Y el incendio de luz que destruye y deshace la vela, es el morir a ese ego, a ese “yo”.

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