No seamos hipócritas, llegado un
momento puede que tengamos que hacer la guerra, aunque sea en el hogar, en el
trabajo, con el vecindario.
Hay quienes no quieren pagar los gastos del ascensor y limpieza del rellano y
la escalera. Y no paga. Y no paga, por mucho que se le diga que eso es injusto,
es de necios, es de descarados. Pero no quiere pagar los meses que debe. Y
entonces estalla la guerra: se le denuncia por impago de las cuotas mensuales
del edificio donde vive para la limpieza general.
De manera que cuando el que no quiere pagar se entera, se va abalanzar contra
los vecinos que todos acordaron llevarlo ante el juez.
¿Es eso guerra o no? Que si desarrolla sin poder detenerla, va a venir el
conflicto con violencia y puede que la muerte.
Así que la vida y la guerra, la violencia, son lo mismo. Y es con eso con lo
que tenemos que convivir, gestionar ese problema como otro cualquiera. Porque
todos los retos, todos los problemas, llevan en sí la guerra.
momento puede que tengamos que hacer la guerra, aunque sea en el hogar, en el
trabajo, con el vecindario.
Hay quienes no quieren pagar los gastos del ascensor y limpieza del rellano y
la escalera. Y no paga. Y no paga, por mucho que se le diga que eso es injusto,
es de necios, es de descarados. Pero no quiere pagar los meses que debe. Y
entonces estalla la guerra: se le denuncia por impago de las cuotas mensuales
del edificio donde vive para la limpieza general.
De manera que cuando el que no quiere pagar se entera, se va abalanzar contra
los vecinos que todos acordaron llevarlo ante el juez.
¿Es eso guerra o no? Que si desarrolla sin poder detenerla, va a venir el
conflicto con violencia y puede que la muerte.
Así que la vida y la guerra, la violencia, son lo mismo. Y es con eso con lo
que tenemos que convivir, gestionar ese problema como otro cualquiera. Porque
todos los retos, todos los problemas, llevan en sí la guerra.
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