viernes, 4 de enero de 2013

Colaboraciones, 5-1-2013



Hola Luciano. Podemos preguntarnos: ¿A dónde queremos ir a parar? ¿Qué es lo que queremos de la vida? ¿Qué hacemos durante las veinticuatro horas del día? Puede que así nos daremos cuenta de quiénes somos en realidad e informarlo. Y transmitirlo a todo la humanidad, pues como todo está unido, lo que hagamos, pasa a los demás ya sean conscientes o no, lo queramos o no.



La meditación es percepción alerta al más alto nivel posible. Pues es cuando estamos atentos a todo lo que sucede dentro y fuera de nosotros, sin hacer nada, sin huir, sin querer cambiarlo. Porque en la inacción, es cuando se produce la acción total. Donde la realidad, y el orden, pueden manifestarse. No mi realidad ni mi orden. Si no lo que es, lo que sucede, nos guste o no.



Entonces, ¿qué ha de suceder para darme cuenta que la programación es un obstáculo, un impedimento para que llegue lo que está más allá de esa estructura que es el 'yo'? Hay que indagar, no esperar a que alguien nos lo diga, porque eso está ahí, todo está ahí. Solamente falta verlo. Y para que venga lo nuevo -que no ha sido tocado por la mente-, hemos de morir al pasado, a lo viejo y conocido.

Esta exposición parece muy poca cosa, pues estamos acostumbrados a que nos den informaciones mediante enlaces, documentales, cantidad de informaciones de los especialistas que dicen que saben. Pero, todo eso es un escape, una huida de la realidad de que sólo uno ha de encontrar eso que está más allá de todo lo que nos genera la desdicha y la amargura.



El lenguaje nos divide porque no estamos vacíos, porque existe el 'yo' y sus imágenes que tenemos de nosotros, que se sienten agraviadas, menospreciadas, solas. Y tienen miedo. Y es desde ahí donde empieza todo el proceso del conflicto entre el 'tú' y el 'yo', el 'nosotros' y el 'ellos', cada uno con sus prejuicios y condicionamientos que son el pasado. Sólo vaciándose de todo ese entramado que es el 'yo', es cuando podemos estar libres de toda esa estructura que se siente agredida, que reacciona a los retos de la misma manera que los ha recibido.



"Cualquiera que sea la pregunta, amor es la respuesta".

Si eso fuera realidad para cada uno, no tendríamos ningún problema en la tierra. Pero eso, no es la realidad. Y hemos de apechugar con lo que es, la realidad, nos guste o no.



Nicholas. La causa, el efecto, el tiempo, todo eso en realidad es un invento del pensamiento. Porque el tiempo psicológico -como ayer, hoy o mañana- no existe. La causa se convierte en efecto y éste a su vez se convierte en otra causa, en un juego sin fin. Y lo que no tiene fin, tampoco tiene principio. Por lo que tratar de todo esto, se convierte en una especulación, una pérdida de tiempo, un entretenimiento.



“La religión de todos los hombres, debe ser la de creer en sí mismos”.

La religión de todos los hombres, ha de ser ni tan siquiera creer en sí mismos.



Cullen, gracias. Para hacer un servicio a los demás uno no tiene que ser nada, no tener religión ni política, ni ideas o teorías, sin ser nacionalista, etc. Sólo entonces, desde el vacío, sin división alguna, es cuando uno puede hacer el mayor servicio posible: el del amor.



Cuando miramos algo -una persona, un paisaje- si estamos totalmente atentos a eso, el tiempo y el espacio es transcendido, no existe. Es cuando perdemos esa atención total con lo que estamos viendo, viviendo, relacionado, que el tiempo -que es el pensamiento y todos sus inventos- es cuando aparece, con todos los problemas de lugar, de comparación, de miedo.



¿Tú qué aprecias tantas veces el ateísmo -que es la negación de toda creencia en dios- y ahora sí que crees en lo que a ti te conviene, sea lo que sea?



Si te pones a especular te perderás en palabras y conceptos, ideas y teorías. Atengámonos a los hechos. La vida es dolor y sufrimiento, ¿no? Lo que me viene, lo que no me viene y deseo, etc., todo nos causa dolor. Para qué queremos cavar más en todo lo que no sea en esa dirección que es liberarnos de ese dolor que nos hace feos y estúpidos.



Las historias son la ignorancia, los enredos de las ideas y teorías, todas distracciones y entretenimientos. Una huida de la realidad que no me conviene, buscando otra realidad que me guste más y satisfaga. Y ese es el mundo que hemos construido, con su división y su caos.



Hay un peligro al seguir y creer en otro que se ha hecho muy importante, un VIP aunque sea espiritual, psicológico renombrado. Todo lo que dice, si es que es de la talla de Jiddu Krishnamurti, puede ser dicho de la manera contraria en otro momento. Porque la realidad no tiene fronteras, lo abarca todo. Y luego, a una persona ser tan importante, hay toda clase de alteraciones personales de todo lo que dijo: de sus máximas cortas o largas, de todo.

Sim me permites, Jahaziel, voy a relatar algo que viene al caso: Jiddu Krishnamurti, hará unos cincuenta años, estaba en un salón viendo un combate de boxeo por televisión con otras personas, vestido con pantalones vaqueros. En aquella época el boxeo tenía algo que hacía levantar las pasiones a muchas personas –escritores, intelectuales, personas consideradas serias y relevantes- como lo tuvo, y lo sigue teniendo, la tortura de los toros. Entonces, todo el salón empezó a vocear diciendo, incluyendo a JK, que golpeara fuerte al que querían que venciera, dándole valor y ánimos. Pero allí, en ese salón había un hindú, que se relacionaba con JK, y al día siguiente le  preguntó y recriminó tanto la vestimenta con vaqueros -jeans- como su actitud agresiva, vociferando, aullando, para que uno de los dos venciera a su contrincante en el combate de boxeo. JK, le contestó: ¿Por qué tienen una imagen de mí? Si yo no soy esa imagen que han creado.



Sea como sea, digamos que hemos descubierto otra dimensión -que por cierto siempre ha estado ahí- el pensamiento sigue y seguirá funcionando. Porque, sólo podemos ir más allá del pensamiento, pues no se puede erradicar, ya que eso es una tontería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario