sábado, 25 de agosto de 2012

Escritos y publicaciones 25-8-12


Patricia. No se trata de lo que a ti o a mí, nos haga más feliz, nos dé más placer, si no lo que va a generar o no desorden y confusión. ¿Por qué en todo lo que hagamos y decimos tiene que haber confusión, contradicción y esa especie de anarquía que todo lo invade? Cuando uno habla bajo los efectos de estupefacientes, narcóticos, no puede hablar para que luego lo repitan. Porque los que lo repiten no están como él estaba bajo los efectos de las drogas. Y por eso, la palabra guerrero, está fuera de contexto. Y entonces adquiere el significado exacto de la palabra guerrero: alguien que hace la guerra. Y en las guerras se matan unos a otros por ideas y teorías.
La preguntas ahora es: ¿Por qué repetimos todo los que los otros han dicho sin saber realmente lo que los otros realmente querían decir? Así somos de segunda mano, repetidores, con esa tendencia esnob de no saber bien de que se trata, pero como algunos con los que me identifico, lo dicen o lo hacen, pues yo también lo hago, o lo digo. Y así no salimos de la superficialidad, de la confusión.

Y todo eso que dices, tan surrealista y absurdo, ¿va a hacerte qué te liberes de tu conflicto, va influir en las personas para que dejen de destrozarse unas a otras? Patricia, no seamos infantiles y banales.

Eso es verdad, Shw, uno puede mirar pero no ver nada en realidad. Para ver realmente uno tiene que estar libre del pasado, del momento que acaba de pasar. Gracias.

¿Estás segura que estás liberada, Patricia? Los liberados no tienen conflictos. Y al no tener conflictos no tienen deseos irrefrenables que los hagan brutales y crueles. Pero, tú por la manera como te expresas parece que si que vives en conflicto con los demás. A todos nos pasa lo mismo, la diferencia está que unos lo ven, lo aceptan y así podemos ir más allá de ellos. Verse realmente como uno es, sin huir de lo que ve, sino verlo detenidamente, te da la información necesaria para saber eso qué es en realidad. Y cuando uno ve la realidad tal cual es, entonces llega la sabiduría que es amor.

Si uno no conoce ni comprende a JK, se puede sorprender de las contradicciones que dice. ¿Cómo es eso? Porque él cuando habla, más allá de las palabras que dice, genera un estado hipnótico de compasión e inteligencia. Pero, otras veces uno se pierde y no encuentra ese estado hipnótico de compasión e inteligencia.
JK, lo resolvía de la siguiente manera cuando le decían que era contradictorio, etc. Decía: ‘¿Por qué tienen una imagen de mí? Yo no soy esa persona, no soy esa imagen que han creado de mí.’

Todo lo que digamos, si lo hacemos para investigar todo el infinito panorama de la vida, tiene que ser adecuado. Porque así nos conocemos. Para saber en verdad quiénes somos, hemos de ver cómo es nuestra relación con los que nos rodean, con las cosas que necesitamos para poder vivir. Sin una buena relación, todo lo que hagamos y digamos, ¿qué sentido verdadero tendrá eso que decimos?

Patricia, todo es muy sencillo, pero la vida se ha complicado de manera que se nos ha ido de las manos, por la manera de vivir tan sofisticada, tan llena de informaciones, etc. Pero, hemos de recordar que nada tiene fin. Sólo uno es el que tiene que saber cuando ya basta.

Todos tenemos a un cierto nivel algo de hipnóticos. Cualquiera que haga algo, que sea algo extraordinario, si no está en una especie de trance no le saldrá. Cuando el toro sólo enviste al capote, que es un trapo, ¿por qué no enviste al torero que es el que le hace el daño? Porque el torero tiene al toro hipnotizado y le dice lo que tiene que hacer. De los 25.000 toros que son torturados y asesinados cada año, ¿cuántos toreros son muertos? Ahora mismo desde hace unos cuantos años -tal vez diez- no han matado a ninguno, o sea que la estadística es favorable para el torero.
O sea que la hipnosis es un hecho, tanto individual como colectivo. Por eso, uno tiene que cuestionarlo todo, venga de donde venga, sea quien sea el que lo diga. Sólo uno ha de ser capaz de descubrir dónde está lo verdadero. Y para ello, ha de descartar lo negativo, lo falso.

“Es justicia y no caridad lo que necesita el mundo”
Y mientras la justicia llega -si es que llega-, ¿qué hacemos?

¿Por qué en vez de caridad, no tenemos compasión y amor?

Mientras no haya un cambio psicológico, en el que el viejo paradigma de división y conflicto sea comprendido, siempre seremos lo que somos ahora. Aunque vivamos doscientos o trescientos años, seguiremos siendo crueles, brutales, indiferentes ante el dolor de los demás. ¿Por qué es que no vemos esa necesidad de ese cambio psicológico, donde uno sea siempre nuevo y fresco, porque es incapaz de hacer daño?

Una vez descubierta la raíz del problema, ¿en ese descubrimiento va implícito el cambio? Porque por mucho que veamos algo, aunque nos lo expliquen e informe de ello, si no lo comprendemos ese cambio no tiene ningún sentido. Por tanto, ¿qué es lo que hará que ante la visión de todo este drama de la vida, con su dolor, sufrimiento, pobreza, violencia, se produzca el cambio?

Ha de haber una visión real de lo que sucede, con toda la miseria y la pobreza, con todo el dolor de los que no tienen nada, con todo el dolor de los que tienen de todo, sentir una conmoción dentro de uno  para que esa misma visión sea el cambio en sí.

Sí, Ícaro, a nadie le importa lo que le sucede dentro de uno. Pero, me parece que no importa si llega a la raíz mirando lo que sucede fuera o dentro de uno. Aunque, si uno ve la realidad y la verdad de lo que sucede, es preciso que vea que lo de fuera está dentro. Es decir, lo de fuera es una consecuencia de lo que hay dentro, de lo que somos. Pero, hasta que uno lo ve, como el condicionamiento está tan arraigado en nosotros, en las neuronas, si  no sucede algo extraordinario que le haga ver en un instante todo lo que es la realidad, seguirá con su comportamiento convencional de indiferencia, de entretenimiento, de vivir la vida como siempre se ha vivido. Esto es, divididos y enfrentados, en conflicto, violencia y guerra.

Creo que es un misterio el por qué unos si pueden ver y otros no.  Esto es así porque el principio de todo no lo podemos ver.  Pero, sí que sabemos dónde está el final: descartando lo negativo, esto es, la división y el conflicto.

Silvia. Algo extraordinario no quiere decir que haya un cataclismo, unas desgracias, una guerra. Se trata que uno ha de tener un sentimiento interno de rechazo de todo lo que sucede, un sentimiento de asco y angustia por lo que está pasando, al percatase del dolor sin fin que las personas nos infligimos unas a otras. Eso es lo extraordinario -o algo parecido- que debe suceder para que hay un cambio radical. Si se permite decirlo, es como cuando uno va hacia el norte, pero alguien le dice que está equivocado, que va justo en dirección contraria que le lleva al sur, y entonces cambia de dirección.

¿Y, no estás de alguna manera conmovida, no estás al margen de esta sociedad corrupta e inmoral?

Los personalismos son una ilusión. Pues todos pasamos por lo mismo –soledad, alegría, tristeza, deseo de seguridad, miedo al futuro y al presente, y también al pasado-. Cunado uno ve que es el resto de la humanidad, vive libre de la vanidad de creerse único, algo especial.

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