domingo, 1 de noviembre de 2015

Encuentros: Libre de culpa

Encuentros: Libre de culpa: Elijo ver la impecabilidad de mi hermano Lección 335 "Un Curso de Milagros" Cuando sentimos o creemos que alguien ...

 'El perdón es una elección,  concederlo o no, es una cuestión del ego y
de cómo éste nos hace sentir la emoción en todo su contexto generado'.

Si
eso es así, ¿por qué hay quienes no perdonan, por qué nos cuesta tanto
de perdonar? Nosotros nos creemos muy poderosos, pero ante retos y
problemas que podemos más o menos gestionar. Pero el problema está
cuando llega un reto dramático para nosotros que nos desborda, y nos
llena de ira, de rabia, de agravio, de celos, de odio, de una manera
peligrosa.

Y uno quiere salir de ahí, ve que ese estado es
negativo, es generador de malas consecuencias. Pero está nuestra otra
parte que dice: 'Si no le demuestro y le hago ver el daño que me ha
hecho lo va a repetir una y otra vez; y esto nunca va acabar'. Esto no
es un invento mío, esto es la realidad, esto es lo que nos pasa a todos,
aunque a cada uno a una escala mayor menor, diferente.

Así que,
una vez nos hemos sentido maltratados, humillados, nos han hecho algún
daño ya sea grave o no, se desencadena una dinámica que nosotros no
podemos controlar. Y eso es lo que sucede con las guerras. Que dicen que
nadie las quiere hacer, pero todos las hacemos: las personales
internas, las del hogar, la de los vecinos, la guerra que tenemos en el
trabajo, con los amigos, con los que creemos que son nuestros enemigos
políticos, religiosos, los que no piensan como nosotros.

¿Qué
haremos ante el próximo agravio, humillación, daño que nos hagan? Toda
relación siempre es entre dos o más personas, de manera que todo lo que
nos sucede es dentro de ese ámbito de relación. Y en toda relación todo
lo que sucede es compartido, por lo que cuando alguien nos hace algún
daño, hemos de asumir que nosotros también somos responsables de ese
daño que hemos sufrido.

Es decir, ¿podemos estar totalmente
atentos, alertas activamente, para que cuando llegue un reto cualquiera
no nos perturbe y altere, sino que comprendamos todo el vasto panorama
de la realidad, de todo su proceso hasta llegar a lo que nos ha
sucedido? Y entonces, ¿por qué si alguien me insulta, me dice que soy
un  necio, un subdesarrollado mentalmente, que soy comunista o fascista,
o beato, o promiscuo sexualmente, me tiene que afectar? Si lo soy, pues
lo asumo con todas las consecuencias; si no lo soy, ¿qué me importa a
mí lo que digan si eso no va conmigo en absoluto?

Todo el éxito
está en estar libre de división, pues entonces llega lo que se dice la
atención total, o el estado de meditación, que es lo que hace que la
sabiduría y la inteligencia puedan operar.

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