Cierta
vez, una joven mujer estaba trabajando en un centro de acogida en
India. La sala no era ni pequeña ni grande, las camas tenían su
cabecera pegada a la pared.
vez, una joven mujer estaba trabajando en un centro de acogida en
India. La sala no era ni pequeña ni grande, las camas tenían su
cabecera pegada a la pared.
Y
la mujer joven, que parecía colaboradora, de Teresa de Calcuta, se
acercó a ella y le dijo: Hay un niño de quince años, que tiene una
infección, si quieres cogemos un taxi y lo llevamos al hospital.
la mujer joven, que parecía colaboradora, de Teresa de Calcuta, se
acercó a ella y le dijo: Hay un niño de quince años, que tiene una
infección, si quieres cogemos un taxi y lo llevamos al hospital.
Teresa
de Calcuta, dijo que no lo harían. Porque si lo hacían con el niño,
lo tendría que hacer con todos los demás. El niño al poco murió.
de Calcuta, dijo que no lo harían. Porque si lo hacían con el niño,
lo tendría que hacer con todos los demás. El niño al poco murió.
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